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Otro día de trabajo con su modelo favorito, ese rubio con el cabello mojado después de ducharse en su camerino. ¿Cómo alguien puede verse lindo, tierno y al mismo tiempo sexy como el carajo con el cabello mojado? Se preguntó Jungkook embobado mientras lo veía secar la rubias hebras con un secador, todos se habían ido a comer, los días parecían pasar demasiado rápido para su gusto o quizá sólo era el hecho de que últimamente estaban mejor y pasaban mucho tiempo juntos, eso sin dejar a un lado el hecho de que Jimin ya no era tan reacio a sus muestras de cariño, claro, sólo cuando estaban a solas pero aún así, se sentía bastante bien. Quería contarle sobre sus planes de adoptar a Minho, no por qué quisiera de alguna manera que Jimin lo aprobara ni nada si no por que cada vez sentía más cariño por su enano del orfanato, era algo raro ya que normalmente no le gustaban mucho los niños pero desde que empezó a ir ahí todo ante sus ojos había cambiado, además también quería a su enorme Jombo peludo en su casa, eran tantas cosas pero no sabía como reaccionaría Jimin.     

-¿Qué pasa?- Preguntó el rubio mirándolo a través del espejo, éste no respondió, sólo seguía con la vista fija hacia el frente. -¿Jungkook?- Nada... Jimin se levantó y caminó hacia él, parecía demasiado inmerso en sus pensamientos que no reaccionaba, no hasta que Jimin se sentó a horcadas sobre sus piernas en aquel sofá, entonces su mente volvió a la realidad y sus ojos se posaron en el bello rostro sin maquillar del rubio y le sonrió. 

-Hey.- Susurró Jungkook. 

-¿Qué tienes? No me respondías...- Hizo un puchero, Jungkook puso sus manos sobre sus caderas y negó con la cabeza despacio. 

-No pasa nada es que, tengo muchas cosas en la cabeza últimamente y me distraje... Lo siento bonito.- Le dijo ahora acariciando su mejilla. -¿Qué me decías?- 

-Es que me estabas mirando mucho, parecías muy concentrado, sólo tenía curiosidad de saber en qué pensabas.- Puso sus pequeñas manos sobre los pectorales del contrario. 

-Pensaba que te ves muy, muy, muy lindo así, sin maquillaje y recién duchado, luces muy inocente... Por eso me perdí en ti.- Le dijo sonriendo sinceramente. 

-Adulador.- Sonrió Jimin coqueto. 

Jungkook echó su cabeza hacia atrás y rio divertido. -No necesito adularte... Mejor dicho, no lo necesitas tú... Eres hermoso natural.- Suspiró. Pensando en que no iba a ocultarle nada al rubio, continuó hablando mientras lo miraba a los ojos. -Minnie...- Dijo ya más serio. 

-Algo tienes... Suéltalo Kook, ¿Qué te come los sesos?- Apoyó ambas manos sobre sus hombros. 

-Antes que nada quiero decirte que no lo hago con segundas intenciones ni nada por el estilo, te quiero y eso es muy independiente de lo que voy a hacer, y al decir te quiero no significa que espero que tú sientas lo mismo ni...- Soltó aire. -Al grano... Voy a empezar el trámite de adopción de Minho o bueno el trámite para saber si soy candidato para hacerlo, lo quiero, lo quiero mucho y me parte el corazón tener que despedirme me él cada vez que tengo que irme de ahí y dejarlo, lo mismo con Jombo, los quiero a los dos conmigo yo...- Jimin lo beso sin dejar que terminara de hablar o explicarle más, Jungkook no dudó en responderle, sus labios buscaron derretirse juntos, como si trataran de fundirse en uno mismo, sus manos acunaban tiernamente el rostro del pelinegro manteniéndolo en su lugar mientras se disfrutaban. Después de unos minutos Jimin se separó de él y sonrió cómo un niño pequeño. 

-Y... ¿Y eso por qué fue? Dije que adoptaría a Minho no a ti... O bueno si quieres que te adopte sólo tienes que...- 

-Oh cállate.- Soltó sonrojándose. -Eso fue por que... Jamás creí decir esto... No después de...- Bajó la mirada jugando con el suéter de Jungkook. -Eres increíble... En serio.- Lo miró de nuevo aún con el sonrojo a todo lo que daba. -Sé cuánto te quiere Minho y... Bueno es realmente lindo y... Sé que vas a... Vas a ser un buen papá Jungkook, de verdad lo pienso... Nadie sería mejor que tú para cuidar de él... Lo... Lo digo de corazón.- Pero sus ojitos se llenaron de lágrimas que el otro no supo descifrar así que lo miró confundido y preocupado. 

Siempre tú...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora