104

918 92 0
                                    

Después de la visita de mi manager, fui corriendo a la cama a llorar.

Mi vida se estaba hundiendo y no encontraba maneras de salir.

Tenía que hablar con aquella periodista, me demandaría y podría ir a la cárcel.

Comencé a temblar, me estaba dando otro ataque de pánico.

Tuve que intentar controlarme ya que sabía que no podía seguir así, tarde o temprano todo el mundo sabría lo del vídeo y sería mi fin, me echarían de la serie, entraría en prisión y perdería a Barbara.

Mis padres se sentirán muy decepcionados conmigo.

Volví a llorar.

Ahora mismo estaba completamente aterrada, me sequé las lagrimas e intenté controlar la respiración, esto es una bomba que tarde o temprano saldría.

¿Podría hacer algo para cambiarlo? Claro que no.

Diana seguía sin responderme, me veía obligada a ir a buscarla, este tema también la involucraba a ella.

¿Había alguna solución para olvidar mi desastrosa vida? El alcohol.

Salí de mi habitación y me dirigí a la cocina, tendría que haber alcohol por alguna parte, no me creo que en esta maldita casa no haya una gota de alcohol.

La cocina estaba libre de alcohol, me resigné hasta que recordé el mini bar del salón.

Ahí estaba mi mayor bien preciado, repleto de botellas de alcohol, sé perfectamente que el alcohol no es una solución pero ahora mismo lo necesito.

Abrí la primera botella que tenía como dibujo un 75% y busqué un vaso de cristal para servirme.

El primer trago fue horrible, me ardía la garganta, sentía mi estómago arder, fue una sensación horrible, pero era mejor que la sensación que sentía estando sobria.

Después del quinto trago me tuve que sentar, me estaba empezando a hacer efecto, veía borroso y sentía que todo me daba vueltas, pero no me preocupada, cualquier cosa era mejor que la sobriedad .

Me tumbé en aquel sofá y cerré los ojos.

Intenté controlar la respiración pero se me hacía imposible.

Mis ojos se abrieron al mismo tiempo que la puerta de mi loft.

Levanté medio cuerpo de aquel sofá y vi por encima de el a mi manager entrando.

-¿Quién coño te ha dado permiso para entrar?- grité borracha.

Él se acercó con paso firme y se me quedó mirando.

-Mírate, estás borracha ¿no te da vergüenza?- me recriminó.

-Déjame.

-Hueles a alcohol que apestas, corre a ducharte.

Negué con los ojos cerrados.

-Me tienes harto- gritó.

Noté como me agarraba de la nuca y me sacaba arrastras del sofá, debido a que pesaba más que yo, no pude zafarme de aquel agarre.

-Suéltame- ordené.

Él me agarraba más fuerte de la nunca, me estaba llevando a mi habitación, pensé que me tiraría a la cama pero me llevó hasta la ducha y me metió con ropa.

Abrió el agua fría y ahí noté lo lamentable que era mi vida, el agua helada caía por mi cuerpo y yo no podía ni gritar.

Intenté salir de aquella ducha pero él seguía tirándome agua a la cara con el grifo y no me dejaba ver.

•Barbara Palvin y tú• Famous in love•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora