¿Por qué? (Fred Weasley)

50. Navidad

Narrador Omnisciente

Los días pasaron bastante rápido para Jill y su familia.

Salieron a hacer las compras de navidad, fueron a visitar a los abuelos, pusieron un árbol navideño y decoraron la casa.

Ya era noche buena, la familia haría una "pequeña" cena para la familia, vendrían todos los primos de Jill, tíos y abuelos tanto maternos como paternos, había mucha gente en casa hoy.

– Jill, ya hiciste el puré de papas – grito Monica

– YA VOY – dijo Ji, dirigiéndose a la cocina – MAAAAA, ¿con que las muelo? – preguntó la castaña

Monica bajó y busco entre los cajones un machucador – Toma, con esto – le entregó el utensilio.

Jill comenzó a moler la papas, mientras que su mamá preparaba el resto de la cena.

Cuando dieron las 7:00 pm las personas empezaron a llegar, la cena ya estaba lista, Jill ya estaba arreglada y sus papás igual.

Cuando todos los integrantes de la familia llegaron se sentaron a la mesa a cenar, todos se comenzaron a servir comida mientras conversaban y reían.

La felicidad inundo a la castaña, pues aunque no se llevara bien con ninguno de sus primos se sentía feliz porque eran una gran familia cenando en un ambiente lleno de calidez y amor. 

Claro que como todas las familia tenían sus altos y bajos pero eso solo servia para unirlos más o al menos así lo sentía ella.

Jill se sirvió un pedazo de pavo con un poco de relleno, al sentir el olor de las aceitunas que contenía el relleno, sintió una ganas enormes de vomitar.

Se levantó rápido y se fue corriendo al baño a soltar todo lo que contenía su estómago.

Jill POV

Iugh, detesto vomitar, me mire en el espejo, lave mi cara y dientes.

– Ji, ¿estás bien? – pregunté mi mamá del otro lado de la puerta

– Si, ma, todo bien – termine de cepillarme los dientes y salí

– Segura que estás bien, estás algo pálida – dijo revisando mi cara

– Ya ma, estoy bien, solo se me revolvió el estómago, es todo – caminé al comedor.

Me senté de nuevo y pude sentir la mirada de una de mis primas, la mire y ella me hizo señas qué no entendí.

Me encogí de hombres y continúe comiendo, evitando las aceitunas, minutos después terminé así que me fui a sentar a la sala.

Así continuó la cena y la fiesta de navidad, todo estaba tranquilo y era divertido, la música sonaba en la casa, mis primos y primas conversando o jugando juegos de mesa, sorprendentemente me invitaron  a jugar con ellos, mis tíos y tías bebiendo, platicando o bailando en el patio, mis abuelos ya se habían ido debido a que era un poco tarde.

Muchas horas después de juegos, bromas y de que dieran las 12:00 me comencé a senti cansada así que me fui a dormir.

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Desperté gracias a la luz qué entraba por la ventana, me levanté a cerrar la cortina pero antes de dar un paso un mareo increíblemente fuerte me golpeó, me sostuve de la mesa esperando a que se me pasará, cuando pasó fui a cerrar la cortina y volví a la cama pero ya no tenía sueño, así que me dispuse a leer.

– Buenos días, mocosaaa – saludó mi madre entrando a mi cuarto – Feliz navidaaaad – dijo saltando encima de mí.

– Basta mamá – pedí sobando mi cabeza

– Ash, qué humor, ¿qué tienes? – dijo poniendo una mano sobre mi frente para medir mi temperatura

– Me duele un poco la cabeza, es todo – respondí

– Ya, te traigo algo de comer y se te pasa – asentí

Mi mamá salió del cuarto y yo agarré el libro que estaba en mi mesita de noche y comencé a leer....