Gemas [Hawks x Male reader]

Familia Hanaki, Hana

Todo estaba en silencio, siempre estaba todo en silencio, no se escuchaba nada más que susurros que la mayoría de veces ella no podía entender. Susurros traicioneros que de vez en cuando se transformaban en alucinaciones, las peores alucinaciones que podía tener. Odiaba eso, odiaba tener la tele encendida, en la tele se veían muchas series, la mayoría estaban controladas por los enfermeros pero si ella tenía que opinar lo diría claramente; tenían un gusto pésimo. Ellos normalmente elegían series de fantasía y aventuras en cambio había veces en las que le ponían series de familias viviendo felices, con sus problemas, pero todos se tenían unos a otros y terminaban creciendo y haciéndose más fuertes juntos.

¿Qué demonios?

¿Acaso intentaban que ella fuera como los personajes de esas películas o series?

Qué estúpidos.

No. No lo sería. No podía serlo. Ya no. Su hijo... Su querido hijo se fue, se fue y no volvió. Y aún así intentaban utilizar una especie de terapia familiar con ella para que intentara ver lo positivo del asunto.

Que tontería.

¿Qué de positivo tenía haber perdido a un hijo?

No lo entendían. Nadie lo hacía.

Ella no era el personaje de una película o una serie, no podía ver nada positivo. Esas series y películas solo le traían más dolor de cabeza, más recuerdos del pasado, más tristeza.

"Aún tienes a tu otro hijo"

No. No lo entenderian.

"Yuki se está esforzando, tu esposo intenta superarlo."

No. Eso ya lo sabía perfectamente. Pero no era así. No sabían nada.

"Al menos se una madre para el hijo que aún te queda."

Lo se. Callaos de una vez.

"Es una situación que aún puedes controlar, vive por tu marido y por Yuki, ellos te esperan."

Que se callen de una vez.

"Esperan a que te recuperes."

¡¡Callaos!!

Y de nuevo así sus ojos se entrecerraron, sin expulsar lágrimas que por mucho que lo intentase ya no caían.

Ya lo sabía, era consciente de eso.

Era una mala madre.

No sólo permitió que se llevaran a su hijo sino que también arruinó al resto de su familia por caer enferma como lo hico.

Sí, cayó enferma, terriblemente enferma.
Eso no era ninguna excusa para su comportamiento, pero era difícil. No sabía en qué momento su vida se derrumbó de esa manera. No sabía cuándo todo a su alrededor se volvió tan oscuro.
En algún momento dejó de ver, dejó de escuchar, dejó de sentir.
Sólo había tristeza, una profunda tristeza en su interior que aunque lo intentara no podía quitar.

Y dolía, dolía mucho.

Dolía a cada segundo, a cada minuto, cada hora, cada día, todas las semanas de todos los meses del año.

Durante todo ese tiempo la hermosa y preciosa sonrisa de sus pequeños estaba en su mente, constantemente, como un viejo recuerdo que no volvería.
Sí, esas sonrisas no lo harían.

______ no volvería, no vería su sonrisa.

Yuki no sería como antes, no volvería su verdadera sonrisa.

Su esposo no bromearia de nuevo, no volvería a carcajear como siempre.

Ella no tendría a su familia, no volvería a ser feliz.

"Todos los problemas se superan, en algún momento todo mejorará, sois una familia fuerte, si estáis juntos podéis ser felices de nuevo."

Cómo odiaba esas palabras. Esas palabras de ánimo falsas. Lo sabía, aunque las cosas no fueran las mismas de siempre, su familia podía seguir adelante a su manera, lo sabía perfectamente. Pero ella no sabía dar el paso. Ella no era fuerte. Ella lo veía constantemente, cuando comía estaba allí, cuando veía la tele estaba allí, cuando limpiaba él estaba allí, cuando hacía la comida él estaba allí, cuando abría la puerta o giraba la esquina, cuando se iba a dormir, cuando miraba por la ventana e incluso cuando cerraba los ojos... Él estaba allí. ______ estaba allí, acompañándola con una sonrisa. Él siempre estaba a su lado.
Un hijo irreal.

Un fantasma que la perseguía constantemente.

No era un fantasma cruel, no le decía "me abandonaste", no le decía "por tu culpa estoy muerto". No. No era un fantasma malo.

Por favor, su dulce y amable hijo nunca le diría esas cosas.
No era un fantasma, era una alucinación, el saberlo era más doloroso todavía.
¿Como podía ser una buena madre y una buena esposa si no podía superar esa ilusión de su cabeza?

No necesitaba que las alucinaciones se lo dijeran, ya se lo repetía ella constantemente.

Era una mala madre.

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[(Estoy de vuelta jajaja. Perdón por la tardanza es que me fui de viaje. Me lo pasé súper bien pero no escribí nada. Ahora lo retomaré todo y volveré a mis actualizaciones usuales ;). Espero que os haya gustado el capítulo, aunque es un poco triste... )]