S E S E N T A

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15 años despues

- ¡Cumpleaños Betty, cumpleaños feliz! -todos terminaron de cantar, para al final comenzar a aplaudir, celebrando los 45 años de la rubia.

Jughead se acercó a su esposa y la tomó por la cintura, uniendo sus labios.

- Feliz cumpleaños, mi vida. -le murmuró al oído y ella sonrió.

- Gracias Juggie. -soltó una risita, con sus mejillas algo sonrojadas y sus hijos y todos los demás invitados comenzaron a acercarse para felicitarla.

Sus hijas mayores, las gemelas que ya tenían 22 años, se acercaron a su madre y la abrazaron con fuerza y cada una dejó un beso en su mejilla.

- Las amo, princesas. -ella les dijo y besó la frente de ambas.

- ¡Mami! -Zoe, su tercera hija, que tenía ya 19 años se acercó. - Feliz cumpleaños. -sonrió, abrazándola con fuerza sin soltarla.

Betty soltó una risa. - Gracias mi niña. -rió, acariciando su cabello.

Y bueno, por último...

Alguién subió al pequeño escenario del bar de las serpientes, hablando al micrófono.

- ¡Feliz cumpleaños, mamá! -el chico de solo 14 años celebró. - ¡Hay tragos gratis para todos! -exclamó y todos celebraron.

Betty suspiró, mirando mal a Jughead.

- Ve a controlar a tu hijo. -le ordenó. - Tiene 14 años y está ebrio. -lo retó y Jughead rascó su nuca.

- Ya voy, ya voy... -murmuró cabizbajo, caminando entre la gente para bajar a su hijo menor, James, del escenario.

Bueno, los pondré en contexto sobre algunas cosas que pasaron durante todos esos años...

Como ya saben, las gemelas ya tenían 22 años. Ambas estaban en el penúltimo año de su carrera, pero no estaban estudiando lo mismo.

Jade estaba estudiando Lengua y Literatura, mientras que Juliet, su hermana, decidió dedicarse al Derecho.

Pero ambas habían logrado coincidir en la misma universidad: la de New York. Su sueño desde pequeñas siempre había sido ir a la misma universidad y vivir juntas, y lo habían logrado.

Por lo que no, ya no vivían en Riverdale, pero siempre viajaban para visitar a sus padres y hermanos, y por suerte el cumpleaños de su madre fue un sábado y lograron viajar, para quedarse todo el fin de semana.

Zoe... Ella ya tenía 19 años. Había decidido no estudiar en la universidad, y la verdad, para la edad que tenía le iba muy bien.

Durante toda su adolescencia, se dedicó a ver cursos y clases de diseño de modas y de moda en general, siempre le había encantado todo ese mundo.

Y aunque no se dedicó precisamente a eso, a los 15 años comenzó su propio emprendimiento con ayuda de sus padres y confeccionaba su propia ropa, así creando su marca.

Además, también se dedicaba al modelaje, y con 19 años, ya había desfilado en importantes pasarelas de París.

Ella era algo así como... La famosa de la familia. Y sus padres y hermanos, estaban muy orgullosos de ella.

Y por último, bueno... El rebelde de la familia. James Jones. La verdad, le había dado otro toque de alegría a la casa.

Y es que si, era esa típica persona activa de una familia, el que siempre tenía energía para todo, para ayudar, aprender cosas nuevas y bueno, a veces para... Romper un poco las reglas.

El era el que hacía reír a todos con facilidad. Pero también el más protegido y celado por sus hermanas y madre. Y es que claro, al ser el único hijo varón...

Por otra parte, nuestra querida pareja principal...

Ellos bueno, mejor que nunca, como en cualquier matrimonio algunos problemas en el camino, pero nada de que preocuparse.

Y por supuesto luego de James no llegó otro hijo, pues Jughead decidió hacerse una vasectomía por el bién de ambos.

Ya era de madrugada, cuando la familia Jones llegó a su casa, que ahora era una más grande, con 5 habitaciones, 3 baños y piscina en el patio trasero.

Se mudaron meses después del nacimiento de James, porque para una pareja y 4 hijos, ya la otra era muy pequeña...

Al entrar, James aún seguía ebrio.

Y es que había sido un reto que había hecho con su padre (a espaldas de Betty, claro).

James la verdad no era el mejor en la escuela, y en matematicas mucho menos... Pero una semana antes había hecho un examen e hizo un trato con su padre.

Si el obtenía más de 8 de calificación, Jughead lo dejaría beber en la fiesta de Betty por primera vez.

Pero si era menos de 8... James tendría que encargarse de hacer los deberes de la casa de Jughead durante dos semanas.

Y si, adivinen quién ganó. James era como su madre, y si se proponía algo lo lograba: así como logró obtener un 10 en su examen.

El pelinegro menor, el cuál pasó todo el camino a casa diciendo cualquier cosa que se le ocurría para hacer reír a sus hermanas, al entrar tomó su teléfono.

- ¡Me re gustas, Isabella! -dijo al teléfono. - Eres hermosa... Tu, tus pequitas y tu hermoso cabello castaño me matan.

Sus hermanas escuchaban totalmente sorprendidas y un poco celosas de que su hermano, el que aún veían como un niño, le estaba diciendo todo eso a una chica.

Betty y Jughead, quienes estaban cambiando su ropa en la habitación, escucharon un grito.

- ¡Mamá!

Betty bajó rapidamente y sus hijas comenzaron a quejarse.

- ¡A James le gusta una chica! -exclamó Jade.

- ¡Es un bebé, míralo! -lo señaló Zoe.

Betty hizo un puchero, cuando Juliet le quitó el teléfono y reprodujo todos los audios en los que el pelinegro le confesaba su amor a esa tal Isabella.

- Dejenlo en paz. -Jughead se quejó. - ¿Ven por qué quería una niña? Pobre James, soportará 4 celosas durante toda su vida. -Jughead bufó, llevando a su hijo a su habitación.

























¡Holi!

Amo los saltos de tiempo. 😈

Siip, tuvieron un niño, y la verdad, me cae muy bien.

No esperen mucho drama aquí y no se sorprendan si escribo muy al estilo de "la familia perfecta". Yo escribo para escribir cosas lindas, porque drama y problemas ya hay muchos en mi vida, ¿Ok?

Por ahora este salto de tiempo no indica el final de la historia. La historia se acabará cuando no tenga más ideas.

¿Les va gustando?

Bye! ✨
















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