Capítulo 7

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Alessia:

Me despierto sintiendo un dolor terrible de cabeza. Ayer luego de follar en el baño con Adler seguí con la fiesta como si nada, después me encontré con Aiden y lo llevé de regreso a su casa. Sé que fue una imprudencia de mi parte conducir después de haber ingerido alcohol pero que vamos a hacer. Lo único que me reconforta es que ya hoy es viernes, así que me tomé una pastilla para el dolor, me di una buena ducha y me vestí para ir a clases .

Cuando llego veo a un Aiden que se le nota de lejos que trae una buena resaca.

- ¿Cómo te sientes? - le pregunto y contengo la carcajada cuando me mira haciendo una mueca graciosa.

- Como la mierda, no te jode - me responde y comenzamos a caminar hacia el salón de la clase que comparto con él y con Mason.

- Huy que humor - me burlo de él y rueda los ojos sentándose. Todos terminan de entrar cuando suena la campana incluyendo a Mason que me mira con una sonrisa pícara y yo se la devuelvo recordando como él junto a su hermano me miraban mientras follaba con el chico guapo. Se sienta junto a mí pero no me habla ni yo a él tampoco ya que el profesor entra y dice en voz alta las calificaciones del trabajo que hicimos en pareja.

- La señorita D'angelo y el soñor Müller 5 puntos - sonrío, es la calificación más alta.

-¿ Sorprendida por la nota? - me pregunta en voz baja Mason.

-Para nada, yo todo lo hago bien - le digo de igual forma.

- Me lo imagino, cuando quieras te puedo demostrar que yo también - me dice subiendo y bajando las cejas y no me queda más que reír por su descaro. Me relamo los labios para contestarle pero el profesor nos interrumpe.

-¿ Hay algo que quieran compartir con el resto de la clase? - interroga el profesor en voz alta y para nada agradable. Voy a responder pero Mason se me adelanta.

- Nada que le interese - le dice en un tono de voz serio y reta al profesor con la mirada, él lo mira impotente y sigue con su clase. Yo frunzo el ceño sin entender por que deja que lo trate así siendo él la autoridad. Cosa que me aclara Aiden en un susurro.

- Eso es lo que pasa cuando tus padres son los más ricos y poderosos del país e invierten una buena suma de dinero en la Universidad - yo solo asiento y sigo atendiendo a la clase.

En un turno que tengo libre decido ir a la biblioteca para buscar algunos libros que necesito para hacer los deberes.

Cuando entro voy directo a buscarlos sin determinar a nadie.

Estoy tratando de alcanzar un libro que esta muy alto en la estantería cuando siento que alguien se posa a mi espalda, estira la mano y coje el libro que yo intentaba alcanzar. Me giro para ver quién es y me doy cuenta de que es Matthew el cual me sonríe maliciosamente.

- ¿Querías esto? - pregunta alzando el libro .

- Sí ,muchas gracias - trato de quitárselo de la mano pero él me lo impide alzando más el brazo a una altura que no alcanzo, normalmente no me molesta mi estatura, pero en estos caso jode un poco. Pero aún así no me molesta para nada el juego que está creando y mucho menos su cercanía. - ¿No me lo vas a dar?. - le pregunto formando un puchero en los labios.

- He de decir que lograste convencerme, - dice y sonrío victoriosa -¿ pero qué me das a cambio?.

-¿Qué quieres ? - le digo con una sonrisa de medio lado siguiéndolo el juego . Él acerca su rostro al mío al punto de que nuestro labios casi se rozan.

- ¿Qué pasaría si digo que a tí? - dice con voz ronca que me hace tragar disimuladamente.

Miro sus labios, son tan apetitosos que paso mi lengua por lo míos y Matthew baja su vista a estos. Sin más preámbulos ,para disfrute mío, une nuestros labios. Al comienzo fue lento, como si saboreara cada instante en que nuestros labios se movían el uno contra el otro , de esa misma manera yo lo hice. Pero poco a poco la dulzura le fue dando paso al desenfreno . Y a medida que nuestras lenguas danzaban la una con la otra su mano viajaba por mi pierna haciendo que la enrrolle en su cintura. En el momento que nuestras intimidades chocaron puede sentirlo duro contra mí , y desee haberme puesto una falda ese día para sentirlo mejor. Su otra mano descansaba en mi espalda baja manteniendo firme contra él, mientras que yo entrelazo mis manos en su nuca. En algún momento me acorrala aún más contra el estante y oigo como algunos libros se caen de sus respectivos lugares.

Alessia (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora