70. Primer día de escuela

1.1K 68 14
                                    

Hoy en día las gemelas tienen seis años, hace meses que las inscribí en el preescolar para que fueran aprendiendo más cosas de las que yo les he enseñado y también conozcan a más niños.

A decir verdad las clones están bastante emocionadas con ir a la escuela y eso me hace feliz, pensé que no les gustaría la idea ya que están acostumbradas a estar 24/7 conmigo en la tienda o en casa.

En este momento estoy bañándolas para vestirlas y llevarlas al plantel.

Salimos del baño y corrieron a su cuarto – No corran, se van a resbalar – dije caminando tras ellas

Vi a Zara abriendo y cerrando cajones buscando ropa, Lilit de inmediato imitó su acción

– Mami, ¿me puedo poner esto? – me pregunto Lilit mostrándome un overol, unas medias de colores, una blusa que hacía juego con las medias y una botas de lluvia 

Sinceramente la combinación se me hacía chistosa pero les prometí que ellas podían elegir su ropa.

– ¿Estás segura, nena? – asintió con la cabeza – Bien, ven, te ayudo a vestirte – camino hacia a mi y la comencé a vestir en lo que Zara buscaba su ropa

– Yo me pondré esto – me mostró un vestido azul con mangas de colores, unas medias franjas blancas con negro y unos converse rosas – Lilit, ¿me prestas tus zapatos? – preguntó refiriéndose a los converse

– Si – hablo Lilit a quien estaba tratando de peinar pero no se dejaba – Mami, dejame el cabello suelto – se alejo de mi

Solté un suspiro – Ok, ven Zara te ayudo – ella se acercó a mí y comencé a vestirla

– Mami, ¿me haces dos coletas? – me preguntó cuando terminé de ponerle la ropa.

– Claro que si – agarre el cepillo y comencé a peinarla

Cuando terminé, fui a mi cuarto por la cámara para capturar este momento, a mi parecer se veían hermosas y tiernas.

– Muy bien, es hora de irnos, ¿sus mochilas? – las vi correr cada una a su cama

– Aquí – se las colgaron en la espalda y bajamos a la sala donde estaban mis papás

– Pero que hermosas niñas – habló mi padre

– Nosotras escogimos la ropa, abuelo – habló Lilit emocionada

– Es obvio que si, su madre nunca las vestiría así de bonito – les dio una sonrisa

– Verdaaaad – afirmó Zara

Reí para mis adentros ante la revelación de mi pequeña hija, ahora no le gustaba que yo la vistiera.

– Vayan a desayunar – corrieron a la mesa y les serví cereal para que comieran antes de irnos, ellas a la escuela y yo al trabajo.

Cuando terminaron se lavaron los dientes y después subimos al auto para ir al preescolar, íbamos escuchando música y cantando hasta que llegamos.

Bajé del auto para ayudarlas a bajar, caminamos hasta la puerta donde estaba una señora que recibía a los niños.

– Buenos días – miro mi auto, luego a las niñas y después a mi. Esa mujer estaba juzgando a mis hijas y a mí con la mirada y les juro que me dio un coraje.

– Buenos días – puse mi mejor cara – Son Zara y Lilit Winston – trate de sonar lo más agradable que pude

– Oh si claro, adelante, su salón es el de puerta naranja – apuntó en dirección al aula – puede entrar a dejarlas, si gusta

¿Por qué? (Fred Weasley)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora