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-Osea ¿Cómo?- Preguntó Tae con incredulidad ante todo lo que le estaba diciendo Jungkook. -Estas de joda ¿no?- Siguió el castaño. -Jungkook a ver... ¿Me estas diciendo, que te comiste a Jimin en el baño de BLUE MOUN aquella noche... Sin saber siquiera que era él?- Prosiguió y Jungkook asintió mientras le daba un trago a su copa. -¿Y ahora llega a BST como modelo para trabajar contigo, el hombre al que más odio le tiene en el universo?-

-Sep.- Respondió una vez más el pelinegro y chasqueó la lengua. -Y se te olvidó la parte en la que dijo mi nombre mientras... Ya sabes...- Le dijo Jungkook. -¿Tu crees que... Pues... Él supiera que era yo o...- Dejo la pregunta al aire.

-No friegues... Esto parece drama Coreano, y mira que en los que yo actúo están buenos, pfffff... le diré al escritor que les haga una novela.- Se dejó caer sobre el respaldo del sofá. -Y en cuanto a lo otro, la verdad no creo que supiera que eras tú, la verdad no creo que hubiera hecho nada contigo de haber sido el caso...-

-No es gracioso... Bueno... si recordamos algo de... Ya sabes, aquella mañana de mierda, lo único que sería gracioso para Jimin sería enterarse de que sí te convertiste el actor.- Jungkook estaba serio, hasta que Tae soltó una carcajada y lo terminó contagiando. 

-Oh dios...- Dijo Tae sin aliento después de reír como un loco. -Eso es verdad.- Su risa se detuvo por completo dejando solo un rostro amargo y una respiración pesada mientras el castaño miraba hacia la nada con tristeza. -Debe odiarme a muerte. ¿Sabes? yo... Quisiera verlo algún día... Por lo menos poder decirle que lo siento, que nunca quise...- sus ojos comenzaron a brillar de más. -¿Sigue igual de bonito?- preguntó con sincera curiosidad.

-No Tae... está mas hermoso que nunca, es... es como un jodido ángel, su cabello sigue rubio pero más pálido que antes, sus ojos... ¿Sabes? para cualquiera que lo ve son verdes pero no...- Decía Jungkook mirando al vacío como soñando. -Tienen tonos diferentes, sus iris son avellanas, casi miel y esos pequeños puntos verdes aceituna, sólo puedes notarlo estando lo bastante cerca... Esta delgado, digo es modelo pero no de esos que parecen un palillo, no... Sigue teniendo esas curvas tan...- Hizo puños con sus manos para hacer énfasis en aquel comentario. -Y...- De repente salió de su ensoñación para mirar a su amigo que lo miraba con una sonrisa pero al mismo tiempo algo de confusión. -Pero no es el mismo, Tae...- Siguió Jungkook mientras negaba con la cabeza con un pinchazo de dolor en el corazón. -De repente sí, tiene gestos que me hacen recordar al Jimin cariñoso, tierno y dulce de antes, como cuando muerde su labio por dentro cuando está nervioso o desvía la mirada cuando no esta cómodo con alguien... Pero su forma de mirar, de hablar, vaya hasta de caminar son de alguien frio, calculador, me habla con rencor y... Eso sí, sigue siendo un berrinchudo de lo peor.- Ambos sonrieron con melancolía.

-Y... no crees que... pues, tú y él...- Dijo Tae juntando sus índices.

-No lo sé, quiero intentarlo y honestamente me divierte un poco molestarlo, que reaccione a mí aunque sea por enojo, prefiero eso a la indiferencia... Pero... El día del bar y también hoy antes de la reunión, estaba con alguien...- 

-Alguien...- Repitió Tae.

-Si un... Un chico, ellos parecían cercanos, y... Y... No sabes las ganas que me dieron de ir por él y partirle la cara al otro tipo.- Dijo empuñando sus manos nuevamente pero esta vez con coraje. 

-No puedes hacer eso... Así como yo no puedo verlo tampoco, ya no quiero despertar fantasmas del pasado, no se lo merece.- El castaño soltó un suspiro.

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Todo el fin de semana Jimin, Eunwoo y hasta Jin y Nam se habían ido a ayudar con los albergues de Jimin, se necesitaba mucha mano de obra aún pero obviamente que sus amigos no iban a dejarlo solo, Yoongi había quedado de ir pero su trabajo no se lo había permitido así que terminó disculpándose con Jimin, Hoseok también quiso unirse pero resulta que se había presentado algo importante, que por cierto tenía nombre, uno que a Jimin no le hubiera gustado escuchar así que decidió no ir esta vez. 

Siempre tú...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora