T R E S

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Al día siguiente, la rubia estaba en Riverdale High. Era su hora de descanso así que solo pensó en ir al azul y oro.

Al entrar, notó que el único adentro era el pelinegro, el cual suspiró al verla de nuevo, ya que había almorzado junto a él y Toni.

- Tu otra vez... -murmuró él.

- Si...

- ¿Que haces aquí?

- Pues, soy parte del azul y oro... -dijo obvia.

- No, no lo eres.

- Oh, entonces quiero serlo. -sonrió y el suspiró.

- ¿Tú? ¿En el azul y oro? -soltó una risa sin gracia. - Claro...

- Si, soy muy buena en esto, créeme. -dijo con suficiencia. - Mañana te traeré algunos ensayos hechos por mi...

- Bien.

- Aún así, ¿Puedo quedarme mientras tanto?

- Aja...

Ella se sentó en una silla frente al peliengro, el cual continuo escribiendo concentrado en su laptop.

- Entonces... ¿Por qué nos odiábamos? 

- Últimamente eres más rara de lo normal... -el murmuró.

- De verdad lo pregunto, es que... Lo olvidé. -dijo la primera excusa que se le ocurrió.

Jughead suspiró, desviando su vista de la laptop hasta ella y notó su mirada, de alguna manera notando que lo preguntaba en serio.

- Porque tus amigos y tú siempre nos hicieron Bullying a Toni y a mí, hasta que llegaron las serpientes, al parecer les dimos miedo y simplemente nos odiabamos. Cómo sabes, las serpientes y los bulldogs son enemigos a muerte, por lo que tu novio está incluido.

- Archie no es mi novio, ¿Cuando lo van a entender? -dijo con asco.

- Eso parece. -se encogió de hombros.

- Bien, Archie y yo ahora somos amigos, Verónica solo es una... compañera más, no mi mejor amiga y los demás, los bulldogs y los "populares" no son mis amigos. Siento todo lo que te hice todos estos años...

- Es raro que de un momento a otro no lo recuerdes y que por arte de magia, ahora seas amable y quieras ser nuestra amiga, parece que te burlas de nosotros.

- No lo entenderías. -suspiró. - Como sea, ¿Me puedes dar tu número?

- ¿Para..? -preguntó confundido.

- Para tenerlo y ya. Se supone que ahora somos amigos, ¿No?

- Creo que te adelantas a los hechos muy rápido, rubia.

- Bien, solo somos compañeros de clases y pronto también de azul y oro, pero... Igual me darás tu número.

- Bien... -el asintió rodeando sus ojos. Rápidamente lo anotó en un papel y se lo tendió. Ella sonrió tomándolo.

Ese mismo día en la tarde, la rubia entró a su casa luego de regresar de la escuela, y vio a su hermana y a su madre sentadas en la mesa, luciendo un tanto ansiosas con un sobre frente a ellas.

- ¡Volviste! -exclamó Polly sonriente.

- ¿Por qué tanta emoción? -preguntó confundida.

- Ya llegó la respuesta de Yale... -murmuró Polly, señalando el sobre sobre la mesa en el cual se leía su nombre.

- ¿Yale?

- Si, para saber si me aceptaron o no...

- Oh, cierto. Lo había olvidado. -soltó una risa, aunque claramente no recordaba aquello, si es que antes lo sabía. - Entonces... Ábrelo.

- Si... -murmuró con nervios, tomando el sobre entre sus manos y su madre le sonrió amable, dejando una mano sobre su hombro.

- Sea cual sea la respuesta, te apoyaremos siempre, Polly. -murmuró Alice dedicándole una cálida sonrisa que la calmó un poco.

La rubia rápidamente abrió el sobre y sacó de este una hoja de papel, leyendo atentamente.

- ¿Y? -Betty preguntó ansiosa.

- Me aceptaron. -murmuró en shock. - ¡Me aceptaron! -rapidamente se levantaron de la mesa y se abrazaron las tras.

- Te lo mereces, Polly. -Betty le sonrió.

- Estoy tan orgullosa de ti... Felicidades, linda.

- Gracias mamá. -sonrió con lágrimas. - Dios, que emoción. Iré a... Decirle la noticia a las chicas.. -sonrió, tomando el sobre y alejándose para subir las escaleras.

- Preparé galletas hoy también, ¿Quieres? -Alice le sonrió a la rubia.

- Claro...

Ese mismo día en la noche, la rubia se preparaba para salir. Notó que todo en su clóset eran solo prendas de colores claros, rosa, celeste, lila.

¿Acaso en ese universo ella no usaba nada negro?

Dejó dos toques en la puerta de su hermana y esta abrió luego de unos segundos.

- ¿Tienes algún top negro que pueda usar? -preguntó, con una mueca.

- ¿Negro? -sonrió, algo confundida.

- Si, quiero hacer algunos cambios...

- Si tengo. -rapidamente lo tomó de su ropa y se lo tendió. - Y luego iremos por más ropa al centro comercial para que hagas ese cambio realidad. -le guiñó un ojo y Betty sonrió para ir de nuevo a su habitación.

Tomó un pantalón negro que encontró entre su ropa y unas Vans del mismo color. Se maquilló ligeramente y peinó su cabello, dejándolo caer libremente en sobre sus hombros.

Extrañaba su cabello largo.

Al bajar las escaleras, vió a su madre leer en el sofá de la sala la cual frunció el ceño el ceño al verla.

- ¿Saldrás? -preguntó confundida.

- Si...

- ¿A donde? ¿Por qué tan tarde?

- Solo iré a Pop's... Es que no tengo sueño. Además es viernes, mamá. Mañana no debo ir a la escuela.

- ¿Okay? -dijo confudnida. - Ve, y no vuelvas muy tarde...

- Bien. -estaba por caminar a la puerta pero retrocedió algunos pasos. - ¿Me prestas tu auto? Es que no quiero caminar...

Alice asintió y ella tomó las llaves para salir de la casa, subiendo al auto y lo encendió, comenzando a conducir.

































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| A strange universe || Bughead || +18 |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora