T R E I N T A I N U E V E

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- Veamos... -murmuró la doctora, pasando el pequeño aparato por el vientre de la rubia.

Abrió su boca sorprendida y luego les sonrió a ambos. La pareja que tenía sus manos entrelazadas levantaron su ceja con interés.

- ¿Que? -preguntó Betty ansiosa.

- Ustedes están esperando gemelos. -les sonrió a ambos.

Ellos abrieron sus bocas en una O y Jughead sonrió besando sus labios.

- Miren. -señaló la pantalla.

Ambos tenían sus ojos cristalizados y Jughead acarició la mano de Betty, mirando la pantalla con ilusión.

- Ya tienes 18 semanas y todo está perfectamente bien. -le sonrió. - Debes continuar con tus vitaminas y mantener un leve reposo, no hacer mucha fuerza ni esforzarte.

- ¿Escuchaste eso? -Jughead le dijo a la rubia sonando retador y esta rodeó sus ojos.

Desde el momento que él supo de su embarazo, se había vuelto muy sobreprotector con su esposa.

Quería mantenerla en una cajita de cristal para que no se dañara ella, ni a su bebé. O... A sus bebés. Aunque claramente no podía mantenerla así, hacia lo posible por cuidarla.

Pero la mayoría de las veces se sobrepasaba y Betty estaba cansada de pasar la mayor parte del día en su cama.

- Eso no significa que debo estar acostada todo el día, ¿Cierto, doc? -le sonrió a la doctora y esta rió.

- Exacto. -asintió. - Debes caminar un poco y hacer algunos ejercicios que te estaré diciendo para evitar dolores de espalda y en la pelvis. Cuando tu pancita crezca más lo entenderás.

Betty asintió y luego de un rato, ambos salieron del hospital.

- Debemos hacer las compras, Juggie. Olvidaste hacerlas ayer y no hay comida. -soltó una risita.

- Lo siento, amor. -se disculpó con una mueca. - Estaba exhausto. -dejó su mano en el muslo de la rubia mientras conducía.

- Lo se. -asintió. - Pero no importa, vamos ahora. -le lanzó un beso y el sonrió.

Pasaron unos pocos minutos y ambos bajaron del auto entrando al supermercado. El pelinegro rodaba el carro mientras seguía a la rubia quién dejaba todo lo necesario dentro de este.

- Juggie... ¿Puedo comprar gomitas? -preguntó con un puchero. - Y galletas, y chocolates, y helado... -comenzo a enumerar con sus dedos y el soltó una carcajada.

- Por supuesto mi vida. -asintió.

Ella junto sus manos sonriendo con emoción y tomó un poco de todo lo que había nombrado, para luego continuar por el pasillo de los vegetales y las frutas.

- Bien, creo que eso es todo... -sonrió de lado.

- Falta la leche. -el dijo y ella abrió sus ojos como platos.

- ¡Cierto! Y el cereal.

- Espérame aquí, yo lo busco. -ella asintió y luego de unos minutos el regresó y dejó ambas cosas dentro del carro.

Luego de pagar y embolsar todas las compras, regresaron a su casa.

- Yo ordeno todo. -el le dió una mala mirada. - Siéntate. -le pidió. Ella suspiró sentándose frente a la mesada mientras veía como el ordenaba todo en los estantes de la cocina.

Al terminar, se acercó a la rubia y acarició su mejilla.

- Sabes... Ya deberíamos comenzar a acondicionar la habitación, ahora de los niños. -sonrió. - O las niñas.

Ella soltó una risita y asintió.

- Y comprar ropa, biberones, y todo lo que un bebé necesite. -enumeró con sus dedos.

- ¿Por qué parece que estás más emocionado que yo? -soltó una risa.

- No lo sé. -se negocio de hombros. - Pero no puedo esperar...

Ella bajó su mirada y luego lo miro a los ojos.

- Estoy un poco asustada, Juggie. -admitió.

- ¿Por qué? -murmuró.

- Porque... Sinceramente no sé si seré una buena madre, algunas veces no me soporto a mí misma, ¿Como podré con otro ser humano a mi cargo? -murmuró. - Y ahora sabemos que son dos. -soltó otra risita acariciando su panza.

El la abrazó y besó su cabello.

- Linda, he pensado lo mismo demasiadas veces. -admitió. - Pero se que podremos, siempre podemos si lo hacemos juntos, ¿Cierto? Ningún padre o madre viene aprendido, ningún bebé llega con un manual, vamos a aprender con el tiempo y claro que vamos a cometer errores, pero de ellos se aprende y haremos lo posible por ser los mejores padres que esos porotitos podrían tener. -ella soltó una risa por la palabra.

Betty asintió y el limpió una pequeña lágrima que de deslizó por su mejilla.

- Lo lograremos, ¿Bien? -ella asintió y el besó su frente. - Preciosa. Solo piénsalo, que sean dos hermosas niñas como tu. -hizo un puchero. - Me muero de amor.

- Creí que el Juggie tierno estaba en el otro universo. -dijo divertida y el le dió una mala mirada.

- Tonta. -le mostró su lengua. - Voy a preparar la cena. -ella asintió y el pelinegro volvió a la cocina.



























Holis

¿Cómo están?

Puede que publique un One shot por San Valentín (tarde pero seguro) hoy, pero no prometo nada.

Bye! ✨

| A strange universe || Bughead || +18 |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora