Elizabeth Cooper y Jughead Jones, han sido novios durante casi toda la preparatoria, y además reyes serpientes.
Un día, ambos estan participando en una carrera amistosa cuando de un momento a otro, la rubia despierta luego de un "raro sueño".
La rub...
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bettycooper ¿Ya vieron que sexy es? Sexy y mío.
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sweet.pea el verdadero quién pudiera 😈😍🥵 @jug.jones
bettycooperaléjate de mi hombre
👤 jug.jones
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jug.jones te amo tanto @bettycooper
bettycooper te amo, Juggie ❤️
Ambos llegaron al restaurante del hotel el cual se notaba ser de lujo, al igual que el resto del hotel.
- Bonne nuit, j'ai une réservation, je m'appelle Jughead Jones. -dijo el pelinegro, a uno de los trabajadores del restaurante. (Buenas noches, tengo una reservación, mi nombre es Jughead Jones).
Este asintió y bajó su vista a lo que parecía una lista frente a él y asintió.
- Bien sûr, avancez. -asintió, abriendo su brazo derecho en señal de que eran bienvenidos al lugar. (Por supuesto, adelante).
Ambos le dedicaron una sonrisa amable al señor y este correspondió.
Al alejarse, Jughead rodeó la cintura de la rubia mientras seguían a uno de los camareros que los guiaba a su mesa.
- Estuve practicando mucho tiempo como decir eso. -murmuró divertido en el oído de la rubia.
- ¿Mucho tiempo? -enarcó una ceja.
- Bien, solo desde que compre los boletos. -soltó una risa y ella también.
Al llegar a su mesa, el pelinegro rodó la silla de la rubia para que se sentara y esta lo hizo, después el en la silla frente a la rubia.
- Nena, luces realmente hermosa. -le sonrió, entrelazando sus manos sobre la mesa y ella sonrió, sonrojada.
Estaba por responder pero uno de los camareros le interrumpió, tendiendoles la carta y preguntando que deseaban pedir. Ambos pidieron su comida y luego de un rato, ya estaban comiendo.
- Betts, deberíamos considerar mudarnos aquí solo por la comida. -dijo haciendo reír a la rubia.
- Que raro Jughead Jones pensando solo en comida. -dijo, simulando estar pensativa y el rió.
- Y en ti, preciosa. -le guiñó un ojo divertido.
- ¿Cuento cómo comida, en este caso? -preguntó divertida y el pareció pensarlo.
- No lo había pensado, pero creo que si. -ambos soltaron una carcajada.
- Juggie, al volver a casa tendré que hacer muchas cosas de la universidad. -se quejó.
- No te veo nada preocupada.
- No lo estoy. -negó. - Pero cuando lleguemos estaré muy estresada.
- Pues, yo adelanté muchas cosas antes de viajar.
- Es injusto, tu ya sabías.
- Linda, compre los boletos un día antes de decirte. -se cruzó de brazos mirándola con diversión y ella rodeó sus ojos.
- De igual forma es injusto.
- Como tú digas, nena. -se encogió de hombros y soltó una risa.
- Dijiste que me tenías una sorpresa y ya terminamos la comida. -habló después de unos segundos.
- ¿No tienes paciencia, cierto? -ella negó con una sonrisa y Jughead se levantó de la mesa, estirando su mano hacia ella.
La rubia la tomó y el la guió hasta el ascensor del hotel, marcando el último piso.
Besó sus labios lentamente mientras esté subía y ella sonrió.
- Estás tenso, Jug. -dijo masajeando sus hombros a través de la tela del traje negro.
- Un poco. -se encogió de hombros.
- ¿Debería preocuparme?
- Para nada. -negó, poniendose tras ella y tapando los ojos de la rubia con sus manos cuando notó que solo faltaban 2 pisos para llegar al último.
- ¿Por qué me tapas? -se quejó.
- Para que no veas. -dijo obvio.
Ella suspiró, y cuando las puertas se abrieron, con total cuidado Jughead la guió fuera del ascensor, caminando hasta el centro de la gran terraza desde la cual se veía la torre Eiffel.
Toda la terraza estaba adornada con rosas rojas y velas, formando así un ambiente totalmente romántico.
La dejó de espaldas a él, de manera que veía la torre y le habló al oído antes de quitar sus manos.
- Quiero que voltees cuando yo te lo pida, ¿Si? -ella asintió. - Bien... -murmuró un poco nervioso, quitando sus manos y ella sonrió ante la hermosa vista.
Tomó una profunda respiración algo temblorosa por su nerviosismo y empezó a hablar.
- Elizabeth Cooper, eres y siempre serás la persona a la que más amo. Eres el amor de mi vida, la luz de mis ojos, mi mejor amiga y mi compañera en todos mis momentos, buenos o malos.
Suspiró, un tanto nervioso pero continuó hablando.
- Quiero tenerte siempre conmigo y que seas tú con la que pase el resto de mi vida, porque te amo, como no tienes idea. -murmuró, arrodillándose tras ella y sacando la pequeña cajita de terciopelo negro.
La abrió y habló una vez más.
- Puedes voltear. -ella lo hizo, y rápidamente llevó sus manos a su boca, totalmente sorprendida. Sus ojos estaban cristalizados al igual que los del pelinegro. - ¿Quieres casarte conmigo? -murmuró, con la voz entrecortada.
Ella rápidamente asintió. - ¡Si! -exclamó. - Por supuesto que si... -murmuró lo último con una sonrisa, el le puso el anillo, para levantarse y tomarla de la cintura, uniendo sus labios en un apasionado beso.
Al separarse, unieron sus frentes y sus narices, el limpió delicadamente las lágrimas de la rubia y cerraron sus ojos.
- Te amo tanto, Jug. -murmuró.
- Y yo te amo a ti, nena. -murmuró una vez más antes de unir sus labios en otro beso.
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Se viene boda Bughead gente.
Esperen... -reacciona- ¡Se viene boda Bughead!
Díganme, ¿Les gusta eso de las publicaciones de Instagram? ¿Quieren que continúe con eso?
