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Me levanté y lo primero que tuve que hacer fue atender un montón de llamadas, la productora necesitaba que fuese a la prueba de vestidos para la presentación de esta noche.

¿Se me acaba de ir de las manos todo esto?

Me miré frente al espejo de mi habitación, mientras atendía la última llamada.

¿Qué me quedará bien? ¿Estaré a la altura?

No me creo aún nada de esto, hace cuatro días no sabía la existencia de aquel éxito literario y ahora resulta que soy coprotagonista.

Desayuné sin ganas, tenía que comer algo para no perder el conocimiento.

Decidí darme una ducha larga, sabía que venía algo impactante y tenía que estar a la altura.

Fui en el metro más contenta de lo normal, mirando las marquesinas publicitarías.

¿Algún día yo también estaré en las marquesinas?

Llegué a un edificio de unas 20 plantas, me dolía el cuello de mirarlo.

En la entraba había seguridad, pero por suerte no me pusieron problemas.

El edificio estaba completamente decorado con promoción de famous in love.

Subí en el ascensor hasta la quinta planta, tal y como decían en el mensaje que me habían dejado.

Había estado muy nerviosa todos estos días pero no había nada comparable con lo que estaba pasando ahora mismo.

Si estoy aquí es porque valgo.

Me animé en el espejo del ascensor.

Soy lamentable.

Salí del ascensor, había muchísimas prendas de ropa perfectamente colocadas.

Toqué una puerta entreabierta y ahí estaban veinte personas esperando mi entrada, empezaron a aplaudirme.

Dios.

-Buenos días _____, te estábamos esperando- se acercó para darme la mano.

-Quieta- dijo el fotógrafo.

No sabía que cara poner mientras me tomaban veinte fotos por minuto.

-Estamos grabando todo el comienzo de tu carrera, si las cosas salen bien, se venderá un documental de todos vosotros.

Asentí.

-Mira, te están esperando para la prueba, ve que ahora te las presento- me señaló.

La habitación era muy grande, muy blanca y con mucho focos.

Me hicieron seña de que me sentase frente a un espejo, la mesa tenía tanto maquillaje que parecía que me querían vender algo.

-Estás en buenas manos- me sonrió.

La chica parecía simpática, era una chica de unos treinta años pelirroja, llevaba un uniforme de una marca bastante conocida de cosméticos.

•Barbara Palvin y tú• Famous in love•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora