128. Taxi

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Jill POV

Desperté sobresaltada gracias al gran trueno que retumbó en las paredes de mi habitación, volteé a ver a Fred quién aun seguía dormido.

¿Cómo es posible que sigas dormido?

Vi el reloj/despertador que estaba al lado de mi cama y vi que eran las 6:00 am así que trate de levantarme pero el brazo que Fred tenía enredado en mi alrededor me detuvo.

– ¿A dónde vas? – preguntó el chico a mi lado con su voz matutina

– Tengo que prepararme para el trabajo – respondí en un tono suave.

– No, quédate aquí – me pidió con su voz ronca

– No puedo cariño – dije acariciando su rostro el cual quise grabar en mi mente para verlo cada que quisiera.

Trate de grabar en mi memoria cada lunar, cada peca, cada pestaña, todo lo que lo conformaba quise guardarlo.

– No vayas a trabajar – volvió a pedir ahora pasando su mano por mi gran barriga de ocho meses.

– Vamos Freddie, tengo que ir – dijo tomando su mano – hoy recibo cargamento aparte es el último día que voy, quiero dejar todo en orden – explique entrelazando sus dedos con los míos

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– Vamos Freddie, tengo que ir – dijo tomando su mano – hoy recibo cargamento aparte es el último día que voy, quiero dejar todo en orden – explique entrelazando sus dedos con los míos

El suspiro pesadamente y me soltó. Me levanté para preparar la ropa que me pondría hoy y luego me metí al baño a darme una ducha.

Salí envuelta en una toalla, me pare en el umbral de la puerta del baño y desde mi posición mire la ventana. El día se veía oscuro debido a las nubes que cubrían por completo el cielo y además de eso estaba lloviendo a cantaros.

Me puse ropa algo cómodo y que me mantuviera abrigada porque lo más seguro es que allá fuera estuviera fresco.

Estaba mirándome en el espejo poniéndome algo de maquillaje cuando sentí unas manos enredarse alrededor de mi cintura

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Estaba mirándome en el espejo poniéndome algo de maquillaje cuando sentí unas manos enredarse alrededor de mi cintura.

Miré a Fred a través del espejo y sonreí.

– Te ves preciosa – dijo para después dejar un beso detrás de mi oreja.

Me quedé observando nuestro reflejo. Otra imagen que quería guardar en mi memoria para siempre. Él y yo nos veíamos tan bien juntos cosa que me llenó el corazón y para que decir que no si también me subía el ego.

Estuvimos así, mirándonos a través del espejo unos segundos hasta que Fred decidió que era hora de también prepararse para ir a trabajar.

Cuando terminé de maquillarme tomé mi bolso y metí en él mi cartera, mi varita, una goma para el cabello, el maquillaje que use hace un momento y un espejo.

– Me iré en taxi – le comenté a Fred quien venía saliendo del baño con la toalla cubriendo de su caderas para abajo.

Y ahí está otra imagen que quiero guardar en mi cabeza para toda mi vida. Me quedé viendo lo que para mí era el perfecto cuerpo de mi prometido.

No sé porque hoy me siento tan arraigada a querer guardar cada momento con Fred en mi memoria.

– Deja de mirarme pervertida – dijo Fred con una bonita sonrisa en sus labios.

Sacudí mi cabeza para salir de mi trance y le dediqué una sonrisa a boca cerrada.

– Me voy – dije acercándome a él para dejar un largo beso en sus labios.

El simple hecho de sentirlo me hacía derretirme y desfallecer de amor.

– Te amo – dije en un susurro cuando nuestro beso terminó.

Me quedé un momento pegada a él hipnotizada con su aroma natural. Luego de unos segundo me separe de Fred y tome mi bolsa para salir del cuarto pero antes de irme un ligero jalón en mi mano me hizo regresar y en cuanto los brazos del pelirrojo me alcanzaron este me envolvió en un cálido abrazó.

– Yo también te amo – dejo un beso en mi cabeza y luego me soltó.

⚝⚝⚝

Estaba de pie debajo del techo de la parada de autobús esperando a ver un taxi. Debido a mis grandes ocho meses de gestación me cuesta mucho trabajo conducir por lo que desde hace tiempo opte por usar taxis.

Pasaron unos diez minutos hasta que por fin subí a uno, le indiqué la dirección y el chófer arrancó.

El camino se veía tan gris debido a la lluvia y a la neblina, solo se veían las luces de los semáforos y de los otros autos pero además de eso no se veía nada.

El conductor iba tranquilamente sin prisas y con precaución. Vi una luz roja que indicaba que el auto debía detenerse y así lo hizo.

Narrador Omnisciente

Lo que Jill y el conductor del taxi no sabían es que el coche que venía detrás de ellos iba a una gran velocidad que aparte de no verlos detenidos y a que tampoco alcanzó a frena le dio un fuerte golpe al taxi en el que iba la embarazada. El impacto que recibió el auto amarillo fue tan fuerte que salio patinando hacia la otra calle pero justo cuando el chófer iba a asegurarse de que Jill estuviera bien un camión de carga se estampo justo del lado de la chica encerrando el auto entre un poste de luz y el vehículo pesado.

La cabeza de Jill golpeó la ventana haciendo que el cristal se hiciera añicos en segundos y dejándola inconsciente.

El taxi estaba hecho trizas, el conductor también estaba inconsciente al igual que la mujer que estaba en el asiento de atrás.

Las personas que habían visto el accidente se apresuraron a llamar a emergencias. Momentos más tarde se escucharon las sirenas de ambulancias y de agentes viales acercarse al lugar.

¿Por qué? (Fred Weasley)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora