C A T O R C E

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Unos minutos después, Jughead aparcó el auto frente al trailer y vió a su alrededor, cuidando que nadie más viera.

Ambos bajaron rápidamente y entraron al trailer.

- ¡Dos Juggies! -exclamó Betty desde el sofá sonriente. - Pero no puedo hacer nada, estoy con mi periodo. -hizo un puchero.

Ambos pelinegros soltaron una risa y Jughead 1 se acercó a la rubia.

- Es que lo traje sin querer, Betts.

- Oh... ¿Cómo? -ladeo su cabeza confundida.

- Estaba haciendo una carrera con Fangs y eso me hizo recordar lo que te pasó hace dos años y de un momento a otro, el estaba junto a mi.

Betty suspiró.

- Y quieres que le diga te amo para que regrese. -dijo cruzada de brazos y ambos asintieron rascando sus nucas.

- Bueno, pero primero van a limpiar el baño. -señaló.

- ¡Hey! ¿Por qué yo? -se quejó Jughead 2.

- Son la misma persona y el se portó mal en este universo, así que tú también pagas. -se encogió de hombros.

- Ves que eres idiota. -se quejó Jughead 2.

- Cállate y ayudame. -le dijo Jughead 1 mientras caminaban al baño.

- Betty también me hizo limpiar el baño de mi universo y a mí nadie me ayudó. -Betty lo escuchó decir desde adentro.

Soltó una risa mientras negaba y continuó leyendo su libro. Tenía unas vacaciones de 3 semanas por lo que no estaba haciendo mucho.

Solo iba algunos días al bar a pasar el rato o si tenía que trabajar o ayudar a las serpientes en algo y por supuesto, encargándose de los trabajos que le dejaba la universidad.

Luego de un rato, ambos pelinegros se acercaron a ella cansados y ella soltó una risa.

- Si son dramáticos. -sonrió. - Solo es un baño.

- Betts, ya me quiero ir.  -se quejó Jughead 2.

- Ay como sea, ¿Me cargas, Juggie? -estiró sus brazos y este sonrió.

La tomó de los muslos y ella escondió su rostro en el cuello del pelinegro, este caminó dentro de la habitación mientras acariciaba su cabello.

- ¿Quieres dormir, mi amor? -le preguntó en un murmuro y ella asintió.

La dejó sobre la cama y del clóset tomó una de sus camisetas, bueno, del Jughead 1 y la desvistió, para luego solo ponerle la camiseta.

Ella bostezo cansada y el se recostó a su lado, abrazándola por la cintura y dejó pequeños besos en su cuello.

- Te amo. -le murmuró al oído y ella sonrió.

- Te amo Jug. -dijo antes de cerrar sus ojos y luego los abrió, soltando un suspiro cuando el ya se había ido. Notó a su Jughead en la puerta de la habitación y estiró sus brazos. - Ya se fue y quiero abracitos.

El soltó una risita y se recostó tal y como había estado el otro Jughead minutos antes, escondiéndola en su cuello.

Cuando se durmió, lentamente se separó dejando una almohada en su lugar. Salió de la habitación y cerró la puerta en total silencio.

Fue hasta uno de los estantes de la cocina y en uno de estos al final había una vieja cajita de madera. Abrió el pequeño cerrojo y notó el dinero en efectivo dentro de esta, muchos billetes de 100 dólares.

Arriba tenía una nota de su padre. Era dinero que el había ahorrado durante mucho tiempo y le dió la caja al pelinegro antes de morir.

Suspiró. Su padre amaba a Betty y usaría ese dinero para hacer algo que ella amaría, además de también pedirle matrimonio.

Así que como le dijo el otro Jughead, no lo estaba usando para algo innecesario.

Lo sacó de ahí y lo metió en su bolso. Luego tomó su laptop sentándose en la pequeña mesa redonda de la cocina y empezó a buscar.

Investigó precios de hoteles, boletos de avión y guía turístico para un viaje de una semana. Suspiró, realmente esperaba poder hacer feliz a la rubia con aquello.

Aunque sabía que ella agradecería la más mínima cosa, porque así era ella, notaba y amaba hasta los más pequeños detalles, aún así quería darle algo grande y digno de ella.

Suspiró, y salió de ahí para conducir directamente al banco más cercano. Dejo todo el dinero en efectivo y al volver, ya lo tenía todo en una tarjeta.

Tomó su laptop de nuevo y compró los dos boletos, pagando también el hospedaje durante una semana en el mejor hotel que consiguió, que se ajustara a su presupuesto, claro.

Rápidamente cerró todas las ventanas en la laptop cuando escuchó la puerta de la habitación abrirse y salió una Betty adormilada mientras frotaba su ojo.

- Betts. -fue lo único que dijo y ella suspiró, dejando su ojo.

- ¿Por qué no me abrazaste? -se quejó, sentándose en su regazo.

- Si lo hice. -murmuró acariciando su cintura.

- Desperté y no estabas. -se cruzó de brazos con un puchero.

- Porque desperté primero que tú.

- Tonto. -se quejó, dejando su cara sobre su hombro.

- El tonto al que amas.

- No es cierto. -negó.

- Si lo es, hasta el universo lo sabe. -le dijo divertido y ella suspiró.

- Bueno... Si te amo pero eres tonto.

- Aja, yo también te amo. -murmuró, dejando un tiento beso en su frente.

- Tengo hambre. -dijo de repente haciéndolo reír.






























¡Hola!

¿Les gusta cómo va la historia?

No puedo creerlo. Estoy realmente sorprendida. Ayer publiqué este historia y en la noche ya había pasado las 2k vistas.

Lxs amo. 😭❤️

Bye! ✨

| A strange universe || Bughead || +18 |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora