¿Por qué? (Fred Weasley)

72. Zoológico

Hoy las gemelas cumplen 8 años y en vez de una fiesta quieren ir al zoológico con sus primos, abuelos y obviamente yo, después quieren ir a comer hamburguesas.

– Niñas apúrense, nos están esperando – entré al "cuartel" de las clones

Ellas lo llamaban así ya que ahí planeaban sus bromas y travesuras, su cuarto sí que era un verdadero desastre, parecía cuarto de vampiros, tenían las cortinas cerradas, ropa, zapatos, juguetes y artefactos regados por todo el piso.

Entre, lamentablemente iba descalza, caminé y pise una pieza de lego – Mier... – me agarre el pie lastimado y brinque en el sano por toda la habitación cuando pise otra pieza – Hijas de mi... ZARA, LILIT – salieron del baño envueltas en toallas – recogen este desastre inmediatamente, ahora – levantaron todas las piezas de lego que estaban por el suelo – ¿Por qué tienen todo regado? – pregunté viendo el alrededor

– Aaaah es que estábamos construyendo ciudades – explicó Lilit mientras se vestía

– Bueno, apúrense y no se distraigan en otra cosa, ya nos están esperando – salí del cuarto y fui a mi cuarto para ponerme mis converse

Baje a la sala y me encontré con mis papás, necesitaba hablar con ellos antes de cualquier cosa.

– Hola, necesito hablar con ustedes – me senté en la mesita de centro

– ¿Que pasa ovejilla, todo bien? – habló mi papá mientras se acomodaban en el sofá

– Si, mmm... como les digo esto – dije pensativa – ok, ustedes saben que yo les estoy muy agradecida por apoyarme con las gemelas y dejarme vivir aquí durante todo este tiempo pero desde hace tiempo he pensado en que es hora de que compre un departamento para vivir con las niñas – vi una mezcla de preocupación, comprensión y miedo en las miradas de mis papás

– ¿Por qué?, ¿ya no estas agusto aquí? – preguntó mi madre dudosa

– Si, pero creo que las niñas y yo necesitamos nuestro espacio, yo se que ustedes me dijeron que esta era mi casa pero no es lo mismo vivir en casa de tus padres con dos hijas a vivir en tu propia casa, no me mal entiendan yo amo vivir aquí pero creo que esto es necesario, las niñas y yo necesitamos un lugar para nosotras solas donde podamos crear nuevos recuerdos, ser totalmente libres, hacer y deshacer, aquí no puedo hacer porque yo se que es la casa de ustedes y siempre he vivido aquí debiendole un respeto al hogar que me vio crecer, en cambio cuando viva yo sola con las niñas eso cambiara, espero que puedan entenderme – expliqué

– Claro que te entendemos hija, y se respeta, esta bien que te quieras independizar y darle su propio espacio a las gemelas, al fin de cuentas ustedes tres son una familia, nos duele que te quieras ir por que nos acostumbramos a tenerte a ti y las clones aquí pero el cambio es bueno – dijo mi mamá 

– Gracias, aunque todavía me falta buscar el departamento y así – dije pensativa – ya otro día me ocuparé de eso, hoy es día para divertirnos –me levanté y subí a buscar a Zara y Lilit

Cuando ya estuvimos todos listos bajamos y partimos hacia el zoológico, llegamos, caminamos hasta entrar al lugar, nos dirigimos a donde habían unas mesas y ahí encontramos a tíos y tías.

Saludamos, les cantamos feliz cumpleaños a las gemelas, partimos el pastel, comimos y al final todos nos fuimos a recorrer el lugar.

Yo iba con las clones, estaban muy emocionadas, veía todos los animales con fascinación y ternura.

Nos dejaron alimentar a las Jirafas y a los conejos, Zara y Lilit encantadas de la vida, jugaron con unos cuyos, se tomaron fotos con los cocodrilos en ese momento tenía los nervios de punta pero todo resultó bien.

Ahora estamos en la parte del acuario, me sorprendí porque había chicas disfrazadas de sirenas nadando dentro de las gigantescas peceras.

En sí el día fue muy divertido, vimos animales, jugamos en algunas atracciones que había en el zoológico, alimentamos a más animales y por ser el cumpleaños de las gemelas las dejaron entrar a donde estaban los pingüinos y convivimos un rato con ellos.

Ya en la tarde/noche fuimos al restaurante de hamburguesas favorito de las clones, comimos entre risas y recuerdos para finalmente irnos a casa a descansar.