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Cada cinco minutos volvía a revisar el móvil, había enviado flores a Barbara y no paraba de asegurarme de que se las hubiesen enviado.

Has encargado el pedido hace menos de una hora, nadie va a llevar flores tan pronto a una pasarela.

Volví a comprobar el encargo, debería asegurarme de que las flores estaban ya en el camerino de Barbara o por lo menos de camino.

Me ponía nerviosa pensar que por error le podría haber enviado flores a otra modelo, pero la culpa no sería mía sino del repartidor.

No pude evitar sonreír al ver la imagen de las doce rosas rojas que le había enviado a Barbara para desearle suerte en su desfile.

Miré la hora en el reloj de aquel lugar, 19:38.

Estaría apunto de salir a desfilar y me lo perdería por estar a unos cuantos miles de kilómetros de ella ¿esto será siempre así?

Refunfuñé.

¿Debería llamarla? Sí, debería llamarla.

Algo dentro de mi me dijo que no debía hacerlo, ella estaría preparándose para el desfile, cuando viese mi nota en las rosas seguro que me llamaría.

Me senté en un sofá de cuero y entré a Instagram, Kendall me había etiquetado en la foto que nos tomaron esa noche.

Apenas he cruzado palabras con esa chica y ya la gente nos ha hecho mil edits y hay otras mil teorías de que tenemos un romance a espaldas de Diana.

Kendall está ayudando a que los rumores con Barbara pasen a un segundo plano y es algo que agradezco, no puedo tambalear la carrera de casi diez años de Barbara por errores simplemente míos.

El fotógrafo se me acercó, se le notaba cansado.

-En dos días te enviaremos las fotos para que las subas a instagram y hagas el sorteo.

Asentí.

Él se despidió de mí, no sin antes pedirme un autógrafo.

Me dejó marcharme de aquel lugar de grabación.

He pasado de colarme en el metro de mi ciudad a grabar un anuncio de bebidas en Londres, en un mes se estrenaría Famous in love y la gente que aún no conoce mi cara, se hartará de verla.

El ascensor se abrió y ahí estaba un coche esperándome para dejarme en mi hotel, tenía que arreglarme para la mierda de esta noche y no tenia ninguna intención de ir.

Apoyé la cabeza en el cristal del coche mientras el chofer me llevaba por toda la ciudad, había marquesinas con promoción de Famous in Love.

No pude evitar emocionarme al ver a Barbara en una marquesina gigante, ella era la que más promoción tenía.

Me hubiese encantado visitar con ella la ciudad.

Saqué el móvil aprovechando un semáforo en rojo y fotografié la marquesina donde salía Barbara.

Me estaba poniendo sensible y eso no podía ocurrir, negué con la cabeza varías veces, decidí centrarme en la canción que había puesto el chofer.

Guardé el teléfono en el bolsillo y tarareé la letra de la canción.

Agradecí que aquel chofer no hiciera ningún comentario respecto a mi horrible voz ronca, se limitó a abrirme la puerta para que saliese del coche y entrase a mi hotel.

Entré por las puertas de aquel hotel pensando en lo que tendría que hacer esta noche, aún no había decidido a quien invitaría esta noche, sé que me van a fotografiar así que debo decidir bien.

Diana pasaba a ratos por mi cabeza ¿debería llamarla? ¿Debería darle alguna explicación? Ella es sólo mi novia por contrato, no creo que deba darle nada.

De todos modos debería escribirle, no está bien lo que hago con ella.

Le escribí mientras subía por el ascensor, como era de esperar me dejó en visto y no me contestó.

Resoplé ante su actitud, no podía quejarme, me lo merecía, ella me despreciaba y era normal.

Yo también me despreciaba a ratos.

Una lágrima corría por mi cara, me la sequé antes de entrar a la habitación.

Resoplé fuertemente y me tiré a la cama.

Algo dentro de mi me tenía inquieta, saqué el móvil del bolsillo y busqué el chat con Barbara, aún no habrá visto las flores.

Miré el Instagram de sus amigas, estaban todas en el camerino preparándose para el desfile, pero ni rastro de las flores.

Ese tema me tenía bastante inquieta, decidí despejarme y llamé al servicio de habitaciones para pedir la cena, mi manager no se enteraría de esto o eso esperaba.

Estaba agotada, tenía el traje de esta noche colocado en una gran percha, estaba impecable.

Recordaba que no podía negarme a faltar, tenía una contrato, estupido y maldito contrato.

Volví a entrar a Instagram, me habían etiquetado en las fotos los modelos y simplemente elegí al que más me gustaba.

¿Una rubia? Puede ser.
¿La morena? Tal vez, quién sabe.

Decidí quedarme con la morena, le escribí un mensaje por privado y me respondió a los tres segundos "estaré encantada de ir, nos lo pasaremos genial" respondió.

Ya tenía el traje, la modelo ¿qué más me faltaba? Faltaban mis ganas y eso no sería tan fácil de conseguir.

•Barbara Palvin y tú• Famous in love•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora