T R E I N T A I U N O

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Una semana después, el pelinegro y la rubia entraron a una hermosa cabaña en medio de la isla.

- No puedo creer que estamos en Bora Bora. -sonrió la rubia, juntando sus manos con emoción.

Jughead sonrió, quitándose la camiseta y sus pantalones, para tomar unos shorts de su maleta.

- ¿Entramos al agua o que? -sonrió.

- ¿Ahora? -enarcó una ceja.

- Por supuesto, tonta.

Ella soltó una risita.

- Deja me pongo mi bañador.

- O vas desnuda. -ella le dió una mala mirada. - Bien, desnuda no. -subió sus manos en el aire simulando inocencia y ella rodeó sus ojos mientras negaba.

Luego de unos minutos la rubia abrió la puerta del baño y tenía un traje de baño de dos piezas, las cuales eran de color negro y le lucía muy bien.

El pelinegro solo tenía sus shorts y la tomó de la cintura.

- Que hermosa mi esposa. -acarició mi mejilla.

- Si soy. -dijo y el soltó una risa. Ambos caminaron a una pequeña terraza de la cabaña, la cual tenía salida directa a la cristalina agua.

La rubia bajó lentamente y sonrió, levantando su cabeza y el sol pegó directamente en su cara.

- ¿Que hice para tener una esposa tan hermosa? -preguntó el pelinegro contemplándola con una sonrisa y ella desvió su mirada sonrojada.

- Juggie basta. -soltó una risita nerviosa.

- Actúas como si nunca te dijera cosas así. -dijo divertido.

- Me pones nerviosa.

- Y te ves más tierna. -sonrió, tirándole agua y ella abrió su boca indignada.

- Tonto. -le dijo, tirándole aún más agua.

- Huye o te haré tragar agua, Elizabeth. -el dijo retador y la rubia empezó a nadar lejos mientras el la seguía.

Tomó su pie derecho y la atrajo a él. Le dio media vuelta y unió sus labios en un beso para luego hundirlos juntos bajo el agua.

Al volver a la superficie, ella respiró tomando aire y el soltó una risa cuando le pegó en el hombro.

- ¡Tonto! ¡¿Me quieres matar?! -gritó, quitando el agua de sus ojos y su cabello de su cara.

- De amor. -dijo divertido y ella rodeó sus ojos.

- Tengo hambre. -admitió la rubia de repente.

- Amor comimos hace como 1 hora. -el soltó una risa.

- Pero tengo hambre. -le dedicó una mala mirada y el soltó una carcajada.

Al día siguiente, ambos se encontraban en un bote junto a un chico el cual conducía este. Estaban por probar el Parasailing, en el cual atan un paracaídas al bote y puedes disfrutar la vista desde lo alto.

La rubia lo haría primero pero estaba un poco nerviosa.

- Vamos Betts, no es peligroso.

- Pero no me gustan las alturas. -se quejó con nervios.

- La vista será estupenda, ve. -ella asintió dudando y el besó sus labios.

| A strange universe || Bughead || +18 |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora