¿Por qué? (Fred Weasley)

84. En la tienda

Fred POV

Aparecimos en el departamento que estaba sobre la tienda – Vengan – les indique a Zara y Lilit para que me siguieran – Pueden dejar sus cosas aquí – dije abriendo la puerta de mi habitación

Ellas entraron y dejaron sus mochilas sobre el escritorio que tenía en el cuarto, se dieron media vuelta y salieron de ahí.

Salí y toque la puerta de la habitación de George – Hermano, ya es hora de abrir – volví a tocar para después caminar a la puerta que lleva a la tienda.

Una vez abajo organice unas cosas que no estaban en su lugar, llene los estantes que estaban vacíos, alimente a los micropuffs y después me dirigí a la puerta para abrir la tienda.

Justamente a las 8:30 llegó Verity, las niñas andaban por la tienda viendo todo, hasta que en uno de los pasillos escuche como unos fuegos artificiales fueron activados.

Fui hasta donde estaban ellas para verificar que estuvieran bien.

– No hicimos nada – dijeron al unísono levantando las manos y los ojos muy abiertos

Reí por la reacción de ellas – Tranquilas, se activan cuando cae o los avientan al suelo – expliqué tranquilamente

Volvieron su vista a los fuegos artificiales y sonrieron – ¿podemos comprar unos? – pregunto Zara

– No – dije sin más

– Como quiera ni tenemos dinero, bueno si tenemos pero... – su tono era de indignación

– No los pueden comprar porque todo lo que haya en la tienda para ustedes es gratis – la interrumpí

– ¿De verdad? – preguntó Lilit sorprendida

– Si – le dije con una sonrisa

Ellas sonrieron y fueron a donde estaba el polvo peruano de oscuridad instantánea, me quede parado viéndolas.

– Te tienen babeando – escuche la voz de George atrás de mi

– ¿Eh? – lo mire – Si, es que solo míralas George, son perfectas – suspiré viendo a mis niñas – ¿y sabes que es lo mejor? – mi hermano me miró y negó con la cabeza – que son mis hijas – dije con mucha más emoción de lo que pensé

– Si que lo son – palmeo mi hombro

Le sonreí y volví a la caja a ver la agenda para checar las próximas citas con proveedores.

⚝⚝⚝

El día pasó normal, niños y adolescentes entraban y salían de la tienda en compañía de sus padres o amigos.

Las gemelas exploraban la tienda y miraban a todos los clientes curiosas y fascinadas.

A veces me veía en la necesidad de hacer algunos hechizos convocadores o para reparar cosas rotas y ellas me miraban con total asombro, eso de verdad que me daba mucha ternura y me llenaba de vida. Tenerlas conmigo me daba mucha paz y tranquilidad.

Ellas llegaron a mi vida para calmar la intranquilidad y ansiedad con la que había vivido casi 11 años, me llenaban de felicidad.

– Papi – escuche la voz de una de las niñas a mis espaldas, al escucharla decirme así sentí que casi me derrito de amor.

Volteé a verla – ¿qué pasa enana? – pregunté

– ¿Cuándo me enseñarás a volar? – su voz salió algo tímida

– Pues este fin de semana iremos a la madriguera, ahí les puedo enseñar a ambas – dije con una sonrisa imaginando a todos mis hermanos y a mí jugando con ellas quidditch.