108. Una mejor idea

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Narrador Omnisciente

– ¿Cómo han estado minimis? – preguntó el pelirrojo cuando se separó del abrazo

– Bien – contestaron ambas

– Me alegro, ya escuche de su bromas – dijo Fred orgulloso

– Hubieras visto, casi nos atrapan con la última...

Ambas niñas cambiaron de expresión y guardaron silencio al ver a su mamá no tan feliz como su papá.

– Je, solo fue una pequeña – trató de defenderse Zara 

– Si ma, no te enojes – Lilit hizo un tierno puchero que hubiera derretido a cualquiera pero no a Jill. Ella sabía de lo que eran capaces sus hijas.

– Hablaremos más tarde de eso señoritas – dijo aún seria – ¿ellos son sus amigos? – pregunto la castaña ahora con una sonrisa

– Oh si, ellos son Jake, Lauren y Teddy – los presento Lilit

– Teddy – saludo el Weasley con una sonrisa

– Hola tío – respondió el peliazul y se acercó a abrazarlo

Teddy estaba feliz de poder ver a uno de los gemelos Weasley, tenía tiempo que no los veía debido a que pasaba mucho tiempo en casa de su abuelo Ted Tonks.

– ¿Tío? – hablaron las tres Winston

– Larga historia – respondió el pelirrojo

– Bueno – dijo Ji dejando el tema de lado – Un gusto conocerlos – les habló a los niños

Todos asintieron y después de una breve conversación con los adultos, Jake, Lauren y Teddy entraron al gran comedor.

– Niñas, tenemos que hablar algo con ustedes – dijo Fred serio

Ambas niñas se preocuparon cuando vieron la expresión de su papá, voltearon a ver a su madre y la vieron que estaba igual o hasta mas seria.

– ¿Qué pasá? – pregunto una Zara temerosa

– Vamos a hogsmeade a comer y ahí hablaremos – habló Jill

Las gemelas asintieron con inseguridad.

La familia caminaron a la salida del castillo, se dirigieron al pueblo y se dedicaron a buscar un lugar tranquilo para poder hablar y pasar un rato agradable.

Encontraron un restaurante que se veía tranquilo así que decidieron entrar, buscaron una mesa y se sentaron los cuatro.

Las gemelas voltearon a ver a sus papás quienes aún seguían serios.

Por otro lado estaba Jill tratando de no reír por las caras de sus hijas que se veían muy asustadas.

La castaña sabía que a Fred se le había ocurrido gastarles una broma a las gemelas desde el momento en que vio su expresión.

– Bueno, las trajimos aquí porque su papá tiene algo que decirles – habló Ji

La mirada de las niñas pasó de la castaña al pelirrojo

– Si, bueno, esto que les voy a decir es difícil para mí y también lo será para ustedes – dijo sembrando más temor en las dos pequeñas pelirrojas.

– Habla ya – pidió Zara desesperada de la situación

Fred suspiro – Bueno, es que yo conocí a alguien y nos vamos casar, después de la boda nos iremos a vivir a Egipto – dijo con una media sonrisa – Ya no nos podremos ver tan seguido – dijo con pena

– Pero... – empezó Zara

– Tú quieres a mamá – continuo Lilit mirando a su papá con ojos suplicantes

La castaña volteo a ver a las gemelas con el ceño fruncido pues lo que dijo Lilit la tomó por sorpresa.

– Si ma, se les nota que ustedes se quieren – hablo Lilit

– Somos niñas pero no tontas – siguió Zara

Fred decidió dar por terminada la "broma" fallida y mejor reveló el verdadero motivo por el cual estaban ahí.

– Bueno, en realidad queríamos preguntarles ¿qué opinan sobre llevar el apellido Weasley? – preguntó Fred con una sonrisa esperanzadora

– ¿Como? – respondieron las niñas confundidas

– Pues si, su papá quiere que ustedes lleven su apellido, osea ya no serán Zara y Lilit Winston, serían Zara y Lilit Weasley – explicó Jill

Ambas niñas abrieron sus ojos de par en par, pues esa idea les gustaba, más no querían dejar de ser unas Winston.

– ¿Y no podemos llevar los dos apellidos? – preguntó Zara

– Claro que sí – respondió Fred – esa idea es mejor que la mía – dijo el pelirrojo con una gran sonrisa.

Sinceramente tener que compartir su apellido con el de Jill en el nombre de sus hijas le agradaba mucho.

La castaña volvió a ver a Fred con una gran sonrisa pues no se imaginaba que el pelirrojo fuera aceptar esa idea.

– Entonces ya está decidido – habló el padre de las pequeñas pelirrojas – en estos días vendremos por ustedes para agregar mi apellido a su nombre – sonrió

La tarde siguió normal, comieron, Jill conversó y reprendió a las gemelas por las bromas que habían estado hecho, Fred se llevó una parte de ese regañó por incentivar a sus hijas a seguir así.

Una vez que terminaron de comer decidieron dar un paseo por el pueblo mágico, entrando y saliendo de tiendas, pasando una agradable tarde familiar.

¿Por qué? (Fred Weasley)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora