100. Esta de mas

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Jill POV

La cita con Fred fue muy divertida, al inicio nos costaba encontrar de qué conversar pero con el pasar de las horas todo fue muy fluido y risas no faltaron. 

Si, bueno pero fue ayer. Hoy tenía que ir a la madriguera a hablar con su madre y quizás conocer más a sus hermanos y cuñadas y cuñado ya que como es domingo todos se daban cita en la casa de los padres Weasley.

– Hola – salude a la gran familia Weasley. 

Yo iba por delante seguida de Fred. 

– Familia – dijo el pelirrojo que me acompañaba en forma de saludo

Saludos de “hola, ¿que hay?, hey” salieron de las bocas de los incontables miembros de la familia.

– Ahí está el pequeño James – dijo Fred acercándose a la pelirroja que cargaba a un pequeñito bebé  

El gemelo mayor cargó a James en brazos y se acercó a mi. 

– Hola – el pelirrojo movió la pequeña mano del bebé – ¿Quieres cargarlo? – me pregunto 

Lo miré pensando en mi respuesta, ya que no quería incomodar a la madre del pequeño. 

– ¿Puedo? – pregunté refiriendo a la menor de los Weasley 

Ella dudosa asintió. Fred me pasó al niño y yo quedé maravillada con él bebesito. 

– Le agradas – dijo el pelirrojo al ver una débil sonrisa en el rostro de James

Volteé a ver al pelirrojo con una sonrisa. 

– La cena esta lista – escuché la voz de la mamá de Fred 

Volteé a ver en dirección de donde venía la voz y vi a la señora Weasley parada en la entrada de la cocina. 

– Vamos – dijo Fred colocando una mano en mi espalda baja y caminando

Una vez en el comedor le entregué a James a su madre y me senté entre Fred y George. La señora Weasley comenzó a servir la cena y momentos después ya estábamos todos comiendo.

Todos en la mesa conversaban y yo solo escuchaba o mantenía fugaces conversaciones con Fred y George ya que pues no me sentía con la confianza como para interactuar con el resto de la familia.

Cuando todos estábamos por levantarnos la señora Weasley me detuvo haciéndome quedar en el comedor solo con ella. 

– Jill… creo… – se detuvo un momento, como si le costara hablar – yo te debo una disculpa – dijo finalmente 

Aunque yo sabía el motivo por el cual la matriarca de los Weasley quería hablar conmigo sus palabras no dejaron de sorprenderme.

– No es necesario que se disculpe, señora Weasl… –

– Claro que lo es, yo tome una actitud muy horrible al tratarte de esa manera, a demás te juzgue sin pensar en todo por lo que habías pasado al criar a tan maravillosas niñas tu sola – dijo sonriendo 

– Entiendo, no justifico lo que hizo, sin embargo entiendo sus motivos, digo no es fácil saber de la noche a la mañana que alguien tuvo a las hijas de tu hijo en secreto durante tantos años, créame yo me he arrepentido de todo lo que hice pero aunque pudiera regresar en el tiempo no cambiaría nada de lo que hice porque todo eso formó a la mujer que ahora está frente a usted – dije pasivamente 

– Claro y como mujer reconozco que eres admirable, mira que criar, no a una, si no a dos niñas y trabajar a la vez no ha de ser cosa fácil… y dejame decirte que la manera en que educaste a esas niñas es sorprendente, eres muy buena madre Jill. – 

– Gracias, señora Weasley – sonreí – yo solo hice lo mejor que pude – 

– Si que lo hiciste – dijo – Creo que ya está demás decir que eres más que bienvenida a esta casa – dijo en una risilla.

– Gracias, señora Weasley – dije amablemente 

– No agradezcas

¿Por qué? (Fred Weasley)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora