– Les dije que no se mojaran porque hace frío – dije mientras tomaba la temperatura de las clones
– Mami... – fue interrumpida por un estornudo
– ¿Es que como se les ocurrió? – estaba enojada pero mi preocupación era más
Un día antes Zara y Lilit estaban muy tercas con que querían jugar en el patio con la manguera a lo que yo les dije que no porque el clima estaba fresco y se podrían enfermar. Claro que como se parecen más a su papá que a mi pues me desobedecieron y mientras yo me bañaba, ellas estaban felices de la vida mojándose en el patio.
Miré el termómetro que marcaba 40° y 39°, eso era mucho para unas niñas de cuatro años, me levanté – Vengan – no se movieron, mis niñas se veían muy débiles.
Baje a la sala donde estaban mis papás – Pa, me puedes ayudar a bajar a Zara, las voy a llevar al doctor.
– Si – se levantó y subimos al cuarto de las gemelas.
Cargó a Zara y yo a Lilit para bajar de nuevo, salimos y subimos a las clones en la parte trasera del coche. Subí y manejé hasta el consultorio de Carl el cual también resultó ser pediatra y él atendía a las minis Weasley cuando se llegaban a enfermar.
Él y yo formamos una agradable amistad, de vez en cuando iba a la casa a ver a las clones o yo las traía a su consultorio para que las viera. Las niñas lo querían mucho y Carl a ellas, eso me agradaba.
Baje y a como pude cargue a las dos niñas, entré a la pequeña clínica.
– Hola, ¿Está el doctor Manning? – pregunté a la recepcionista
– Un momento, por favor – se levantó y caminó a donde estaban los consultorios, después de unos segundos volvió seguida por Carl.
– Hola – lo salude
Se acercó y me ayudó cargando a Lilit – Tiene fiebre – le expliqué
– Ven – caminó hacia su consultorio – ¿Desde cuando están así? – me pregunto mientras examinaba a Lilit
– Amanecieron así – expliqué todo lo que pasó ayer
– ¿Le diste alguna medicina? – ahora estaba revisando a Zara
– No, solo les di un baño tibio ayer, justo para evitar esto y pero ya ves – estaba que me comía las uñas de la preocupación
– Tranquila Jill, no es grave, solo dales estos antibióticos cada 6 horas durante 5 días y se pondrán bien – escribió en la receta y luego me la entregó – Y ustedes dos, obedezcan a su madre – les dijo a las gemelas
– Sii – contestaron con un hilo de voz al mismo tiempo
– Bueno – me miro – Más tarde voy a tu casa para ver como siguen las copias – se refería a las gemelas
– Si, esta bien, muchas gracias Carl – suspire aliviada – nos vemos mas tarde – le di una sonrisa
Me acerque a la camilla y cargue a Lilit, apenas iba a cargar a Zara cuando Carl me detuvo – Yo la llevo – la cargó y caminamos hasta el coche.
Acomodé a Lilit en su asiento y luego recibí a Zara en brazos para hacer lo mismo – Gracias, nos vemos – subí al auto y regresé a casa
Mi madre me ayudó a bajar a las gemelas del auto y las llevamos a su cuarto para que durmieran.
– Voy a ir a comprar las medicinas, ¿las podrías cuidar un rato? – hablé en un susurro mientras las acomodaba en sus camas.
– Si, no te apures, ve – dijo mi mamá susurrando
Deje un beso en la cabeza de mis hijas y baje para volver a salir de la casa e ir a la farmacia, compre las medicinas y regrese a casa.
Entre la casa y subí al cuarto de las gemelas – Nenas, hora de tomar sus medicamentos – vi como se removieron más no despertaron.
No se como explicar el sentimiento que sentí en ese momento al ver a mis pequeñas pelirrojas tan apagadas por estar enfermas.
Obvio ya se habían enfermado antes pero nunca de esta manera, ella aunque se enfermen siempre andan de arriba a abajo jugando y cuanta cosa más y ahora están en cama dormidas sin querer despertar.
Me senté a la orilla de la cama de Lilit – Princesa, vamos, despierta, solo toma tu medicina, por favor – hablé quitando el cabello que tenía en la carita.
La ayudé a sentarse y me preparé para darle el medicamento, mi bebé nunca abrió sus ojitos, solo consumió la medicina y se volvió a dejar caer en su cama.
Repetí la acción con Zara, ella si abrió sus ojos pero se veían apagados, tomó el antibiótico y se tiró a la cama.
Las tapé con una ligera sábana y salí de la habitación para ir a la cocina a prepararles algo de comer.
Minutos más tarde escuche el timbre de la puerta, deje de hacer lo que estaba haciendo y fui a abrir.
– Hola – saludo Carl
– Hola, pasa – me hice a un lado para que entrara
– ¿Cómo siguen? – pregunto mientras me seguía a la cocina
– Pues desde que llegamos están dormidas, no querían comer – explique mientras lavaba los platos
– Es normal, nunca se habían enfermado de esa manera, lo se yo que soy su doctor – dejó ir una ligera risa
– Lo sé, es que... – sentí un nudo en mi garganta – se ven tan débiles y no lo soporto – lágrimas involuntarias salieron de mis ojos
– Hey, hey, hey, tranquila, van a estar bien – escuche como caminaba hasta mi, me dio la vuelta y me abrazo – te lo prometo – acaricio mi cabello
– Lo siento – dije limpiando mis lágrimas – es solo que son lo mejor que tengo y me duelen – solté en un hilo de voz.
Y también son lo único que tengo del hombre que amo
Así pasaron los días, Carl venía de vez en cuando a casa a ver a las clones, comíamos juntos, las niñas cada vez estaban mejor y regresaban a su habitual energía.
Por fin me sentía más tranquila.
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¿Por qué? (Fred Weasley)
FanfictionFanfic de Fred Weasley. +18 Jill una estudiante de Hogwarts, hija de muggles, va a iniciar sexto año y no sabe lo que le prepara el destino... sin duda ni ella se esperaba vivir tantos cambios en su vida. Este no es un fanfic como los que han leído...