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¿Esto es una locura? Estás de camino a París para ver a Barbara Palvin, claro que es una locura.

Miré por la ventana, quedaba poco para aterrizar o por lo menos eso indicaba el dibujito del avión de la pantalla.

Resoplé.

¿Cuántas horas llevo metida en este avión? ¿7?

¿En Francia hablarán inglés? Todo el mundo habla inglés.

Decidí leer un panfleto en francés que tenía el asiento del avión.

Intenté aprender lo básico de francés en el avión pero fue lamentable, noté como el avión aterrizaba, los nervios de mi estómago me indicaron que ya estábamos en tierra, decidí salir la última, no tenía a nadie esperándome, Barbara no sabía que yo había venido.

La gente no me miraba en el aeropuerto, no me conocían, me alegré al saber que no me reconocían.

Pedí un taxi el cual me llevaría al hotel, mi manager me había conseguido una habitación en uno de los mejores hoteles de París.

La pronunciación del hotel con el taxista fue lamentable pero me atendió y me llevó.

Llevaba una maleta pequeña pero pesaba demasiado ¿no me habrán metido nada raro? Entré al hotel como si no sospechase que me hubiesen metido droga en la maleta, subí en el ascensor con una familia francesa.

La familia francesa tenían un acento demasiado cerrado, intenté entender algo de lo que decían para practicar mi oído y fue horrible, salí de ese ascensor más pérdida de lo que había entrado, busqué mi habitación, era un pasillo larguísimo, abrí la puerta con una tarjeta a lo James Bond, la habitación era preciosa, tenía cama de matrimonio y vistas a la torre Eiffel.

¿Me había enamorado? Yo diría que sí.

Decidí mandarle un mensaje a Barbara, habíamos quedado en vernos en París pero ella pensó que era mentira.

No pude evitar sonreír al pensar en ella.

Mensaje:

_____Millers
Aunque no me creas, estoy en París ¿dónde nos vemos?

Barbara
Mientes de pena, sé que no estás en París.

_____Millers
¿Dónde estás que voy a buscarte?

Barbara
Deja de jugar conmigo

_____Millers
Dime lugar y hora, estaré ahí.

Barbara
No te creo pero ¿te veo bajo la torre Eiffel a las 9 de la noche?

Miré el reloj, eran las cinco de la tarde, la torre Eiffel no estaban tan lejos o por lo menos eso se veía desde la ventana de mi hotel.

_____Millers
Perfecto, cogeré recién el avión, nos vemos esta noche nena.

Barbara
Eres idiota, sé que no aparecerás.

Decidí no contestarle, me tiré a la cama y cerré los ojos ¿acabo de irme a otro continente para verla? Debería descansar un poco, me duele la espalda de viajar en turista.

Me desperté y lo primero que vi fue los brillos de la torre Eiffel, veía la puta torre Eiffel desde mi cama, bendita maravilla.

Me levanté de la cama, me puse la sabana encima para acercarme más a la ventana, era maravilloso, hacía muchísimo frío pero París era precioso y más precioso será cuando vea a mi amor.

Me metí en el jacuzzi sin pensármelo dos veces, me llevé el móvil para ver información ¿qué se podrá hacer en París? Decidí poner música en alto y empecé a cantar mientras explotaba las burbujas del jacuzzi.

Notaba como los dedos de las manos se me arrugaban pero no quería salir del jacuzzi, había encontrado mi lugar en la tierra y era en esa habitación de hotel con jacuzzi y minibar.

Miré la hora, quedaban 40 minutos para darle la sorpresa a Barbara, pediría un taxi, no estamos tan lejos.

Decidí salir de aquella maravilla, no quería salir de ahí pero con suerte estaría esta noche con Barbara entre burbujas.

Me vestí cuidadosamente, no puedes conquistar a una modelo sin ir a la moda, busqué el perfume que mejor olía y me bañé en el.

Me di un último repaso antes de salir del hotel, estaba nerviosa pero hoy sería la noche.

Por favor señor dame la seguridad que me faltó en USA- me bendecí.

Salí del ascensor y notaba las miradas de los demás en el hall o iba muy bien arreglada o me habían reconocido y viendo que nadie me pedía fotos, es porque iba muy arreglada.

El taxi no tardó en llegar, el viaje fue silencioso, estaba de los nervios, me temblaban las piernas, la vería.

El taxista me echó un vistazo por el retrovisor, le entregué el dinero y salí de ahí, la torre Eiffel era enorme, me dolía el cuello de mirar hacia arriba.

Había muchísima gente, aquí todo el mundo pasaba desapercibido, el frío traspasaba mi americana gris pero no me importó, pronto la vería.

Pasé por un puesto de flores, decidí comprarle una rosa a Barbara.

Olí la rosa mientras empecé a caminar por debajo de la torre en busca de ella.

El problema de quedar en la torre Eiffel es que había muchísima gente como para reconocernos.

Decidí mandarle  un mensaje.

Mensaje:

____Millers
¿Dónde estás?

Barbara
¿De verdad sigues con ese juego?

_____Millers
Estoy esperándote en la torre Eiffel.

Barbara
Como sea mentira te enteras.

No pude evitar reírme ante aquel mensaje.

_____Millers
Dime cómo vas vestida.

Barbara
No te diré como voy vestida porque sé que no estás y no te lo mereces.

Estuve dando vueltas, hasta que la vi.

Había venido, había venido aunque se pensase que me estaba riendo de ella.

Me acerqué por detrás y le tapé los ojos.

•Barbara Palvin y tú• Famous in love•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora