| A strange universe || Bughead || +18 |

C U A R E N T A I S I E T E

Al llegar a la casa de Toni y Cheryl, luego de que la pelirroja les abriera la puerta, ellos entraron y fueron abrazados por sus hijas y su sobrino Jason.

- Hola pequeño. -dijo Jughead con una sonrisa cargando al niño, luego de darle un beso en la frente a sus tres hijas.

- Hola tío.

- ¡Mami, mira! Hicimos galletas con las tías. -dijo sonriente Juliet, acercandose desde la cocina con una bandeja de galletas con motivo navideño.

- Que lindas. -sonrió tomando una de estrella. - ¿De que son?

- Unas de limón, otra de naranja y otras de... ¿De que era, tía? -le preguntó a Toni.

- De coco. -sonrió, sentada en el sofá junto a la pelirroja.

- Y la verdad están deliciosas. -sonrió Cheryl. - Tendremos que hacer más para nochebuena.

- ¡Si, y una pijamada! -celebró Jade.

Todos rieron, Betty y Jughead tomaron los bolsas de las niñas y la rubia se acercó a las chicas.

- Gracias por cuidarlas, les debo una.

- Tal vez cuidar de Jason este fin de semana... Queremos tiempo a solas. -le dijo Toni, pero ninguno de los niños estaban cerca, solo ambas parejas.

Betty rió y asintió. - Claro, lo entiendo. -dijo viendo a Jughead de reojo, sabiendo que ambos necesitaban lo mismo.

Todos se despidieron y asi la familia Jones salió de la casa y entraron todos al auto.

- ¿Cinturones? -preguntó Jughead.

- Los tenemos, papi. -respondió Zoe.

- Bien, ¿Quien quiere ir al parque por helado?

- ¡Yo! -exclamaron todas las niñas con emoción.

Ambos adultos rieron, Jughead entrelazó su mano derecha con la de la rubia, y condujo al parque que siempre frecuentaban, cerca de su casa.

•

- ¡Mami, es nuestro primer día en la nueva escuela! -exclamó Jade con emoción, mientras su madre terminaba de preparar el desayuno.

- Si linda, me parece que estas un poco emocionada. -dijo con algo de diversión, dejando un plato con la comida frente a ella.

Se dirigió de nuevo a la cocina y llamó a la otra gemela, para que comiera también.

- ¡Jul, el desayuno está listo!

La niña bajó las escaleras en total silencio y solo le dedicó una pequeña sonrisa a su madre, para luego sentarse en la mesa.

Tas ella bajó el pelinegro arreglando su corbata y entró a la cocina, tomando a la rubia de la cintura y dejó un pico en sus labios.

- Buenos días. -el murmuró.

- Eso lo escuché hace un rato... -ella dijo algo divertida.

- Odio despertar tan temprano, pero si es para disfrutar de una ducha contigo no es tan malo...

Ella rió y besó su mejilla.

- Juliet está muy callada.

- Lo noté. -el asintió. - Antes de irnos hablaré con ella ¿Si?