T R E C E

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- Dios, Sweet Pea. Tus ideas son tan malas. -murmuró Jughead, rodeando sus ojos.

Habían pasado dos años. Ambos habían terminado la preparatoria y estaban en la universidad, pero a distancia.

Ambos habían sido aceptados en la universidad de New York en un programa a distancia.

Ahora la rubia vivía ya oficialmente con Jughead en su tráiler, aunque antes era casi igual. Ambos trabajaban junto a las serpientes para su manutención y no les iba nada mal.

Ahora, el pelinegro estaba en el bar de las serpientes. Era pleno mediodía por lo que no había muchos gente.

Solo unos pocos chicos además de el y Sweet Pea quienes hablaban en una mesa apartada de las demás.

- Bueno idiota, ¿Para que pides mi ayuda? -se quejó Sweet. - ¡Nunca le pedí matrimonio a nadie! Además, soy muy malo para las propuestas. -hizo una mueca.

- Ugh, yo lo resolveré. -se levantó de la mesa y camino hasta la barra, bebiendo un trago de whisky.

Dejó sus codos sobre la barra y cubrió su cara con sus manos, desesperado. No sabía qué hacer.

Se trataba de Betty. Se trataba de pedirle matrimomio a Betty, a su pequeña, el amor de su vida y la luz de sus ojos, merecía lo mejor, y el no sabía que era.

Ya tenía el anillo y si quisiera, podría proponerle matrimonio ese mismo día, pero el quería que fuera algo especial.

Llevaba un par de semanas pensando y simplemente nada se le ocurría.

Pero de repente, algo loco, muy loco se le ocurrió y rápidamente salió del bar, subiendo a el auto rojo, el mismo que condujo en la carrera.

Suspiró, al encenderlo y aceleró, haciendo que el auto fuera a más de 120 km/h.

De pronto comenzó a sentir la adrenalina correr por sus venas y el aire que entraba por la ventana del auto, despeinar su cabello y pegar contra su cara.

- ¡¿Que mierda?! -exclamó el Jughead a su lado y el bajó la velocidad, aparcando unos metros más adelante.

- Hola, Jughead 2. -sonrió divertido.

- ¿Otra vez tú?

- Somos la misma persona, idiota.

- Bien... ¿Para que me traes de nuevo? ¿Quieren otro trío? -preguntó divertido y Jughead negó.

- No, te necesito yo para que me ayudes en algo.

- Se supone que pensamos igual, ¿Por qué yo podría ayudarte? -preguntó confundido.

- No pensamos igual. No del todo. Tú... Eres el más tierno con Betty de los dos.

- Tu también lo eres, excepto en el sexo. -dijo obvio.

- Sii, pero tú lo eres siempre y mucho más que yo, ¿Entiendes?

- Aja... -suspiró. - ¿Entonces?

- Bien... Quiero proponerle matrimonio a mi Betty. -dijo. - Pero quiero que sea algo especial, algo que le encante, el problema es que nada se me ocurre.

Jughead 2 suspiró. - Ya yo lo hice con mi Betts. Hace tres días, de hecho.

- ¿Cómo lo hiciste?

- No te lo diré, pero si puedo darte una idea de que hacer con la tuya...

- ¿Y eso es..?

- Piensa, ¿A donde ha querido ir siempre Betty?

Jughead abrió su boca, recordando y sonrió.

- Eres un genio.

- Somos. -corrigió y ambos se guiñaron un ojo.

- Pero hay un problema, -suspiró. - No tengo el dinero suficiente.

- ¿Betty y tú están ahorrando para mudarse a un departamento en un futuro, cierto? -el asintió. - Bien, ¿Solo cuentan con el dinero de su trabajo? -asintió de nuevo. - Piensa en lo que tienes y no quieres usar por "respeto". Betty no sabe de ese dinero.

Jughead pareció pensar durante unos segundos y luego negó.

- No. -nego apresuradamente. - ¿El dinero que me dejó papá? Me pidió que lo usará solo si era necesario, y nunca lo ha sido.

- Piénsalo, te dijo que lo usaras en algo importante, ¿Que más importante que Betts? La amas y quieres hacer algo especial para ella, ese dinero es más que suficiente.

Jughead suspiró. - No lo sé...

- Hazlo, y creeme, todo saldrá bien. Por cierto, mi Betty dijo que si.

- Entonces la mis también lo hará. -sonrió. - Aún así quiero que sea especial.

- Haz lo que te dije. -se encogió de hombros y Jughead asintió.

- Bien, ya te puedes ir.

Ambos cruzaron miradas y comenzaron a negar, dándose cuenta de que la única capaz de devolverlo de regreso, era Betty.

- ¡Tú me trajiste aquí! -se quejó.

- ¿Cómo le diré que estás aquí? O por qué. -Jughead se quejó. - Dios, que idiota soy.

- Relájate. -le dió una mala mirada. - Indirectamente también me insultas a mi.

- Le diré que estaba haciendo una carrera con Fangs y pensé en todo lo que pasó por aquella carrera, sentí adrenalina y de un momento a otro tu apareciste junto a mi.

- Si, somos muy inteligentes. -sonrió y ambos chocaron los cinco.

- O mejor... Le diré que me ayudaste luego de pedirle matrimonio así no tendré que mentirle. Sabes mejor que nadie que no me gusta hacerlo.

- Eso no, idiota. ¿Esperas que me quedé aquí cuanto tiempo? No.

Jughead 1 rodeó sus ojos y asintió. - Bieen. -asintió, mientras encendía el auto. - Ella está en el trailer. -dijo para conducir hasta el parque de remolques.

























Holi <3

| A strange universe || Bughead || +18 |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora