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Ahora mismo estaba bastante jodida, Nathan no me dejaba salir de casa y yo tenía que ir a contárselo todo a mi manager, estaba metida en un buen lío.

¿Quién coño tomó las fotos? Y ¿quién coño son esas chicas? No eran las mismas con las que me desperté.

Sabía que el único que podía darme respuestas de esa noche era Pablo, decidí escribirle.

—————————————————————DM Pablo Money
Pablo, me acaban de enviar una foto mía en San Francisco saliendo del club al que me llevaste ¿sabes la que me puede caer? Necesito tu ayuda.

DM _____ Millers
_____, no te preocupes, todo esto cuenta como promoción, aunque a lo mejor a tu novia sí, le resulta un problema, espero verte pronto, recuerda el videoclip.

——————————————————————

Pablo no me estaba ayudando una mierda, Pablo sólo me da problemas.

Resoplé mientras dejaba el teléfono a un lado de mi cama, Pablo no me iba a decir nada porque no recordaba nada, como yo, él estará más acostumbrado a todo esto, a lo mejor es lo que necesito un escándalo para librarme de Diana.

Barbara cumplía años en una semana y tengo que rezar para que la bomba suene después de ese cumpleaños.

Eché la cabeza para atrás recordando a Barbara, tarde o temprano se enteraría de lo que había pasado en San Francisco, tengo que evitarlo como sea.

El mundo me acababa de explotar en la cara otra vez, pero yo me iba a dormir, no podía hacer nada más.

La noche se me hizo eterna, no conseguí dormir, tenía ataques de ansiedad y era horrible necesitaba ayuda, ayuda psicológica.

Escribía y borraba un texto en el que le contaba a Barbara toda la verdad, ella no se merece eso, aunque no estuviésemos saliendo oficialmente, ella no se lo merece.

Me acababa de llegar una notificación, mi querida periodista había subida una foto conmigo con el título "Deseando volver a verte"

Valiente zorra.

Le di like.

Sebastian me envío un Whatsapp con un enlace de twitter, alguien se había enterado de mi desmayo y habían hecho un hastag para darme ánimos.

La gente no tiene vida.

Leí algunos comentarios para ver si me distraía y en la gran mayoría hablaban de adicciones, al sexo, a las drogas y al alcohol.

Genial.

Necesitaba despejarme como sea, no iba a dormir y mis compañeros ya habían dejado de hacer guardia, ellos tenían clase mañana y no iban a estar despiertos para vigilarme.

Le escribí un mensaje a mi manager con lo ocurrido, ya me contestaría mañana, sé que era tarde.

Decidí subirme al coche y conducir hasta la farmacia de guardia más cerca, eran las tres de la mañana, habían pocos coches en el camino, sólo estábamos despiertos los infelices.

Mis taticardias aumentaron cuando vi que me acercaba a un control policial, los alegres policías me invitaron a estacionar mi auto para pedirme los papeles.

-Buenas noches, señorita, documentación- golpeó el cristal del coche.

Busqué cómo pude mi documentación y se la di.

El policía tenía ganas de joderme, no paraba de mirarme los papeles.

Genial.

Noté como se ponía nervioso al verme, me acababa de reconocer.

-Disculpe señorita Millers, mi hija es gran fan de lo que hace ¿podría firmarme un autógrafo?

Asentí con una sonrisa falsa.

El policía sacó un bolígrafo de su bolsillo y me hizo dedicarle una hoja de papel en blanco para su hija.

-Disculpe señorita Millers ¿dónde se dirige? La ciudad puede ser peligrosa para usted, la podríamos escoltar.

-Me dirijo a la farmacia de guardia de ahí- señalé.

El policía me dejó seguir mi camino, maldito subnormal.

Aparqué mi coche y me di cuenta de que delante mía había una valla publicitaria con mi cara, no me lo podía creer, salíamos Pablo y yo en la promoción de colonia, le hice una foto para Instagram y seguí mi camino hacia la farmacia.

Había una chica joven, la novata a la que le había tocado quedarse aquella noche, ella me esperaba con una amplia sonrisa, aunque ambas sabíamos que deseaba estar sola en su trabajo.

-Buenas ¿en que puedo ayudarle?- tartamudeó.

-Me podrías das pastillas para dormir, por favor- intenté no hacer mucho contacto visual con ella, no quería que me reconociese.

-Las grabaciones para famous in love son duras- me miró con ternura.

Mierda.

-Sí, son un poco cansadas por eso necesito dormir y necesito que nadie se entere de que he estado aquí- le guiñé el ojo.

-No se preocupe, será nuestro pequeño secreto- me sonrió.

La farmacéutica no tardó en darme unas pastillas, me tocó hacerme una foto y firmarle la factura para que me dejase irme de ahí.

Me tomé una pastilla a la salida de la farmacia, no sentía nada en especial, decidí volver al coche antes de que el policía imbécil volviese a aparecer, demasiada acción por esta noche.

Notaba como me venía el sueño de golpe, mi mayor sorpresa  fue cuando me encontré a diez paparazzis fuera de mi casa fotografiándome con el maldito flash.

Mierda.

Abrí el bote de pastillas y me tomé otra más, inhale aire y salí de aquel coche, tenía que llegar a la puerta lo más pronto posible.

Los paparazzis se me tiraron encima cuando conseguí salir del coche.

-Nos hemos enterado de tu desmayo ¿estás bien?

-¿Son ciertos los rumores de una sobredosis?

-¿Cuál es el motivo del desmayo?

-¿Qué pastillas te estas tomando?

-¿Vas a ingresar en una clínica de desintoxicación?

La vista se me estaba volviendo a nublar pero ya quedaba poco para llegar a la puerta, apreté el puño ante la última frase que logré escuchar.

-Se te ha subido la fama a la cabeza, niñata.

Cuando me quise dar cuenta el paparazzi estaba tirado en el suelo y a mi me dolía mucho la mano.

•Barbara Palvin y tú• Famous in love•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora