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Mi móvil sonó media hora después, no podía esquivar mis malditas obligaciones.

Miré si tenía algún mensaje de Barbara, pero no, ella seguiría durmiendo, esta noche tenía desfile y yo me lo perdería.

Me había dormido con el aire caliente y me desperté sudando, parecía que había estado dentro de una sauna, debería darme una ducha antes de salir a la sesión de fotos.

Me sorprendí de que tuviese bañera esta habitación, abrí el grifo y dejé que se llenase hasta la mitad, después me metí con delicadeza, comencé a gemir por el agua demasiado caliente pero al poco rato me acostumbré.

Miré mi móvil y ningún rastro de Barbara, decidí mirar Instagram, había ganado cinco mil seguidores desde anoche, me sorprendí al ver que me etiquetaban con Diana en una foto.

La foto la había subido yo, con un texto romántico para Diana ¿quién coño se había metido en mi instagram para subir eso? Olvidaba que mi manager tiene la contraseña de todas mis redes sociales.

Sólo me quedaba reírme ante aquella foto con Diana y el texto, por algo el fotógrafo nos hizo aquella sesión.

Fue una foto subida anoche, anoche yo estaba con Barbara ¿ella la habrá visto? Me hubiese dicho algo, a lo mejor por eso estaba molesta.

Mi móvil se iluminó con una notificación de Barbara, quería hacer videollamada.

Acepté la vídeollamada y ahí la vi en la cama.

-¿Interrumpo algo?- preguntó curiosa.

-Estoy en la bañera- negué con una sonrisa.

-¿Que tal el viaje? ¿Muy cansada?- se frotó los ojos.

Se acababa de levantar.

-El viaje bien, me hacías falta tú pero es lo que toca y sí, estoy muy cansada- puse cara de pena.

Ella se rió mientras me enseñaba la notita que le había escrito.

-¿Te gustó?- levanté las cejas emocionada.

-No deberías escribir tan bonito, recuerda que sólo estoy contigo por el sexo, no me vayas a enamorar- soltó una carcajada.

-Primera noticia de que estás conmigo por el sexo, pensé que estabas conmigo por mi gran humor.

-Cariño, no eres tan graciosa como te crees- me sacó la lengua.

Nos estuvimos riendo como por un minuto sin decirnos nada en la videollamada.

-¿Vas a estar mucho tiempo en la bañera?- elevó una ceja.

-He entrado hace un rato- Giré la cámara y grabé la espuma.

Cuando volví a colocar la cámara hacía mi dirección me di cuenta de que Barbara se estaba quitando las tiras de su camisón.

Mis ojos se abrieron como si de un quinceañero virgen se tratase.

Tragué saliva fuertemente mientras ella se hacía la inocente.

-¿Pasó algo?- me enseñaba más de la cuenta en la videollamada.

-Nada, no pasa nada- negué entre risas.

-Ya que tú estás sin ropa, he pensado que yo también podría estarlo, para estar más a la par, pero si quieres me vuelvo a colocar las tiras- se subió una tira correctamente del camisón.

-No, no, no te preocupes.

Ella volvió a dejar caer su tira de aquel camisón negro con el que había dormido esta noche sin mi.

Me mordí el labio viendo como se quitaba todo lo demás.

No sabía que decir.

-Mmmm ¿qué tal el tiempo por allá?- pregunté nerviosa.

-¿De verdad me vas a preguntar por el tiempo? Rió ofendida.

-No, no, no, no es eso- tartamudeé.

-Me gustaría pedirte algo- me miró directamente a los ojos.

Me quise derretir en aquel instante.

-Lo que quieras, tus deseos son órdenes para mi- intenté decir más relajada.

-Quiero que te toques para mi- soltó segura.

Notaba mis mejillas ruborizadas en aquella pantalla de teléfono móvil, me encontraba inmóvil no sabía que hacer ni que decir.

-¿De verdad lo dices?- volví a tartamudear.

-Sí, eso quiero- se mordió el labio.

Resoplé nerviosa, era la primera vez que me iba a tocar por videollamada con ella, maldita distancia.

Sujeté el móvil con la mano izquierda y le enseñé como mi mano derecha bajaba poco a poco por mi cuerpo.

Ella no pestañeaba no se quería perder ningún detalle de aquel momento.

Cerré los ojos y eché la cabeza para atrás cuando llegué a mi punto exacto.

No pude evitar soltar una pequeña risita al pensar en lo que estaba haciendo.

Empecé a frotarme poco a poco, noté como ella hizo lo mismo, ambas cerramos los ojos y nos dejamos llevar.

Escuchaba sus gemidos y como me decía lo mucho que le gustaba, estábamos a punto de llegar.

Mis pulsaciones se aceleraban y mi pecho no paraba de subir y bajar, me di más rapidez con la mano hasta que dejé de escuchar a Barbara.

Abrí los ojos y ella no estaba.

¿Qué coño acababa de pasar?

La videollamada se bloqueó, no sabía que le estaba ocurriendo a mi maldito móvil, el móvil se acabó bloqueando por completo, tuve que apagarlo y volver a reiniciar ¿qué coño había pasado?

Tuve que esperar unos minutos hasta que mi móvil volvió a funcionar correctamente, el problema estaba en Instagram, se bloqueaba el móvil cada vez que quería entrar.

Kendall Jenner acababa de seguirte.

Mi móvil casi explota ante el follow de esa mujer, un montón de cuentas comenzaron a seguirme después de ella.

Mi móvil volvió a notificar la videollamada de Barbara.

-¿Qué le pasó a tu teléfono?

-Se me bloqueó porque me empezó a seguir mucha gente en Instagram.

-¿Quién te siguió para que se te bloquease el teléfono?

-Kendall Jenner- dije sorprendida.

-A con que Kendall Jenner te siguió en Instagram- sonaba irónica.

-Sí, es muy fuerte- abrí la boca en tono de sorpresa.

La videollamada se dio por finalizada ¿se le habrá bloqueado ahora a ella?

Volví a llamarla y tardó en contestarme, ya estaba vestida otra vez.

-Nena ¿qué te pasó? ¿Por qué te has vestido?- pregunté.

-¿No te has dado cuenta de que te he colgado?- dijo molesta.

-¿Me vas a dejar así?

-Que te baje el calentón Kendall Jenner- colgó.

Entonces, estaba celosa.

•Barbara Palvin y tú• Famous in love•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora