Reencuentro

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Alzó su mirada para encontrarse con la suya, Hawks quien volaba, bajó de manera tranquila y cuidada hasta posarse frente a él, le miraba sonriendo.

¿La última vez que le vio se le hizo tan encantador? No recordaba eso...

Se quedó callado con los ojos ensanchados, pensaba que no lo había visto, y ¿no estaba rodeado de gente?

—Me las arreglé para salir. —le leyó la mente. —¿Y tú, pensaba que no volveríamos a vernos?

Dijo con duda recordando su despedida.

—Ah, yo... —pensó en inventarse algo, pero no sabía qué decir así que decidió decir la verdad, a medias. —Tengo un recado. Nada más. Así que, si me disculpa...

Planeó irse de allí inmediatamente, se giró y todo.
Le resultaba increíble la diferencia de incomodidad que sentía al hablar con los desconocidos o hablar con Hawks. Hablar con el héroe le ponía nervioso, pero no tanto como lo hacían los demás, incluso le resultaba muy agradable. Pero una clara diferencia era que su incomodidad al hablar con Hawks eran más nervios que miedo, o que confusión. Le daba un poco de vergüenza y timidez.

—Ey, espera, no tan rápido. —le detuvo unos segundos. Pero ______ continuó caminando y Hawks le siguió. —La última vez que nos vimos me dejaste plantado, eso me hizo sentir mal, ¿sabes? —bromeó.

Por desgracia para Hawks, ______ no estaba acostumbrado a las bromas y la mayoría de ellas no las entendía. Así que se lo tomó muy enserio.

—Lo, lo siento mucho.

—Era una broma.

—... —los dos se quedaron en silencio un rato. —¿Podrías dejar de seguirme?

—¿A dónde vas? —preguntó, ignorando al chico.

—A la biblioteca.

—La biblioteca no está por allí.

Le indicó Hawks y el joven se detuvo, había olvidado que no sabía dónde estaba la biblioteca. Miró a Hawks, estaban caminando muy cerca entre sí, así que podía ver claramente su rostro. Llevaba unos extraños auriculares que tapaban sus orejas, pero aún así pudo sentir que llevaba el pendiente con su joya. No necesitó esforzarse mucho, estaba muy cerca.

—¡!

—Ooh, —Hawks rápidamente esquivó el manotazo que ______ le iba a dar. —que violencia de repente, no sé si te conviene ir por ahí pegando a héroes.

—Tranquilo, pego como un bebé, tampoco te iría a hacer mucho daño. —dijo firme.

—¿A qué se debe el intento pues?

—Porque eres molesto, y estás muy cerca. —dijo claramente.

Los nervios seguían alli, pero por alguna razón que no entendía, podía hablar claramente con él, le gustaba eso pero lo odiaba al mismo tiempo.

—¿Molesto? No muchos me han dicho eso antes. —se rió.

—Porque eres un héroe. —dijo insinuando que nadie le diría nada ofensivo a un héroe que salva sus vidas.

—Un héroe simpático.

El chico lo volvió a mirar, no quería hacerlo pero prefirió aprovechar la oportunidad para pedirle que le guiara a la biblioteca. Los guardias escuchaban pero él no diría nada extraño, así que no le veía mucho problema. Lo que más le preocupaba era el hecho de pasar más tiempo con Hawks, temía encariñarse con él.

—¿Hoy... Trabajas?

—¿Hhm? Ya he hecho mi guardia, puede ser, ¿me vas a invitar a algún lado?

—¡No! Era para que te fueras.

Y caminó de nuevo pero más rápido. Iba a preguntarle lo de la biblioteca pero se echó atrás por el comentario, ya había pasado mucha vergüenza. Escuchó a Hawks llamarle por detrás, diciendo que era otra broma. Dio unos cuantos pasos más, no obstante sus piernas no aguantaron y tras un pequeño temblereque todo su cuerpo cayó hacia delante.

No cerró los ojos, estaba muy acostumbrado a caerse y a sentir dolor, era algo normal para él, así que solo esperó la caída. Pero no llegó. Notó algo suave alrededor de su barriga que lo devolvió a estabilizarse y ponerse de pie. Al mirar, vio unas plumas rojas moviéndose y volviendo atrás. Se giró para mirar a Hawks y cómo las plumas volvían a entrar en sus alas. Hawks volvió a caminar para acercarse más al chico.

—Te he ayudado, ahora eres tú quien me debe algo. —dijo un tanto socarrón.

—Ah, —se sonrojó. —¡Tú!

Por los dioses, se quería morir en ese mismo momento, ya lo quiso antes pero esta vez lo sentía más fuerte diría él. Todo esto le sobrepasaba, no estaba preparado para tolerar la personalidad de Hawks sin sentirse... Bien. Es decir, ¿cuándo fue la última vez que alguen le ayudaba? Inconscientemente pensó que lo dejaría caer como siempre, se caía mucho y siempre le dejaban en el suelo, esperando a que levante mientras escupían palabras de odio y molestia, a veces aprovechaban la posición y le empezaban a dar patadas.
Después de tantos años viviendo así algo como ser sujetado por alguien, (más bien un quirk pero era lo mismo ya que le había ayudado igual), se le hacía impensable.

Se sonrojó, no sabía cómo actuar ante esto, no sabía qué decirle, qué expresión poner, no sabía si gritarle 'porqué habia hecho eso' para sentirse más tranquilo consigo mismo. No sabía si darle las 'gracias' o callarse y salir de allí.

Si, solo quería salir de allí, no quería cogerle cariño a ese hombre. Era un buen héroe, con una buena personalidad, quizá demasiado sonriente pero eso no le disgustaba, era guapo y además le ayudaba, podía hablar con él sin sentirse un terremoto andante, le compró un helado y le estaba ayudando y prestando atención. Todo esto le abrumaba, era demasiado. No tardaría mucho en querer estar con él, decirle que le secuestre y que se lo lleve a donde sea, a un basurero, eso era mejor que su vida.

Ah, pero su vida era la que tenía y no podía cambiarla. Si le pedía ayuda al héroe solo metería en grandes problemas al héroe y a él mismo.

Estaba tan equivocado...

Pero no tenía forma de saberlo, quién era Hawks y la fuerza que poseía, para su punto de vista, no era tan fuerte como para enfrentarse a esos enormes y terroríficos guardias, y él... No quería causarle daño.

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[(Bueno, al final creo que seguiré con los capítulos que hacía hasta ahora, cortos y actualización rápida. Creo que es mejor, y los que me han comentado, también lo prefieren así. Muchas gracias, espero que os guste este capítulo)]


















Gemas [Hawks x Male reader]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora