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Escuchaba mi nombre, alguien me estaba intentando despertar pero lo último que quería era levantarme, hasta que recordé con quien estaba.

Barbara.

Mis ojos se abrieron y la vi, estaba a mi lado tocándome la cara y llamándome para que me despertase.

-Buenos días princesa- Le sonreí.

-Buenos días, llevo diez minutos intentando despertarte.

-El jet lag- me reí.

-Eso es lo peor ¿desayunamos?- Se me subió encima y me besó.

-Este es el mejor desayuno- Le di otro pico.

-Deberíamos ir pidiendo el desayuno ya.

-Ahora llamo a recepción.

Barbara se quitó de encima, yo fui a por el teléfono para pedir el desayuno, el desayuno tardaría veinte minutos en llegar, así que me dio tiempo para hacer todo lo que quería hacer antes de desayunar.

Me miré en el espejo del baño mientras hacía una lista mental de mis planes, tengo dos días más en París, Barbara se va en tres, tengo dos días para recorrerme París contando con la pasarela de esta noche y el after party.

Oímos la puerta y sabíamos que era el desayuno, salí del baño y me dirigí hacia la puerta, los trabajadores no tenían  que saber que estaba Barbara Palvin conmigo, podrían llamar a la prensa, son pensamientos arriesgados pero es mejor evitar.

-Buenos días ¿puedo pasar?- Me miró el camarero.

-Buenos días, no, no hace falta ya entro yo el carrito- agarré el carrito y lo metí para dentro.

El camarero se quedó un poco sorprendido pero no dijo nada, estaba demasiado ocupado como para preguntarse un por qué.

Cerré la puerta y me dirigí con el carrito hacia la mesita que había al lado de la ventana.

-Servicio de habitaciones.

Barbara se reía mientras me veía dar vueltas con el carrito dentro de la habitación.

Destapé las bandejas mientras Barbara se sentaba, había fruta más que nada.

-Tengo que desayunar rápido y luego irme, tengo que prepararme para esta noche- Agarró un plátano de la bandeja.

-Yo estaré ahí a la hora del desfile- Cogí el zumo de naranja.

-Luca estará esta noche en el desfile, él te dará tu entrada- bebió de mi vaso.

-¿Él está aquí? No me dijo nada cuando le dije que vendría a verte.

-Luca llegó horas antes que yo, tiene que estar aquí, esta noche es un desfile muy importante y todo representante y modelo tienen que estar esta noche en París.

Me limité a asentir mientras comía, no entendía una mierda pero sólo quería volverme a la cama.

Barbara se puso el vestido y me besó.

-Te veré esta noche, deséame suerte.

-Mucha suerte, aunque no la necesitas.

Nos dimos un último beso y Barbara desapareció por esa puerta.

Me dirigí hacia la mesa, me comí una napolitana de chocolate y me tumbé en la cama.

Lo de anoche había sido perfecto y esta noche tenía pasarela de moda, por fin no me paso el día pensando en grabar.

Me acabé la napolitana y me volví a dormir.

........

Me desperté por el sol, había dejado la ventana abierta para ver las luces de la torre Eiffel y eso me había despertado, miré el móvil y eran las 12 de la mañana hora europea.

Vi la mesa con las bandejas de comida y no pude evitar sonreír por lo que había pasado hace unas horas.

Esa diosa se ha metido en mi cama, en mi jacuzzi y le ha gustado.

Ojalá tuviese una guitarra para poder cantar sobre lo que pasó anoche en París.

Decidí darme una ducha y salir a recorrer la ciudad de día.

París era tan bonito, por lo menos el centro, la gente vestía a la última moda y nadie sabía quién era ¿esto es el paraíso? ¿Debería mudarme aquí?

Decidí aprovechar las pocas horas que me quedaban libres y fui al museo de Louvre.

Me tocó hacer cola, demasiada diría, perdí cuarenta minutos de mi tiempo haciendo una cola que apenas se movía, siempre he oído que los famosos no hacen cola, me encantaría no hacerla pero aquí no me conoce ni Dios.

El museo era espectacular tanto por fuera como por dentro, sin duda había merecido la pena cada minuto de esa maldita cola.

Me fijé en alguna obra de arte, siempre me había llamado el arte pero nunca se me dio tan bien como para dedicarme a ello.

Notaba las miradas de un grupo de chicas, París era la ciudad turística más visitada del mundo, sabía que me encontraría con algún americano que me reconociese.

El grupo de chicas me siguió por todo el museo, estaba prohibido hacer fotos así que no tuvieron mejor plan que seguirme para ver cuando salía yo y así poder tomarse una foto conmigo.

Decidí salir de aquel museo, me estaba agobiando con tanta acosadora.

-Disculpa ¿Eres _____?- Preguntó una chica muy nerviosa.

-Sí ¿queréis una foto?- sonreí falsamente.

Ellas se pusieron a mi alrededor, eran seis chicas de unos 19 años, todas americanas, me hicieron firmarles las entradas del museo Louvre.

Las chicas se fueron y yo decidí irme por el centro buscando algo que comer, aún me quedaban unas horas libres antes de ir a mi hotel a prepararme para la pasarela de esta noche.

Decidí comer en un puesto de la calle, me senté en un banco a comer y al primer bocado, mi móvil empezó a sonar, decidí mirar quién era y era mi manager, Luca.

Llamada:

Luca:
Buenas tardes ¿te encuentro ocupada?

____ Millers:
No, no te preocupes, estaba en la calle dando una vuelta.

Luca:
Será rápido, tengo que darte la entrada de esta noche y tenemos que hablar de algo.

_____ Millers:
Soy todo oídos.

Luca:
Tenemos que vernos, hemos encontrado varías modelos acorde a ti.

_____ Millers:
¿Acorde a qué? No entiendo.

Luca:
¿Quieres tomarte un té y lo hablamos?

____ Millers:
Claro ¿dónde nos vemos?

Luca:
Te mando la dirección por mensaje, te cuelgo.

Fin de llamada.

¿Una modelo acorde a mi? ¿Barbara sabrá esto?

•Barbara Palvin y tú• Famous in love•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora