113. Legítimas.

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La semana transcurrió con mucha normalidad, Fred iba a sortilegios Weasley a trabajar y Jill a Music Box. El miércoles Jill sacó una cita en el registro civil muggle para poder agregar el apellido de Fred a las gemelas mientras que el Weasley también hacía una cita en el ministerio mágico por el mismo motivo.

Ya era sábado y Jill se levantó temprano para alistarse e ir a casa de Fred y después ir por las gemelas.

La castaña se bañó y vistió.

Una vez lista hizo una aparición en el callejón Diagon y emprendió su camino al departamento de los gemelos, se paró en frente de la puerta después de subir las escaleras y golpeó la puerta, unos segundos más tarde el gemelo de su novio quien se h...

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Una vez lista hizo una aparición en el callejón Diagon y emprendió su camino al departamento de los gemelos, se paró en frente de la puerta después de subir las escaleras y golpeó la puerta, unos segundos más tarde el gemelo de su novio quien se hizo a un lado para dejarla entrar.

La castaña saludo con un beso en la mejilla a su cuñado y después de una corta conversación Jill fue a la habitación de Fred quien se estaba vistiendo.

– Hola – dijo la Winston entrando al cuarto y dejó un beso en los labios del pelirrojo.

– Hola nena – respondió después de pasar su camisa por su cabeza. – ¿cómo estás preciosa? – preguntó caminando al pequeño baño para peinar su cabello

– Bien, oye, ¿a qué hora es la cita en el ministerio? – preguntó revisando el papel donde decía la fecha y hora de la cita en el registro civil muggle

– A las 4:00 pm – respondió Fred saliendo del baño – ¿la de el mundo muggle a que hora es? – volvió a cuestionar poniéndose una chaqueta de mezclilla negra.

– 9:00 am – respondió con simpleza

– Bien, estoy listo – dijo viendo su reloj de muñeca – tenemos una hora para llegar – volvió su vista a la chica sentada en su cama

– Entonces vamos por las niñas – Ji se puso de pie y caminó a la puerta siendo seguida por Fred.

La pareja llegó a la sala en donde estaba George viendo unas fotos que Eri le había llevado para que escogiera la decoración que más le gustaba para la boda.

– Hola – saludo Fred a su hermano

– Hola – respondió él levantando la vista – ¿Ya se van? – preguntó el gemelo menor

– Si, tenemos el tiempo contado y todavía falta ir por las minimis – explicó Fred

George asintió con la cabeza – Suerte – dijo antes de volver a ver las fotos

El pelirrojo menor se sentía un poco agobiado en elegir una porque todas le gustaban, así que tenía que analizar muy bien su decisión.

Fred tomó a Ji de la mano e hicieron una aparición en Hogsmeade, una vez ahí la pareja comenzó a caminar hacia el antiguo castillo.

Después de caminar unos 20 minutos a pasó apresurado (y a esto me refiero a que Fred llevaba a Jill casi corriendo) llegaron al castillo, cruzaron las grandes puertas y se dirigieron al gran comedor.

Jill visualizó a sus hijas y caminó hacia ellas, antes de saludarlas le quitó el vaso de jugo de calabaza a Lilit y lo bebió de una.

– Hola a ti también – dijo Zara divertida de ver a su mamá desesperada bebiendo el líquido.

La castaña jadeo después de haberse acabado el jugo – Hola – dijo tratando de recuperar el aire

– Hola – saludó Fred llegando tranquilamente a donde se encontraban las tres Winston

– Hola – saludaron las gemelas al mismo tiempo sin despegar la mirada de su mamá

– ¿Qué pasó? – preguntó Lilit con una risita a su madre

– Tu papá me traía arrastrando – explicó dándole una mala mirada a Fred

– Claro que no, veníamos a un buen ritmo – se defendió el pelirrojo

– Un buen ritmo para ti, no para mí, mis piernas son cortas, recuerdalo –

– Ok ok, lo siento – dijo Fred divertido – en fin, ¿dónde está la profesora McGonagall? – preguntó el Weasley buscando a dicha mujer en la mesa de profesores

– En su oficina – respondió Zara tranquilamente

– Iré a hablar con ella – dijo el pelirrojo

Fred comenzó a caminar hacia la salida del Gran Comedor para dirigirse a la oficina de la profesora McGonagall y pedir permiso para poder sacar a las gemelas del castillo.

Mientras tanto Ji se sentó en la banda justo al lado de Lilit, Zara estaba enfrente de ellas.

– ¿Cómo se han portado? – preguntó la castaña a sus hija

– Bien ma – respondieron al mismo tiempo

Estuvieron las tres Winston platicando acerca de cómo les ha ido a las niñas académicamente y de otras banalidades. Ji les contó sobre la boda de George y Eri, Zara y Lilit se emocionaron tanto por sus tíos.

En algún momento, cuando las gemelas eran más pequeñas y curiosas Eri les contó sobre George, de lo divertido y bueno que es él con ella.

Unos minutos más tarde regresó el pelirrojo y se sentó al lado de Zara.

– Bien, ya está arreglado, en unos minutos nos tendrá listo un traslador al mundo muggle – explicó Fred a Jill

Los cuatro estuvieron conversando y en caso de Fred contando como él y George dejaron Hogwarts.

El Weasley miró su reloj, anunció que ya era hora y la familia se dirigió a la oficina de la profesora McGonagall quien los estaba esperando con lo que parecía ser una tuerca en la mano.

– Tiene 15 segundos – dijo la profesora caminando hacia ellos y entregándole la tuerca a Fred

El pelirrojo abrió su mano dejando dicho objeto en la palma de su mano

– Pongan su dedo sobre ella – les indicó Fred a sus hija quienes obedecieron

Ji también tocó el pequeño artefacto, esperaron unos segundos antes de empezar a dar vueltas y desaparecer.

La familia cayó al suelo sacando jadeos de dolor.

– Eso se sintió horrible – dijo Zara

Los cuatro se pusieron de pie y emprendieron su viaje al registro civil para comenzar con el trámite de los apellidos de las gemelas.

Cuando terminaron se dieron cuenta que aún faltaban dos horas para la cita en el ministerio mágico así que decidieron ir a comer a un restaurante muggle.

Después de comer se aparecieron en el callejón diagon, todavía faltaba un buen rato para la cita por lo que optaron ir un rato a sortilegios Weasley para que las gemelas saludaran a George y aprovecharán para agarrar algunos productos de la tienda sin que Jill se diera cuenta.

Estuvieron un rato en Sortilegios jugando, platicando, en el caso de las gemelas contándole a su tío las bromas que habían hecho con ayuda del libro que les dieron y sobre los castigos que se habían ganado por eso.

Pasados unos 40 minutos la familia Weasley Wisnton se fueron al ministerio para comenzar con el trámite y así oficialmente las gemelas sean unas Weasley.

Para el final del día Fred sentía que su pecho estallaría de felicidad, pues ahora legalmente Zara y Lilit eran sus hijas legítimas.

¿Por qué? (Fred Weasley)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora