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Resoplé.

Ahora mismo tenía dos opciones o me volvía sola a casa o me iba a la fiesta a la cuál me habían invitado, me quedé mirando la tarjeta que me había dado Barbara, ella quería que yo fuese buena persona, pero para ser buena persona tengo toda la vida ¿no?

Intenté silbar durante los cinco metros que me separaban del coche, Barbara tenía mal gusto, el coche era una preciosidad.

Me subí y mi ánimo aumentó considerablemente, tenía ganas de fiesta.

Maldito presentador.

Miré la dirección y encendí el gps, seguí el camino unos cuantos metros y luego caí en lo que estaba haciendo ¿no debería portarme bien? Barbara cumple años a media noche, le debo un regalo y como mínimo portarme bien esta noche sería un gran regalo.

Cambié la dirección del gps por la floristería más cercana que hubiese, todas estaban cerradas, mi estado de ánimo se devaluaba conforme veía floristerías cerradas ¿por qué me tenía que pasar esto a mi?

Decidí bajar la ventanilla para tomar aire aprovechando un semáforo en rojo, fue una mala idea, noté como el conductor de al lado comenzó a grabarme, no me resultaría tan incomodo si no fuese porque me estaba faltando el respeto.

Puse los ojos en blanco cuando escuché quejas sobre mi fiesta, decidí tranquilizarme y subir la ventanilla.

Maldito imbécil.

Mis ganas de bajarme del coche y ponerme a discutir no cesaron hasta los siguientes dos semáforos.

Recuerda que sólo quiere provocarte y que tú no puedes caer, bastantes errores había cometido esta semana interminable como para que se sumase el imbécil este.

Mi móvil comenzó a sonar, tenía la esperanza de que fuese Barbara pero no, era Diana, le colgué sin remordimientos.

Decidí volverme a casa, tenía que ser buena, aunque yo no quisiese.

Cambié el sentido de mi conducción, debía dirigirme hacia mi casa, todo el camino fui pensando en lo que me estaría perdiendo por ser buena esta noche ¿de verdad merecía la pena? ¿de verdad me iba a portar bien por Barbara? No me porto bien por Diana que se supone que es mi novia y lo voy a hacer por Barbara.

Volví a conectar el gps, estaba mucho más lejos que antes pero ya no tenía distracciones, quería y necesitaba divertirme, además nadie se iba a enterar.

Mi móvil volvió a sonar, me cabreé pensando que sería Diana, pero era mi manager el que me estaba llamando ¿qué querrá a estas horas? ¿qué hice de malo ahora? Me tocó contestar.

Llamada entrante:

Manager:
¿Qué te dije?

____ Millers:
Buenas noches a ti también.

Manager:
Te dije que hicieras bien la entrevista y no la has hecho.

____ Millers:
¿Qué iba a responder?

Manager:
Pues que estabas muy arrepentida de hacer la fiesta y que no se volvería a repetir, por cierto ¿dónde estás?

_____ Millers:
Voy de camino a casa- sonreí ante esa mentira.

Manager:
Le he pagado al portero para que me avise cuando llegas, tenlo en mente, así que no me mientas.

Llamada finalizada.

Resoplé mientras me aferraba al volante.

Pensándolo bien debía volver al loft, tenía que descansar, me encontraba cansada y me negaba a volver a meterme cocaina para revivir mi pasión por las fiestas.

•Barbara Palvin y tú• Famous in love•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora