125. La noticia

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Jill POV

Fred y yo íbamos caminando tomados de la mano por el callejón Diagon conversando de como nos gustaría darles la noticia a nuestras familias y sobre cómo reaccionarían.

– Freddie – escuche el grito chillón de Reachel

Blanqueé los ojos y seguí caminando con Fred tratando de ignorar a la rubia que le hablaba a mi ahora prometido pero de pronto un jalón en el brazo de Fred lo hizo frenar de golpe y por ende me hizo caer al suelo de sentón.

– JILL – exclamó un Fred muy asustado

Lo único que hice fue arrugar mi cara del dolor. El pelirrojo me ayudó a levantarme y con toda la precaución del mundo tomo mi cara en sus manos.

– ¿Estás bien? – pregunto ahora dándome la vuelta para examinarme por completo

– Si, no te preocupes – respondí

Él asintió con la cabeza y cambió su expresión de preocupación a una de enojo total.

– ¿QUE?, ¿Eres tonta o qué te pasa? – volteo a ver muy molesto hacia Rachel – Deberías de tener más cuidado a la próxima – Fred caminaba peligrosamente hacia ella y aun que sabía que él no era capaz de tocarla en ningún sentido parecía que la rubia no sabia eso

– Fred, déjala, no fue su intención – la defendí tomando el brazo del pelirrojo porque les juro que el miedo que vi en el rostro de Rachel fue el mismo con el que yo alguna vez miré al mismo chico que ahora le grita a ella

Lo jalé fuerte del brazo para que se alejara de la rubia cosa que muy apenas logre, Fred me miró con el ceño fruncido.

– Vámonos – le supliqué mirando que se juntaba gente a nuestro alrededor

Fred levantó su cabeza mirando a la gente y tomó mi mano y comenzó a caminar lejos de ahí hasta que llegamos a Sortilegios Weasley.

– ¿Segura que estás bien? – vuelve a preguntar antes de entrar a la tienda – Yo creo que deberíamos de volver a San Mungo – dice tratando de regresar sobre sus pasos

– Fred – lo frenó – te juro que estamos bien – sonrió en un intento de calmarlo

– Lo siento, es solo que no quiero que les pase nada – se disculpó llevando un mechón de mi cabello tras de mi oreja

– Entiendo, pero de verdad, estamos bien – dije tomando su mano para acercarme a él y dejar un suave beso en sus labios – Ahora vamos a la madriguera – dije caminando hacia dentro del local

– Bien, pero si te sientes mal no dudes en decirme – insistió

– Te lo haré saber cariño – solté una risilla

Tan pronto como entramos ya teníamos a un George y a una Eri muy insistentes y curiosos encima de nosotros.

– ¿Que les dijeron?, ¿qué es? – preguntó la joven pareja al mismo tiempo.

Fred le había contado a George sobre el bebé y por consecuente George le contó a Eri alegando que en un matrimonio no había secretos.

Sonreí con ternura al ver la emoción de ambos ya que después que regresaron de su luna de miel Eri me contó que tenía problemas para concebir podía hacerlo pero les resultaría difícil. Tenían desde antes de casarse intentando tener un bebé y aun no lo lograban. Eso me rompía el corazón.

– Es niña – anuncio Fred emocionado

– Paga – le dice Eri a George quien saca unos cuantos galeones

– ¡EPAAA! – dije frenando a George – al parecer es niña, no hay nada seguro – aclare

– No te pago hasta que sea seguro – comentó George divertido a su esposa

– Se supone que eres mi amiga – dice Eri mirándome falsamente ofendida

Estuvimos un rato conversando y riendo hasta que recordé que teníamos algo que hacer.

– Iremos a la madriguera, ¿vienen? – les pregunté a George y Eri

– Vale – dijo el pelirrojo menor presente

Entre Fred y George acomodaron un poco la tienda y después cerraron para subir los cuatro al departamento sobre la tienda.

Nos pusimos de acuerdo y primero se fue Eri, luego George, después yo y al último Fred.

Ya estando los cuatro fuera de la chimenea nos sacudimos y caminamos hasta el barullo que venía del patio.

– Hola – saludaron los gemelos al unísono.

Todos los presentes, quienes estaban sentados en una gran mesa improvisada por más mesas, voltearon sonriendo.

Voces de "hola, que tal y hey" inundaron mis oídos, nosotros cuatro nos fuimos acercando y Eri y yo nos sentamos en unas sillas que estaban una junto a la otra.

– Que bueno que pudieron venir – dijo Molly felizmente

– Si, nos desocupamos antes – sonrió Fred mirándome con complicidad

– No nos interesa saber tu vida Fred – dijo una Ginny asqueada

– No me refería a eso Ginevra – Fred blanqueo los ojos.

Estuvimos toda la familia conversando un rato, cenamos, Fred me da un apretón en el muslo por lo que volteo a verlo con el ceño fruncido pero sin voz me dice que ya es hora de anunciar el motivo por el cual estamos aquí.

– Familia – habló el pelirrojo poniéndose de pie y tendiéndome su mano para que también lo haga – Jill y yo tenemos algo que decirles – dice pasando su brazo por mis hombros.

Todos nos miraban muy atentos y a la expectativa de lo que vamos a anunciar.

– Jill y yo seremos padres de nuevo – por fin dice el pelirrojo muy emocionado

Todos sueltan sonidos de emoción y comienzan a felicitarnos, a abrazarnos y hasta preguntar de cuanto estoy y muchas cosas más.

Molly y Arthur son los más emocionados. La matriarca Weasley esta casi llorando abrazando a su hijo y a mi al mismo tiempo. 

Ya una vez más relajados nos sentamos y con gusto comenzamos a responder todas las preguntas que me hacían.

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Holiii....

Oigaaaan, ya casi llega el finaaaaal... estoy por un lado triste y por el otro feliz, no se, es raro pero bueno disfruten lo que queda. 

¿Cual es su opinión hasta ahora sobre esta historia? 

Lxs amx 

¿Por qué? (Fred Weasley)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora