Preparaciones

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Por primera vez en mucho tiempo los ojos de la víctima brillaban con emoción, una emoción abandonada y perdida de antaño, apenas recordaba lo que era tener ganas de que el día siguiente llegue, no recordaba la impaciencia ni la emoción, no recordaba esas sensaciones. Estaba animado. Por primera vez en años se le iba a permitir salir de ese horrible lugar y ver el sol, oh, el sol, esa enorme bola de calor, cómo hecha a de menos la luz solar, tanto, que se había olvidado lo malo que era mirar al sol directamente y probablemente se cegaría un buen rato al mirarlo de frente. Si, esta sensación le hacía sentir emoción, algo que llevaba esperando hace mucho.

Iba a salir al exterior, después de años ahí encerrado, por fin podría salir. La emoción era tanta que hasta podría llegar a sonreír, bueno, o así sería si no se le hubiese olvidado como, si su corazón siguiese teniendo la esperanza de poder huir, claro que, eso ya no era posible. En el fondo él sabía muy bien que aunque saliese hoy, volvería a ese lugar para quedarse.

Pero eso no importaba, poder o no demostrar su ilusión en su expresión le importaba poco, solo quería salir, sentir el aire fresco, el sol, ver la ciudad, eso era lo único que quería ahora mismo, daba igual el futuro o el hecho de tener que volver, daba igual ser vigilado por más de diez guardias, todo eso era irrelevante.

Por fin podría ser medianamente libre por un día.

Que ingenuo. Ver esa emoción de un pobre niño para salir solo un día, aún con tantos hombres siguiéndole, daba pena. Daba mucha pena, ese chico no tendría que estar feliz por algo así. Estaba encerrado, le habían cortado las alas para siempre. Tanto así que una salida con esas condiciones le hacía feliz.

Oh, ¿En qué clase de mundo vivía? Tenía que soportar lo insoportable con una calidad de vida que rozaba los infiernos y el muy inocente se ponía feliz por poder salir un día, sin dinero, y con extrema vigilancia. Era inhumano.

La gente pensaría 'oh, que bien, después de tanto tiempo tiene un día para él'. Patrañas, para la gente normal, todos los días son suyos. Para empezar, esa salida estaba restringida de sobre manera, pero al chico le daba igual, solo quería salir.

Hacer que el deseo de un niño de 18 años se base en eso... Que desagradable existencia, ¿Verdad?

Pero como ya he dicho, a él le daba igual. El simple hecho de escapar durante tan poco tiempo y ver el exterior le bastaba, porque para un ave con las alas arrancadas, el hecho de volar durante segundos se hace maravilloso.

No pudo dormir ni un minuto, no pudo ni cerrar los ojos dos segundos, miraba la puerta con tal concentración y quietud que de no ser por los destellos de luz que salían de sus ojos, el guardia que le viera pensaría que le había dado un ictus.

Pasaron minutos que para él fueron las horas más largas de su vida. Y el sonido de la puerta se hizo presente.

Nunca esperó tanto ese maldito sonido como lo hacía en ese instante. Ni si quiera cuando soñaba con la llegada de un héroe, ya que sabia que en el fondo era una posibilidad esperanzadora en su cabeza, pero eso era real, no una posibilidad, no un sueño, no una vana y desgarradora esperanza interminable.

Se levantó más rápido de lo que su desgastado cuerpo se lo permitía, pero le dio igual, corrió delante de la puerta hasta que esta se abrió y esperó a la orden del guardia.

—Primero te ducharás.

Otra razón para sentirse feliz llegó a él como un regalo milagroso.

Una ducha.

Su tan ansiada y deseada ducha.

Poder quitarse la mugre que decoraba su cuerpo le hacía sentir en la gloria.

Gemas [Hawks x Male reader]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora