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¿De verdad tengo que volver a verla? Siento mis mejillas sonrosadas.

-Estoy siendo patética ¿verdad?- Miré a Lily.

Lily seguía pintándose las uñas mientras me observaba de reojo.

-No sé muy bien qué decirte, tonta eres un rato.

-Es justo lo que quería escuchar de mi mejor amiga- dije lo más resignada posible.

-Es que no vas a tener otra oportunidad así, olvídate de ella.

-¿Qué me olvide de ella?- la miré incrédula.

-Sí, eres nueva en Hollywood  ya tendrás más oportunidades con otros famosos.

-No es lo que esperaba oír pero me quedo satisfecha- le di un beso en la mejilla y me despedí.

Me di un último repaso y salí hacia el estudio, respiré el aire fresco de la mañana aunque por dentro no quería ir, ya que ir a grabar significaba volver a verla.

¿Por qué eres tan imbécil?

Me lo fui repitiendo todo el camino, oía como mi teléfono sonaba pero lo último que quería era hablar con alguien, era demasiado temprano y estaba demasiado amargada como para contestar la llamada.

Empezaron a caer gotas de lluvia, bajé con cuidado del coche, no tenía paraguas y como resultado me mojé caminando esos veinte metros.

Todos parecían igual de entusiasmados que yo, saludé a todo el que se cruzó por mi camino y me dirigí hacia mis maquilladores.

Los maquilladores eran tan amables, eran un encanto, ellos tenían ganas de hablar conmigo pero yo no tenía ganas, me limité a repasar el guión, no estaba de humor y no quería pagarlo con nadie.

Alguien puso un café a mi vista y levanté la mirada para ver quien era, Barbara.

-Buenos días- Barbara me sonreía mientras sostenía un café en cada mano.

-Buenos días- agarré el café.

Le di un sorbo, el café estaba asqueroso pero no iba a decir que lo había pedido mal.

-¿Lista?- Barbara se sentó al lado, también tenía sesión de maquillaje.

-¿Para?- La miré.

-Está noche, hay una entrevista en la televisión.

-No, no sabía- Bebí el café malísimo.

-Deberías revisar tu correo.

Saqué el móvil para revisar el correo, la llamada era para decirme que esta noche tenía una entrevista y que tendría prueba de vestuario.

He dormido como mucho cuatro horas, cuatro horas malas y encima tengo que ir a poner buena cara esta noche al programa ese de la tele.

Me quedé perpleja al ver a Barbara, tenía una piel tan delicada, los focos la alumbraban a ella y yo estaba agradecida.

-Benditos focos- me mordí el labio.

Lo dije demasiado en alto, a mi maquilladora se le escapó una risita, me había escuchado, ahora mismo me quería morir de la vergüenza, notaba el calor en mis mejillas recién maquilladas.

No son ni las diez de la mañana y ya había hecho el ridículo.

Mi maquillaje había sido rápido, aproveché para salir huyendo de ahí, no me fijé ni en Barbara, aproveché que la lluvia ya había acabado para esconderme en los primeros escalones que vi.

-Por favor que pase pronto este día, por favor te lo pido- Miré el cielo pidiendo clemencia.

Resoplé mientras volvía a echarle un vistazo al guión.

¿Por qué no me lancé anoche? ¿Soy una imbécil? Sí, soy una imbécil.

Dejé el guión a un lado de la escalera y me tapé la cara con las manos.

-¿Alguna travesura cometida?

Abrí los ojos para ver quien era, Katherine estaba ahí plantada delante mía, con unas botas muy bonitas.

-No- Negué.

-¿No?- soltó una sonrisita.

-No, por cierto me encantan tus botas.

Katherine se sentó dos escalones debajo de mi, nos quedamos mirando sin saber qué decir.

-¿Cómo llevas tus escenas?- La miré.

-Horriblemente mal, no entiendo la frustración del personaje- me señaló sus líneas de las escenas de hoy.

-Seguro que lo haces genial, mírame a mi, estoy aquí sin ninguna clase de actuación.

Reímos.

-Hay que tener mucha suerte para que te haya tocado el papel, estás tocada por algo divino.

-No creo que sea tan bonito como parece- miré hacia el suelo.

-Al principio cuesta, ves a todos con más experiencia que tú pero con práctica todo se controla.

-Me has devuelto la seguridad que me faltaba.

-Por eso he venido, te he escuchado pedirle a alguien que hiciera pasar el día pronto.

-Digamos que no es mi día.

-Anoche se te vio muy bien.

La miré confundida.

-Me han etiquetado en una foto tuya anoche con unas fans en un parking de un hotel y por casualidad ese hotel es el mismo en el que se hospeda Barbara Palvin- Katherine sacó su móvil para enseñar la foto en la que había sido etiquetada.

Le quité el móvil de las manos para ver mejor la imagen, era yo, era yo anoche en el parking del hotel tomándome fotos con esas chicas, maldita a chicas.

-¿Cómo sabes que es el hotel de Barbara?- intenté sonar relajada.

-Lo pone en los comentarios.

-¿crees que alguien más lo sepa?- me acerqué para susurrarle.

-Apenas utilizo las redes sociales y me he enterado- susurró

Maldición.

Katherine estaba disfrutando este momento.

-No te preocupes, lo del hotel de Barbara no está confirmado.

-¿Cómo? ¿Qué?- La miré.

-Que me lo acabas de confirmar tú- soltó una carcajada.

-Me has ganado- sonreí mientras le entregué el móvil.

-Gracias, tenía mis sospechas, pero ahora ya lo sé.

-Espera ¿desde hace cuándo lo sabes?

-No es que lo sepa, es que os shippeo, sois pareja en la serie y es normal.

-Y tú ¿tienes algo? Por aquí- elevé las cejas.

-No he tenido tiempo, estoy ocupada con mi música, pero no es momento de hablar de mi, es momento de hablar de ti.

-Esta bien, te lo has ganado ¿qué quieres saber?

-¿Qué tenéis exactamente?

-Nada.

-¿Como que nada?- Katherine abrió la boca sorprendida.

-No tenemos nada, es largo de explicar- Me levanté de las escaleras.

Tendría que ir yendo a grabar, por la hora que era sé que me estarían esperando.

-¿Es largo de explicar y te vas?

-Sí, tengo que ir a grabar.

•Barbara Palvin y tú• Famous in love•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora