Gemas [Hawks x Male reader]

Disculpas

Hawks al llegar a su casa comprobó que ______ seguía en su habitación. No dijo nada ni lo llamó, solo hizo la cena, una cena simple pero en cantidad, ya que ______ ahora comía más.

Al terminar se acercó a la habitación y tocó la puerta, al no recibir respuesta habló.

—He hecho la cena.

Pero siguió sin escuchar nada.

Así que recurrió a lo fácil, simplemente abrió la puerta. No quería forzarle pero tampoco era cuestión de estar de malas con él, aún debía ayudarle después de todo.

Al entrar se encontró con un bulto en medio de la cama tapado por la sábana.
Le dio un poco de gracia pero no era el momento para eso, se acercó y trató de hablar primero.

—...

No, rectificó. Él no era así, ¿por qué debía comportarse de esa manera?

Agarró la manta y se la quitó de golpe.

—No tienes porqué hacer un berrinche. —dijo con su típica sonrisa.

______ le miró, estaba hecho bolita, abrazando sus rodillas.
Hubo un momento de silencio hasta que ______ habló.

—He pensado mejor.

—¿Pensado el qué? —soltó la manta y se sentó en el borde de la cama.

—Fui muy prepotente, lo siento. —se disculpó.

Cosa que Hawks no llegó a entender, ¿cuándo había sido prepotente?

—No hace falta que vuelvas a hacer nada como eso, —dijo refiriéndose al abrazo —, no tienes porqué forzarte, tampoco quiero que lo hagas.

—Un momento, espera, —le detuvo —¿a qué te refieres con 'forzarme a algo'? Mira, sé que a lo mejor te confundiste, pero no me forzé a nada.

—Lo hiciste.

—No, créeme que no.

—Sí.

—No.

—Sí.

—No.

—Sí.

—Sí.

—No.

—.... —sonrió.

—¡Ah, tramposo!

—No pensé que de verdad caerías.

______ se avergonzó y se sonrojó.

—No tienes porqué fingir, —explicó estando todavía avergonzado —, yo mejor que nadie sé lo desagradable que es mi cuerpo.

"¿Desagradable?"

Pensó Hawks.

Oh no. ¿Tal vez se metió en un problema de autoestima? Si era así había cometido un grave error, ¿cómo le explicaría que se apartó porque no sabía identificar sus emociones y, como héroe que era, no podía permitir eso?

—Mira, a lo mejor te cuesta creerme, pero digo la verdad. —intentó sonreír. — No eres desagradable.

______ lo miró.
¿Estaba bromeando con él otra vez? ¿Pensaba que le creería acaso? Por favor, él era desagradable en toda regla.
Su aspecto, su personalidad y su vida. Todo con relación a él era desagradable y precisamente más su aspecto.
Tenía cicatrices por todas partes, se le veían los huesos desde gran distancia de lo marcados que estaban, sus brazos y piernas parecían palos blandengues de lo escuálido que estaba, siempre tenía unas horrible ojeras en los ojos debido al transtorno del sueño que desarrolló encerrado en el almacén, (aunque últimamente dormía de maravilla), pero seguía teniendo las marcas que todavía no se iban, ahora no tanto, pero siempre solía estar sucio y maloliente, tenía 19 años y sin embargo debido a su pobre crecimiento aparentaba unos 13 o menos. No sabía sonreír, no sabía mostrar bien sus emociones, era utilizado por un psicópata, era un joyero, un títere y lo peor es que se lo creía (aunque intentaba superarlo).