70

3.9K 388 23
                                    


2 Meses después

Jimin despertó con el ruido de su alarma, estaba algo acalorado y pegajoso por el sudor, el sueño que había tenido había sido definitivamente demasiado intenso y es que las cosas marchaban bien, bueno, dentro de todo su familia estaba tranquila y feliz con los bebés en casa y creciendo sanos después de todo, Minho seguía su niño adorable y maduro a pesar de su corta edad y le ayudaba al igual que Jungkook en casa pero... Sí, había un pero, uno que no era de extrañarle y uno que no había existido antes y que ahora hacía estragos en su cuerpo porque ¡Joder! su novio y él no habían tenido sexo en todo ese tiempo, y Jimin lo entendía, entendía sus razones, sabía que estaba preocupado, sabía que lo hacía por todo lo que habían pasado, sabía perfectamente que no era por que ya no le gustara su cuerpo o por que ya no lo encontrara atractivo, lo sabía por la forma en la que lo seguía mirando y cuando se besaban, sus oscuros ojos reflejaban todo el deseo que éste sentía por él pero cuando las cosas se calentaban de más, sólo se alejaba y le daba su espacio, el rubio tenía claro que quizá Jungkook pensaba que tenía algún tipo de trauma o simplemente no quería incomodarlo o lastimarlo después de la cesárea, el cansancio de cuidar y amamantar a sus pequeños, Jimin lo sabía, su cabeza lo entendía pero es que eso no evitaba que al mismo tiempo sintiera sierta punzada de inseguridad cada vez que pasaba.

Ellos siempre habían sido muy activos sexualmente hablando y el hecho de no hacerlo en tanto tiempo tenía mal a Jimin, estaba caliente, muy caliente y a punto de explotar, tanto que a veces cuando se quedaba solo con en casa y los bebés dormían tenía que usar sus "juguetes", era algo que su novio no sabía pero este estaba llegando a un punto en el que el rubio no se sentía bien con ello, él necesitaba a su novio, lo necesitaba a él y ya nada, ninguna otra cosa era suficiente porque su piel extrañaba las caricias, las mordidas, lamidas, incluso cuando lo amarraba y tenían sexo "chocolate" todo eso que compartían en la cama, lo extrañaba.

Se giró sobre su lado esperando encontrar a su pelinegro dormido, ya no sabía a quien de los dos le tocaba ir a dar de comer a los bebés, pero cuando encontró el lado de Jungkook vacío supuso que se había levantado él.

Al principio las cunas estaban en su habitación pero 1 mes después decidieron que era mejor llevarlas a la suya propia para que no se hicieran tan dependientes tal como lo había recomendado el pediatra y les había funcionado bien ya que así no lloraban tanto.

Jimin se talló los ojos despertando un poco y esperando que su erección bajara antes de dirigirse a la habitación de los pequeños, tampoco era un inconsciente, una vez se sintió cómodo se levantó de la cama fue descalzo para no hacer ruido por si ya se habían dormido de nuevo ya que normalmente despertaban llorando con hambre y a veces era un lío volverlos a dormir, la puerta estaba abierta y una lucecita tenue iluminaba adentro, no se escuchaba ruido alguno, cuando se acercó, las cunas estaban vacías pero al girarse se encontró con su imagen favorita de siempre, a Jungkook en la silla mecedora con ambas criaturitas sobre su pecho, cada uno con sus pequeñas cabecitas sobre cada uno de sus anchos hombros, su cabello un poco más largo pero ahora amarrado en un moño mal hecho sobre su cabeza, sus perforaciones tintineaban con la pequeña luz de la mesita de noche y sus manos tatuadas golpeando suavemente los traseritos de sus bebés con suavidad mientras se mecía suavemente con los ojos cerrados, el rubio sonrió con ternura, El rubio normalmente los amamantaba directamente pero en la noche dejaba biberones llenos en la nevera para que el pelinegro les diera de comer cuando le tocaba levantarse a él, pero muchas veces Jungkook simplemente no podía dejarlos en sus cunas y dejaba que ambos durmieran en su pecho hasta que era de nuevo el turno de Jimin para darles alimento.

.

-Bebé...- Susurró Jimin y Jungkook abrió los ojos al instante con una sonrisa cansada. -Está bien, dame a MinGuk, primero le doy a él, para que no vaya a despertar a MinNa.- El pelinegro asintió y el rubio tomó al pequeño con cuidado, dejando un beso en la mejilla de su novio en el proceso, con el bebé en brazos desabotonó el pijama exponiendo su pezón el cual MinGuk apresó en automático comenzando a comer ruidosamente, Jimin soltó una risita acariciando su cabellito suave.

Siempre tú...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora