Fred y Ji la noche anterior terminaron dormidos en el sofá pues estaban tan agusto platicando que la castaña se quedó dormida sobre el pecho del pelirrojo y este con tal de no molestar a su bella novia decidió quedarse ahí.
– Shh – calló Eri a George que venía hablando sobre lo que harían durante el día
– ¿Cómo que "sh"? – dijo el gemelo menor en un tono de indignación fingida
La pelinegra volteo a verlo con las cejas juntas y apuntó con la cabeza hacía donde estaban Fred y Ji.
– Ooh – volvió a decir George en un susurro cuando vio a la pareja dormida
Erika y George se dirigieron a la cocina para preparar el desayuno.
– Es la primera vez que veo a Fred tan tranquilo – habló el Weasley
– Si, pobres, ambos sufrieron demasiado – dijo Eri pensativa mientras hacía un movimiento de varita para llenar la tetera de agua – ya se merecían estar juntos – dijo la pelinegra en un suspiro
– Si, ¿y qué me dices de las niñas?, ya era hora de que también estuvieran con Fred. Bueno, ellas debieron estar en la vida de Fred desde que estuvieron dentro de Jill – masculló George con cierto resentimiento
Erika volteo a verlo con las cejas levantadas – Ella tuvo sus motivos para ocultarlo y sé que no estuvo bien pero sus buenas razones tuvo – defendió Eri
– ¿Te imaginas cómo hubiera sido todo si Jill le hubiera dicho a Fred que estaba embarazada? – el Weasley trataba de imaginar cómo hubiera sido la vida de su hermano si las cosas hubieran sido diferentes
– Sinceramente creo que hubiera sido un desastre – dijo la chica mientras servía agua caliente en las tazas
– ¿De qué hablas? – preguntó George buscando el té en la alacena
– Pues eso, ambos eran muy jóvenes y por mucho que se amaran ellos llegaban a un punto donde se volvían un poco tóxicos, imagínate que Zara y Lilit tuvieran que crecer con peleas tontas, hubiera sido horrible para ellas, por eso creo que Jill se lo ocultara a Fred fue lo mejor – explicó Eri
– Pero tal vez eso hubiera cambiado algo en ellos, yo creo que lo mejor era decirle a Fred y así ambos se ahorraban tanto sufrimiento porque tú mejor que nadie sabes lo que sufrió Ji y lo que sufrió Fred – contraataco George
– Tendrás razón, mira eso ya pasó, ahora estamos en el presente, ellos ya están bien, están juntos, ya no hay motivos para seguir recordando ese horrible momento en la vida de ellos – finalizó Eri
– Buenos días – se escuchó la voz matutina de Jill que estaba entrando a la cocina.
– Buenos días – saludo la pareja
– ¿Quieres té? – preguntó Eri
– Mhm – la castaña asintió con la cabeza
Erika preparó el té de Ji y se lo entregó
– ¿Hoy trabajas? – pregunto la pelinegra a su amiga
– Se supone – respondió después de darle un trago a su té – ¿por qué? –
– Tenía planeado vernos con las chicas como a eso de las 7:00, ¿puedes? – explicó Eri
– Si si, ¿donde nos veremos? – preguntó Jill
– Mmm... que buena pregunta, ¿qué te parece en la misma cafetería de siempre? – propuso Erika
– Me parece perfecto, ahí estaré a las 7:00 –
Jill, Eri y George siguieron conversando sobre la boda de la antigua pareja, la castaña estaba feliz por su amiga pero se preguntaba por qué habían tardado tanto en casarse, en fin es algo que solo ellos dos sabían.
La Winston se levantó de la mesa y se dirigió a donde estaban los platos, vasos y tazas sucios así que decidió lavarlos sin magia, Ji estaba muy acostumbrada a hacer las cosas sin magia.
– Vamos a darnos una ducha, ahora volvemos – habló Eri
Jill volteo la cabeza para verla – Si – le respondió con una sonrisa burlona a su amiga
La castaña siguió lavando y después de un rato sintió unos brazos rodear su cintura.
– Buenos días bonita – dijo Fred al oído de la chica y dejando un beso en su cuello.
Ella dejó los platos, se limpió las manos y se giró aún entre los brazos de Fred – Buenos días pelirrojo – después de decir eso le dio un casto beso a su novio. – ¿quieres café? – preguntó Jill
– ¿Servido por ti? – Ella asintió – claro – aceptó él
– Si sabes que me tienes que soltar para poder servir el café – dijo Jill con una sonrisa
– Claro que no, para eso tenemos magia – el pelirrojo con un movimiento de varita hizo que una taza volará hasta la cafetera de estufa está levito y vertió café en la taza azul de Fred después de eso la taza volvió con el pelirrojo que todo estuvo dando caricias a la castaña
– Te... tengo que... – la chica tragó saliva – que ir a darme un baño – tartamudeo en voz baja la Winston pues Fred la estaba mirando directamente a los ojos y eso la intimidaba
– Ve – dijo el pelirrojo con una sonrisa disfrutando del nerviosismo que le causaba en la chica
– Pues suéltame – dijo ella bajando la cabeza
Fred la dejó libre, Jill se fue a la habitación del gemelo mayor y se dirigió al baño, después de 20 minutos salió con una toalla enredada en su cuerpo y otra en el cabello.
– FREED – grito Ji.
El pelirrojo entró apurado a la habitación – ¿Qué pasa? –
– ¿Tengo ropa aquí? – pregunto la castaña tranquilamente.
Fred suspira de alivio – Creo que sí – el pelirrojo se dirigió a su guardarropa y sacó un vestido que Jill había dejado hace unos días.
Ella se lo puso y después se puso sus zapatos.
– Bien, me iré a la tienda, nos vemos en la noche – deja un beso en los labios del pelirrojo y después desaparece
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¿Por qué? (Fred Weasley)
FanfictionFanfic de Fred Weasley. +18 Jill una estudiante de Hogwarts, hija de muggles, va a iniciar sexto año y no sabe lo que le prepara el destino... sin duda ni ella se esperaba vivir tantos cambios en su vida. Este no es un fanfic como los que han leído...