Siempre tú...

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Bueno....

Aquí esta el otro, me van a odiar...

-Kookie.- Le llamo Tae entrando a la sala de espera dónde éste se encontraba. 

-Ah, Taetae.- Respondió Jungkook aliviado de no tener que estar solo más tiempo, levantó la mirada y detrás de él también venía Jin, Tae le abrazó con fuerza y cuando se separaron le limpió las lágrimas al pelinegro usando sus pulgares. 

-Hola Kookie.- Saludo Jin igualmente con un abrazo. -¿Como están mis bebés?- Preguntó. 

Jungkook negó con la cabeza y más lágrimas salieron de sus ojos. 

-N-no lo sé, llevo aquí mucho tiempo, no sé... Cuando llegamos el doc. me dijo que... Q-que... E-están graves... Ambos...- Se abrazó a Tae de nuevo y comenzó a llorar en serio, hipando y soltando sollozos sin poder ni querer contenerse. Después de unos minutos cuando se calmó un poco, y pudo separarse de su amigo, sorbió la nariz. -P-parece que MinGuk nacerá hoy, el doc. dijo que lo más probable es que habría que inducir el parto.- Explicó -M-mi enano ¿Esta bien? ¿Sus bebés?- Preguntó recordando a sus hijos también. 

-Están con sus papás, no te preocupes, Minho también esta bien, dentro de todo claro, no quiso hablar con nadie.- Respondió Jin. 

-Jungkook, cariño, tranquilízate...  Minnie te necesita fuerte ¿Vale?- Le dijo Jin con ternura. 

-Jin... ¿Podrías... Podrías por favor llamar a los papás de Minnie?- Le pidió Jungkook. -No... No tengo cabeza y... Estoy esperando que me llamen para entrar a quirófano en caso de que induzcan el parto ya.- 

-Si, no te preocupes yo... Yo les aviso cariño...- Respondió Jin pero aquello le dejó aún más preocupado, sus ojos se aguaron entonces, su pecho se apachurró, entonces sí era bastante grave la situación. 

-Gracias, yo... Yo voy a llamar a papá.- Soltó con más lágrimas, Tae lo miró sorprendido, Jungkook nunca molestaba a su padre.

(...)

-Señor Jeon.- Llamó una enfermera ya mayor. 

-¿Si? S-soy yo.- Respondió nervioso. 

-Su esposo esta en quirófano, su bebé está a punto de nacer, lo necesita adentro, vamos.- Le dijo ella. 

-C-claro... Claro.- Respondió, ni siquiera escuchó lo que le dijeron Tae y Jin cuando se encamino al cuarto sanitizante, todo lo que llevaba en la cabeza era a su rubio y a su bebé en ese momento, hizo todo al pie de la letra, justo como le iba diciendo la enfermera muy amable y hasta dulcemente al verlo tan nervioso cuando no podía ni ponerse los botines de tela sanitizados.

-Listo, ya podemos entrar, trate de mantenerse tranquilo, el paciente esta muy asustado y está pidiendo por usted de que fue ingresado, transmítale paz y tranquilidad, eso les ayuda mucho en estos momentos, sobre todo por el bebé que ya viene.- Le dijo ella en voz tranquila y con una pequeña sonrisa. 

Jungkook inhalo y exhalo profundamente y asintió con la cabeza antes de entrar aquel cuarto, él había estado en un quirófano de pequeño cuando se fracturo un brazo y lo recordaba bastante frío pero no éste. -E-esta calientito aquí.- Soltó sin pensar, la enfermera lo miró y sonrió. 

-Los quirófanos de parto son así precisamente por los bebés, deben estar aclimatados.- Respondió simplemente. 

Unos pasos bastaron para que los ojos negros de Jungkook se encontraran con los verdes de Jimin que estaba recostado sobre la camilla central, estaba demasiado pálido, había una pantalla de tela sanitizada que le impedía ver más allá de su pecho, debido a que sería una cesárea, claro que nadie quería ver como le habrían la barriga y ver a su bebé salir ensangrentado del vientre, no, eso sería como una película de terror.