¿Por qué? (Fred Weasley)

65. Peleas

Hoy en día las gemelas tienen 2 años con 6 meses, todo hasta el momento ha sido muy normal en la vida de ellas, son niñas que tanta alteración podría sufrir su vida.

Técnicamente nuestra vida ha sido siempre igual, despertar, ir a la tienda, los fines de semana salir a pasear, jugar, jugar y jugar... es de mis actividades favoritas, disfruto mucho de la imaginación de mis bebés.

Hace poco mi papá abrió una segunda tienda de música, de la cual yo soy la encargada junto a una prima. Como es de esperar obviamente llevó a las gemelas conmigo.

La tienda está dentro de un centro comercial, es divertido pero cuando las gemelas se escapan de la tienda para ir a la juguetería de al lado es un caos porque me asusto tanto que olvidó que existe esa tienda.

Ustedes no lo saben pero esas clones me han sacado unos buenos sustos a sus cortos dos años. Pues están en su etapa de querer explorar todo y cuando digo todo es TODO.

Hay veces que pelean como hoy y es por eso que ahora están sentadas con los brazos cruzados escuchando música de la banda que más odian, es mi forma de castigarlas.

Pero regresemos a cómo llegamos a este punto...

Horas antes

Como es de costumbre me desperté al sonar la alarma, Zara y Lilit aún seguían dormidas en mi cama así que decidí dejarlas dormir en lo que me bañaba y arreglaba.

Me levanté y entré al baño a ducharme... justo cuando iba a salir de la regadera escuche algo caer y el sonido venía desde mi habitación. Corrí a ver de qué se trataba, cuando llegue a la habitación vi la lámpara que tenía en la mesita de noche en el suelo y a las gemelas mirándose mutuamente con enojo

– ¿Qué pasó? – dije recogiendo la lámpara y esperando los gritos

– Es que msdnfiiserdfldansfedsñclefdijvj – empezaron a hablar al mismo tiempo y no les entendí nada

Solo sabía una cosa, estuvieron peleando, últimamente lo hacen mucho.

– Basta – pero seguían hablando – BASTA – eleve un poco la voz y de inmediato guardaron silencio – No quiero escuchar más, ya no las quiero escuchar pelear o les juro que les pondré el castigo más severo que nunca he puesto – vi como abrieron los ojos como platos – ahora a bañarlas – cuidadosamente bajaron de la cama y entraron al baño, me dispuse a seguirlas.

Le estaba tallando el cabello a Lilit cuando escuche a Zara hablar – Damelo Lilit – la pelirroja mayor extendió su mano.

– No – Lilit alejo el patito de hule del alcance de Zara

– Damelo, ES MÍO – se lo arrebato

– No es cierto el tuyo es verde – Lilit trato de quitárselo

– Lilit, cariño, el patito de Zara es lila no verde, Zara devuélvele su pato a tu hermana – ordene

– Que no, es mio –Zara abrazo al maldito pato que en este momento lo estoy odiando

No sé en qué momento las dos ya estaban jaloneando al condenado pato para ver quien se lo quedaba, les arrebate el pato de las manos y me miraron con el ceño fruncido

– Aaaah no, no me miren así o este pato se va por el retrete – suavizaron las miradas – ahora –puse el pato lejos del alcance las niñas – ahí se va a quedar hasta que yo decida regresarselos y para que no se sienta solo – fui a buscar el pato de Zara – el tuyo le hará compañía – deje a los dos juguetes juntos y regresé a ducharlas

– Mami – habló Zara

– Lo sentimos – le siguió Lilit

¿De cuando acá se complementan las frases?

– Ok, pero no les daré a los patos, se volvieron a pelear y tienen que aprender a que no deben de hacer eso – dije mientras las enredaba en las toallas

⚝⚝⚝

Íbamos caminó a la tienda, Zara y Lilit iban sentadas en sus sillas para bebés en la parte trasera

Gracias a que yo ya ganaba más dinero me pude comprar un auto y me era más fácil moverme por la ciudad.

(No me juzguen, amo el color rosa en los autos, aparte de que también el color fue elegido por las gemelas)

– Mami usica – habló Zara

Encendí la radio y puse el álbum de Red Hot Chilli Pappers

– Noooo, otle cue mami otle cueee – replicó Lilit que me estaba pidiendo música de Motley Crue

– No... papers – Zara le dio una mala mirada a Lilit

Estas niñas si que les gusta la música, a su corta edad se saben los nombres de las bandas que mas les gustan pero tenían bandas favoritas muuuuy distintas.

– Mamaaa otle cue – a este punto Lilit ya estaba gritando mientras que Zara iba cantando

– Aaaaay – escuche un grito

Miré por el retrovisor y vi a Lilit jalando el cabello de Zara quien también hacía lo mismo con el cabello de su hermana.

Aparqué el auto, quite la música y volteé hacia atrás – Ya basta – trate de que se soltaran – ¿qué les pasa?, ya dejen de pelear, por estar peleando ya no les voy a poner música – las vi a punto de replicar – no las quiero escuchar, se van a portar bien y si las vuelvo a ver pelear les voy a poner a Kiss – ellas y yo odiamos esa banda.

Abrieron los ojos ante mi amenaza y se acomodaron en sus asientos y seguimos el camino, obvio ya no puse música.

⚝⚝⚝

A esta hora del día es cuando más gente había en la tienda, mientras mi prima atendía a los clientes que preguntaban por algún álbum o cosas así, yo atendía la caja.

Cuando la tienda estuvo ya más o menos vacía llegó una chica con una camisa azul y traía a las gemelas agarradas de las manos, supe que la chica trabajaba en la juguetería por la camisa.

– ¿Ahora que hicieron? – dije esperando lo peor

– Solo tiraron algunos juguetes, nada grave solo que se estaban peleando por eso las traje – me sonrió amablemente

– De verdad lo lamento, no me di cuenta cuando se salieron, no te volverán a molestar, gracias por traerlas – las tome de las manos

– No te preocupes, me gusta que vayan a la tienda, me agradan mucho pero – se agacho a la altura de las gemelas – lo que no me agrada es que peleen – se levantó – nos vemos pronto – camino a la puerta

– Hasta luego – me despedí – ¿Cuantas veces le he dicho que no se salgan de la tienda?, allá afuera hay gente mala, ¿acaso quieren que se las roben y no volver a ver a su abuelos y tampoco a mi? y encima de que se escapan se pelean – camine con ellas hasta la parte de atrás del mostrador, donde había dos sillas pequeñas – siéntense ahí, están castigadas el resto del día – agarré un álbum de Kiss el cual para mi el peor y se los mostré

Abrieron los ojos que juro que casi salen de sus cuencas – NOOO – hablaron al mismo tiempo

– Siii, es su castigo – puse el álbum y se empezó a escuchar por toda la tienda.

Las gemelas se taparon los oídos a lo que yo subí más el volumen, reí de la mala mirada que me dieron.

Y así es como llegamos a este punto del día, con las gemelas enojadas por escuchar Kiss y yo riendo por mi forma de castigarlas.