C U A R E N T A

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La rubia ya estaba en su séptimo mes de embarazo. Su panza ya era bastante grande y literalmente se odiaba a si misma, pero el pelinegro siempre afirmaba que lucía muy bien con su panza así.

- Juggie, por favor. -pidió entre acalorados besos.

- Ya te dije que no. -la tomó de las mejillas para alejarla un poco. - Me da miedo hacerte daño.

- La doctora dijo que el sexo le hace bien al bebé. Y a mí también... -murmuró, volviendo a unir sus labios. - Necesito atención.

- Aunque quiera sería muy difícil hacerlo con tu panza mi amor. -negó. - No. -ella bufó y sus ojos se cristalizaron. - No de nuevo... -suspiró el pelinegro al darse cuenta de lo que dijo.

- ¿Estás queriendo decir que estoy gorda? -preguntó, con lágrimas. - ¿Ya no te gusta mi cuerpo y por eso no quieres, cierto?

- No, mi vida, no dije eso... Eres hermosa y tú cuerpo también. -limpió sus lágrimas. - Y no estás gorda, estás embarazada. -dijo obvio. - Tienes a dos pequeñas dentro de ti. -sonrió y ella también lo hizo, como que si tan solo unos 5 segundos antes no había llorado.

El soltó una risa ante su cambio de humor y la recostó en la cama, besando sus labios.

Se deshizo de su camiseta dejándola casi desnuda ya que aún tenía unas bragas y comenzó a repartir besos por sus piernas.

Ella jadeó cuando se deshizo de sus bragas y beso muy cerca de su centro, justo donde ella lo necesitaba.

- Juggie... -jadeó.

- Relájate, nena. -le pidió, sin separar sus labios de ella. Paso su lengua justo sobre su feminidad probando su humedad.

El subió su mano derecha y tomó uno de sus pechos entre sus dedos comenzando a acariciarlo y apretar solo un poco, como siempre lo hacía y justo como sabía que a ella le gustaba.

- Jug, Jughead. -se quejó, alejando su mano de su seno.

El se separó preocupado y frunció el ceño.

- ¿Te lastimé? -ella negó.

- No, solo me duelen un poco. -suspiró. - Sigue ahí... -pidió.

El sonrió volviendo a su centro necesitado y continuó dándole placer con su lengua y con sus largos dedos.

La penetró con uno mientras que movía su lengua circularmente contra su clítoris.

- ¡Ah! -jadeó cuando metió otro dedo y cerró sus ojos complacida. Mordió su labio inferior y gimió.

Luego de un rato se corrió y Jughead limpió todos sus fluidos con su lengua, poniéndole las bragas de nuevo y se acercó a su boca besándola lentamente.

- Fue increíble, como siempre... -ella sonrió. - Ahora abrázame. -pidió. - Tengo sueño.

El soltó una risa y la escondió en su cuello, acariciando su panza donde sintió pequeñas pataditas y sonrió con sus ojos cerrados.

- ¡Mira Juggie! -sonrió, mostrando dos pequeños vestidos.

Eran casi iguales. La única diferencia que tenían entre sí era que los detalles de uno eran de color azul y los detalles del otro eran de color rojo.

El pelinegro sonrió y asintió.

- Están muy lindos, mi amor. -ella sonrió dejándolo en la cesta que tenía el pelinegro en su mano derecha, la cual ya estaba casi llena de ropa para ambas bebés.

- Creo que es suficiente. -dijo Betty y Jughead hizo una mueca.

- Yo igual. -admitió. - Nos llevarás a la quiebra amor.

- Lo siento Juggie... -rió. - Es que todo es muy lindo. -hizo un puchero y el asintió.

- Lo entiendo. Vamos a pagar. -la tomó de la mano.

Luego de que la trabajadora de la tienda les cobrara y embolsara toda la ropa, ambos salieron.

- Juggie quiero helado... -murmuró como una niña señalando un local con su dedo.

- Ven. -la guió a una mesa frente al local y dejó todas las bolsas frente a ella. - Espérame aquí, ya caminaste mucho. ¿El mismo de siempre? -ella asintió.

Luego de unos minutos volvió con dos helados y se sentó frente a la rubia.

- Juggie, Cheryl está organizando un baby shower. -sonrió.

- Me parece una buena idea. -murmuró viendo su sonrisa emocionada. - ¿Donde?

- En nuestra casa... Quiere que sea el fin de semana, ¿Te parece? -el asintió.

- Está perfecto. -le guiñó un ojo y ella desvió su vista sonrojada. - Fangs y Sweet Pea me ayudarán a pintar la habitación.

- ¡Yo quiero! -exclamó como niña pequeña. - Quiero ayudarte. -sonrió.

- No. -negó enseguida. - No puedes.

- Si puedo.

- Pues no te dejaré.

- Tonto. -se cruzó de brazos bufando.

El soltó una risa y se encogió de hombros.

- ¿De que color? -preguntó la rubia.

- Rosa, azul o morado... O todo blanco. -se encogió de hombros.

Ella asintió. - Todas las opciones me gustan. -admitió y el sonrió.






















Hola!

Espero que les guste... ✨

Bye! <3

| A strange universe || Bughead || +18 |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora