86. La Madriguera pt. 2

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Narrador Omnisciente

– Todos fuera – ordenó la señora Weasley muy seria para el gusto de Fred

Todos salieron de la cocina, excepto Fred, Jill, las gemelas y los padres de los Weasley.

– Ahora sí, con más detenimiento expliquen la situación – volvió a hablar la Sra. Weasley

– Ok – respondió Fred – Jill y yo nos conocimos a principios del sexto año – se detuvo y miró a sus hijas – Niñas vayan con el tío George – les ordenó Fred

– Pero... – ambas iban a protestar

– Obedezcan – dijo Jill

Ambas pelirrojas se levantaron y salieron de la cocina para ir a buscar a George.

– Bien, como decía, yo quedé... como decirlo sin que suene cursi – dijo pensativo – bueno el punto es que después de eso ella y yo tuvimos un algo, nunca llegamos a ser novios porque en el camino se nos atravesaron muchas cosas – dijo recordando el motivo por el cual la castaña se había alejado de él en sexto. – cuando entramos a séptimo pues decidimos intentar algo pero de nuevo en nuestro camino se fueron metiendo personas, bueno, una persona la cual hizo que ella – miro a Jill – y yo de nuevo no pudiéramos lograr nada. En diciembre hubo un baile y asistí con Ji, todo fue muy bien, paso lo que tenía que pasar en la sala de menesteres – el pelirrojo menor se rasco la nuca nervioso y soltó una leve risa al ver la cara de su madre que claramente estaba molesta – al día siguiente la estaba acompañando a su sala común pero en el camino nos encontramos a McLaggen – se noto el resentimiento que le tenía al chico – quien dijo que Jill era su novia y solo había jugado con ambos – en ese momento la mirada de la Sra. Weasley paso de su hijo a la castaña y cualquiera juraría que si las miradas mataran ella ya estaría 100 metros bajo tierra – yo cometí el error de gritarle, decirle que no volviera a buscarme por nada del mundo y no escuche su explicación, simplemente la deje ahí llorando – dijo con arrepentimiento en su voz

– Después de eso volvimos a casa para pasar las fiestas con nuestras familias, yo me sentía muy mal por todo lo sucedido con su hijo y quería arreglar todo con él pero solo recordar lo que me dijo me hacía ver por perdido todo, en enero del 97 me di cuenta que estaba embarazada y por eso fue que ya no regresé a la escuela y tampoco se lo dije a Fred pues aún seguía dolida por lo que había pasado y aparte creía que él no me iba a creer que estaba embarazada de él, por lo que decidí tener y criar a las niñas yo sola. – explicó Jill

– Luego regresamos a Hogwarts, todos los días me arrepentía porque creí que yo había sido el culpable de que Jill no regresara y resulta que si fui el culpable pero no por el motivo que yo pensaba – el pelirrojo soltó una carcajada – con el pasar de los meses me entere que Angelina le había pagado a Cormac para hacerse pasar por novio de Ji y así separarnos, trate de buscarla para disculparme pero nadie sabía de ella, bueno si sabían pero no me lo querían decir. – suspiro – hace una semana llegaron las gemelas a la tienda y yo no sabia quienes eran pero cuando las conocí me sentí aliviado, todo lo que sufrí por la ausencia de Jill había desaparecido cuando vi esos ojos cafés que me miraban fijamente, ese mismo día me reencontré con Jill y me explico todo – terminó de hablar Fred

El Sr. Weasley se veía sumamente sorprendido en cambio la matriarca de los Weasley se le veía molesta e incrédula.

– Que insolente – por fin habló Molly dirigiéndose a Jill – ¿cómo se te ocurrió hacer tal cosa? – preguntó con enojo

– Yo...

– No hay excusas y ni disculpas que valgan – a este punto la Sra. Weasley ya estaba completamente colorada – No eres más que una chiquilla inmadura – grito

¿Por qué? (Fred Weasley)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora