C I N C U E N T A I U N O

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- ¿Que hacían? -les preguntó Betty a sus hijas mientras charlaban por llamada de video.

- Zoe despertó un poco antes de que llamaras, Juliet estaba dibujando y yo viendo una película con Jason y las tías. -enumeró Jade, la cual claramente era la mas parlanchina.

- ¿Y papi? -preguntó Juliet.

- Está en una reunión fuera del hotel, linda.

- Oh, ¿Y estabas aburrida, mami? -le preguntó Jade.

- No tanto, estaba ordenando ropa que compré.

- ¿Fuiste de compras? -preguntó Jade con emoción y Betty asintió riendo.

- Aja, ¿Quieren ver?

- ¡Si! -exclamaron las tres al unísono.

- Bien... Dejenme cambiarme.

Se puso un pantalón de color negro bota ancha, y un top blanco con volados en las mangas, para luego ponerse frente a la camara.

- Compré esto, ¿Les gusta?

- Que linda, mami. -sonrió Juliet.

Y asi pasaron un rato más, hasta que casi una hora despues, cortaron la llamada porque ya las niñas iban a cenar.

Betty dejó su teléfono a un lado y rebuscó entre las bolsas los dos conjuntos que había comprado. Pasaron unos segundos hasta que se decidió por el negro.

Miró la hora y también un mensaje que el pelinegro le había dejado minutos antes.

Juggie❣️

Voy en camino al hotel, mi amor.

Sonrió al ver el mensaje, se quitó la ropa y se puso el conjunto. Tomó su bata de seda y con esta se cubrió.

Ordenó cena y una botella de vino a la habitación, la cual llegó unos 20 minutos después.

Apagó las luces, encendió las luces led en el color rojo y dejó música en un bajo volumen.

Tomó un libro y se sentó en la cama, mientras esperaba al pelinegro.

Y asi, unos minutos despues, la puerta se abrió revelando al pelinegro.

Betty dejó el libro a un lado y antes de que se abriera la puerta completamente, subió un poco su bata revelando gran parte de sus muslos.

Jughead cerró la puerta y recorrió con la mirada toda la habitación.

Las copas de vino, la luz roja, condones en la mesa junto a la cama y a Betty en la cama.

Soltó una risa cínica y comenzó a desabrochar los botones de su camisa.

- Levántate, ahora. -el dijo en voz baja.

La rubia se levantó y mientras se acercaba a pasos lentos, desató el nudo de su bata, dejándola caer al piso en su camino.

Al estar frente al pelinegro, el cual ya no tenia camisa, levantó su cara para verlo a los ojos y el tomó su mentón con delicadeza.

- ¿Como lo quieres? -el preguntó, acariciando su cuello hacia abajo llegando al valle de sus pechos. - Delicado, duro, un poco de las dos... -nombró en voz baja. - ¿O solo hago lo que quiera contigo?

- Haz lo que quieras. -murmuró y el la apegó a la pared, con su mano contra su cuello, haciéndola jadear. - No obtendras quejas...

- Perfecto. -asintió y unió sus labios en un beso apasionado. - Arrodíllate.

Betty suspiró con deseo, poniendose sobre sus rodillas, bajo la atenta y demandante mirada de su esposo.

Comenzó a desabrochar su pantalón y lo bajó junto a sus boxers, revelando su miembro erecto.

Comenzó a masturbarlo lentamente con sus manos pero el jaloneó su cabello para que lo viera a los ojos de nuevo.

- En tu boca, ahora. -le pidió y ella asintió pero en vez de hacerlo enseguida, siguió solo con sus manos.

El dejó una cachetada en su mejilla derecha no tan fuerte y ella jadeó con placer.

- Jug.

- ¿Disculpa?

- Señor. -se corrigió. - No quiero.

- ¿No quieres? -el rió con cinismo y jaló su cabello de nuevo. - Solo harás lo que yo diga Elizabeth, no me interesa si quieres o no.

- Pero- el interrumpió sus palabras penetrando su boca rapidamente y ella jadeó, comenzando a mover su cabeza rapidamente tal y como a el le gustaba.

- Dios... -gimió roncamente. Ella intentó separarse por aire pero el no se lo permitió.

Hasta que luego de unos minutos, Jughead se corrió en su boca, llenando también su cuello con sus fluidos y Betty tomó una respiración desesperada.

Se levantó y el la besó duramente de nuevo, metiendo sus dedos dentro de sus bragas para tocar sus ya húmedos labios.

- ¿Sabes que quiero?

- ¿Mhm? -ella preguntó entre apasionados besos de camino a la cama.

- Escucharte gemir como cuando somos tres...

Ella sonrió asintiendo, cuando el la
empujó contra la cama.

Tomó los orillos de sus bragas y las bajó, también un condón y se lo puso, para sin esperar mucho, penetrarla hasta el fondo.

- ¡Ah! -ella gimió y Jughead comenzó a embestir, dejando su pierna sobre su hombro.

Ellos estaban en su mundo, disfrutando entre gemidos, cuando el otro Jughead apareció y sonrió ante la imagen.

Sin decir una palabra se sentó en el sofá cercano a la cama, pero ellos no habían notado su presencia, el solo miraba con deseo como la rubia disfrutaba y gemía.

Mordió su labio y comenzó a desabrochar los botones de su camisa negra.


























Ya se viene lo bueno.

¿Les está gustando?




| A strange universe || Bughead || +18 |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora