130. Alma y Corazón

784 42 20
                                    

Fred POV

Los padres de Jill y yo estábamos esperando en esa espeluznante sala a que nos dijeran algo sobre Ji.

Sentía que algo malo iba a pasar pero trataba de alejar esos pensamientos de mi cabeza para no atraer a la mala suerte.

La madre de mi prometida estaba sentada mordiéndose las uñas y moviendo su pierna de arriba abajo, mi suegro al igual que yo estaba caminando por toda la sala.

Pasaron alrededor de unos treinta minutos cuando una mujer de mediana edad llamó a los familiares de Ji.

En cuanto mis suegros escucharon el nombre de mi prometida se acercaron a aquella mujer quien tenía un semblante de pena.

Al ver su rostro miles de ideas pasaron por mi cabeza pero rogaba al cielo por que ninguna de ellas fuera la correcta.

– ¿Padres de Jill? – preguntó la Doctora cuando nos vio acercarnos

– Si – respondieron Monica y Marco

La mujer de bata blanca se me quedó viendo y justo cuando iba a contestar la madre de Jill habló – Él es el prometido de mi hija – explicó

La mujer me miró como si estuviera viendo al chico más desafortunado del mundo y lo era pero en ese momento no lo sabía.

– Lo que les diré es algo muy difícil y tienen que tomárselo con calma – dijo la doctora en un intento de calmarnos. – La señora Winston, su hija – miró a Marco y a Monica – tuvo un accidente muy grave perdió mucha sangre y lo único que la mantenía con vida era el bebé que estaba esperando – dijo con pesar – Lo siento, la señora Wiston murió – dijo muy despacio.

Sentí como todo se quedaba en silencio y mi alrededor daba miles de vueltas. Traté de procesar lo que esa mujer había dicho pero me era imposible. Digo cómo vas a digerir una noticia así, como le vas a hacer entender a tu corazón que el amor de tu vida ya no va a estar. Que la persona con la que más te sentías a salvo se fue para siempre y te dejo desprotegido sin una pizca de esperanza. ¿Como?

Con incredulidad volteé a ver a mis suegros quienes estaban abrazados llorando, en ese momento me sentí tan solo y miserable.

– Hay otra cosa que deben de saber – habló la mujer mayor

Los tres volteamos en espera de que dijera lo que tenía para decir.

– El bebé sobrevivió – anuncio la mujer

Los tres miramos a la persona que portaba aquella noticia.

– ¿Cómo dice? – preguntó Marco

– Si, el bebé que la señora Wiston esperaba esta con vida, él era lo único que mantenía con vida a su madre – explicó

En ese instante recordé a nuestro hijo, me había olvidado completamente de él o ella.

En ese momento sentí una mezcla de emociones terribles. No sabía si estar feliz por tener a ese bebé conmigo, de que estuviera sano o si estar triste por haber perdido al amor de mi vida.

– ¿Puedo verlo? – pregunté con la voz rota

– Claro, venga conmigo – la dama de blanco comenzó a caminar y la seguí

Llegamos a una habitación donde había cunas pero solo había unos cuantos bebés.

Seguí a la mujer hasta que se detuvo en una especie de cápsula rectangular.

– Es un niño – dijo viendo a mi hijo y luego a mi.

Una débil sonrisa se forma en mi labios.

"Lo lograste, bonita" dije para mi mismo recordando que en una de las tantas noches que pase en casa de mi Jill, ella me confesó que quería tener un niño pero lamentablemente mi nena no lo sabrá jamás y nuestro bebé no conocerá a su maravillosa madre.

¿Por qué? (Fred Weasley)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora