S E S E N T A I U N O

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La rubia estaba ya en la habitación. Eran las 3:47 AM pero luego de la fiesta, la verdad no estaba tan cansada, asi que se quedó leyendo un libro sentada en la cama.

Jughead abrió la puerta de la habitación y entró cerrando tras el con traba, luego de encargarse de su hijo y dejarlo durmiendo.

- Ven aquí. -Betty habló, seria. Jughead se rascó la nuca y se sentó junto a ella en la cama. - ¿Que pensabas al dejar a tu hijo de 14 años beber hasta embriagarse?

- Betts, es que hicimos un trato y-

- ¿Y qué? -bufó, interrumpiéndolo. - El adulto se supone que eres tú.

- Bueno pero... Igual estaba con nosotros, es mejor que se ponga ebrio estando con nosotros, a que lo haga con más adolescentes inmaduros, ¿No? -preguntó y ella rodeó sus ojos.

- No estoy en contra de que beba, de igual forma en algún momento lo iba a hacer, y si prefiero que sea con nosotros ahí, pero no al punto en el que se embriague y le diga a la chica que le gusta que la ama en audios de Whatsapp.

Jughead rió ante eso y Betty le dedicó otra mala mirada, haciendo que dejara de reír, murmurando un 'lo siento, no es el momento'.

- Que no se repita, Jones. -lo retó, totalmente seria y el asintió.

- Está bien... -suspiró. - ¿Me das un beso? -pidió con un puchero.

Ella enarcó una ceja y lo pensó durante unos segundos.

- ¿Solo un beso?

- Oye, yo lo pedía inocentemente. -el se quejó, acercándola a él para dejarla en su regazo.

- Nada que tu me digas en la noche, en la cama y viéndome vestida solo con tu camiseta es inocente... -ella dijo algo divertida.

- Me haces quedar como un pervertido, Elizabeth. -se cruzó de brazos.

Betty soltó una risa, descruzando los brazos del pelinegro para dejarlos alrededor de su propia cintura y se acercó a él para besarlo apasionadamente.

- Me encantan tus besos, lo sabes. -el murmuró luego de pasar unos minutos besándose. - Pero necesito una ducha.

- ¿Y el problema? -ella preguntó algo coqueta, levántandose mientras se quitaba la ropa de camino al baño.

Jughead jadeó al mirarla y suspiró mordiéndose el labio para levantarse de la cama y seguirla, también quitándose la ropa en el camino.

Ya dentro de la ducha, Jughead acorraló a su esposa contra la pared, besándola hambrientamente, dejando una de sus piernas alrededor de su cintura, para que sintiera su erección contra su sexo.

Minutos despues, luego del juego previo, ya el tenía a la rubia contra la pared, de espaldas a el, penetrándola con fuerza y sin una pizca de delicadeza, como les gustaba a ambos.

- Jug. -ella gimió fuertemente. - Más, ¡Más!

- Nena... -el gruñó en su oído, sin parar o bajar la velocidad de sus embestidas.

Y asi continuaron durante otro rato...

- Dios. -se quejó una de las gemelas, dando vueltas en la cama, cubriendo sus oídos con la almohada. - ¡Dios, que paren ya! -se quejó, levantándose para rebuscar sus audífonos entre sus cosas.

- Buenos días. -Jughead dijo, bajando las escaleras y vió a sus tres hijas sentadas en la mesada bebiendo café.

Las tres le dedicaron una mala mirada y sus ojeras se notaban bastante, indicando que no habían descansado bien.

- Uy, parece que les pegó la fiesta, ¿Eh? -el dijo divertido, besando la frente de cada una y al ver que ninguna se rió o dijo nada, habló de nuevo. - ¿Que pasa? -preguntó confundido.

- Agradezco no haber escuchado nada cuando era niña. -habló Jade. - Pero que seamos adultas no significa que no nos importe escucharlos hacer sus... Cosas. -dijo con una mueca de asco.

Jughead se rascó la nuca entendiendo y estaba por hablar, cuando la rubia mayor también apareció por las escaleras.

- Buenos días. -sonrió, acercándose a su esposo para besar sus labios.

Las tres chicas rodearon sus ojos y desviaron sus miradas de ellos. Betty se abrazó al pelinegro dejando su cara contra su pecho y frunció el ceño.

- ¿Por qué ese malhumor? -preguntó confundida.

- No nos dejaron dormir. -se quejó Zoe esta vez.

- Estuviste gimiendo como por 30 minutos y la verdad después de eso fue como despertar de una pesadilla, no podía sacarlo de mi cabeza. -explicó Juliet asqueada.

Betty se sonrojó y suspiró.

- Lo siento. -se disculpó con una mueca un tanto incómoda. - No pasará de nuevo, se los prometo.

- Como sea, iré a dormir lo que resta de día. -Zoe se levantó de la mesa frotando su ojo cansada.

- ¿Quieren desayunar? -les preguntó Jughead a sus otras dos hijas intentando olvidar el momento incómodo.

Ambas le dedicaron una mala mirada y se levantaron de la mesa, subiendo las escaleras tras su hermana.

El pelinegro suspiró, abrazando a la rubia y ella besó su mejilla.

- Yo si quiero desayunar. -le murmuró y el soltó una risa mientras negaba.

- Te amo.

- Te amo, Jug. -levantó su cabeza, y el dejó un casto beso en sus labios.

Luego el se alejó, comenzando a preparar el desayuno para el y su esposa.























Incómodo...

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⏰ Última actualización: Apr 06, 2023 ⏰

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