Al día siguiente, el pelinegro se encontraba en el bar hablando con sus amigos.
- ¿Se irán? -preguntó Toni confundida.
- Solo será una semana, pero ella aún no lo sabe. Le diré hoy al llegar, pero necesito su ayuda.
- Déjame adivinar, quieres que los cubramos mientras no están con sus trabajos de las serpientes. -se cruzó de brazos la pelirrosa y Jughead rascó su nuca.
- Si. Quiero eso. -hizo una mueca.
Fangs se quejó al igual que Toni y Jughead junto sus manos.
- Por favor, chicos. -rogó. - Haré lo que quieran.
- Aumenta nuestro sueldo.
- ¡Bien, está bien! -asintió y rodeó sus ojos cuando Toni y Fangs chocaron los cinco.
- ¿De que me perdí? -preguntó Sweet Pea, llegando junto a ellos.
- De un aumento de sueldo por no venir cuando Jughead te lo pidió. - Toni se burló.
- Oye, era una chica linda. -se quejó.
- Y tú muy feo por lo que no te hará caso. -Toni le sacó la lengua.
- Díselo a la cita que tenemos el viernes. -dijo con suficiencia y Jughead rió.
- Bien, ya debo irme. -se levantó de la mesa.
- ¿Cuando se irán?
- Nuestro vuelo sale mañana en la noche.
Los tres asintieron y se despidieron del pelinegro, el cual salió de ahí y subió a su moto, conduciendo hasta el parque de remolques.
Al llegar, abrió la puerta y sonrió al ver a la rubia con solo una de sus camisetas preparando algo en la estufa.
La abrazó por la cintura, dejando su cabeza sobre su hombro y besó su cuello lentamente.
- Hola Juggie. -sonrió ante sus besos. Volteó su cara un poco y el unió sus labios en un lento beso que luego de unos segundos, se volvió más apasionado.
La rubia apagó la estufa y el la tomó de los muslos, dejándola fuertemente sobre la encimera haciendo que su espalda chocara contra la estantería.
- ¿Te lastimé? -el le preguntó entre besos y ella negó.
El metió sus manos bajo su camiseta y ella negó, cuando Jughead estuvo a punto de bajarle la bragas.
- Jug, Jug. -murmuró separándose con la respiración agitada por los besos. - No podemos. Mi periodo.
El suspiró y le sonrió, algo enfadado pero ambos sabían que no era de verdad.
- ¿Por qué me dejas seguir? -preguntó, señalando la clara erección bajo su pantalón.
- Lo siento. -se disculpó con una risita y el besó su mejilla. - Preparé la cena. -murmuró mientras acariciaba la nuca del pelinegro.
- Entonces vamos a comer, te tengo una sorpresa.
- ¿Ah, si? -preguntó coqueta y el asintió, ayudándola a servir la mesa mientras ella servía su comida.
- Les pedí a los chicos que hagan nuestro trabajo en el bar durante una semana...
- ¿Que? ¿Por qué? -preguntó confundida.
El sonrió y tomó su mano sobre la mesa.
- Porque nos iremos una semana a París. -ella abrió su boca en una O y luego soltó una risa mientras negaba.
- Juggie, eres malo para las bromas. -negó mientras reía y bajó su cabeza para continuar comiendo.
Al notar su silencio, subió la mirada de nuevo y vió como el sonreía con suficiencia.
- No... -murmuró. - ¿Es en serio? -preguntó incrédula, en un hilo de voz.
El asintió y la rubia rápidamente se levantó de la mesa para abrazarlo fuertemente.
- Dios, te amo tanto. -murmuró mientras lo besaba y el la tomaba de la cintura.
- Nos vamos mañana.
- ¿De verdad? -el asintió.
- Jug... -hizo un puchero, con sus ojos cristalizados. - ¿Donde conseguiste el dinero? Nosotros no tenemos suficiente para eso, adema- empezó a hablar nerviosa.
- Betts. -la tomó de las mejillas interrumpiendo sus palabras. - No debes preocuparte por eso. Ya todo está pago y no nos llevé a la quiebra, créeme. -dijo algo divertido.
- Gracias... -murmuró, y algunas lágrimas cayeron de sus ojos, las cuales el limpió delicadamente.
- No llores mi vida. -le pidió, abrazándola contra su pecho.
- Es que no merezco nada de esto, no te merezco...
- Al contrario, mereces el mundo entero. -sonrió.
- Te amo mucho, Juggie.
- Y yo a ti, mi Betts. -murmuró, besando sus labios lentamente.
Luego de un rato, el se encontraba recostado en la cama viendo cómo la rubia elegía la ropa que llevaría de su clóset.
- No lleves nada muy abrigado. Hace calor allá estos días. -el aconsejó, con una sonrisa.
La rubia sonrió coqueta tomando un conjunto de lencería completo y se volteó hacia el pelinegro, posando como si lo tuviera puesto.
El soltó una risa divertida mientras negaba.
- ¿Llevo esto? -preguntó coqueta.
- Traviesa.
- Aja. -asintió, mientras lo metía en la maleta y el soltó otra risa. La rubia tomó la maleta y la dejó en el piso, cerrando las puertas corredizas del clóset y se subió en el regazo de su novio.
El acarició su trasero bajo la camiseta y besó sus labios.
- Mañana terminaré de ordenar mi ropa.
- ¿Me ayudas con la mía? -preguntó con un puchero.
- Tu no me ayudaste con la mía. -se cruzó de brazos.
- Betts. -hizo un puchero.
- No. -negó.
- Mala.
- Muy.
El sonrió y besó sus labios de nuevo.
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| A strange universe || Bughead || +18 |
FanfictionElizabeth Cooper y Jughead Jones, han sido novios durante casi toda la preparatoria, y además reyes serpientes. Un día, ambos estan participando en una carrera amistosa cuando de un momento a otro, la rubia despierta luego de un "raro sueño". La rub...