•Barbara Palvin y tú• Famous in love•

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Los cinco minutos resultaron ser veinte, no entendía como había llegado a este extremo de mi vida.

Diana estaba pegada a la pared mientras yo la embestía cada vez más rápido.

Ella no paraba de gemir en mi oído.

Tenía la piel sudada debido a la humedad de aquel lugar.

Diana poco a poco fue clavándome más las uñas en la nuca, estaba apunto de correrse.

Seguí con la misma intensidad, ella comenzó a temblar.

-Sigue así....joder- jadeaba.

Diana me acercó más hacia ella y ahí me besó, noté como se desplomaba y caía sobre mi, echó la cabeza hacia atrás mientras soltaba pequeños gemidos de placer.

Tener sexo en un baño público de pie junto a Diana, no estaba en mis planes.

Después de recomponernos, salimos de aquel baño, me miré en el espejo de aquel lugar mientras Diana se arreglaba el pelo al lado mío.

Abrí el grifo y comencé a echarme agua por el cuello.

-¿En que piensas?- preguntó.

Notaba como me miraba de reojo por el espejo.

-Tengo que decirte algo- tartamudeé.

Diana dejó de peinarse para prestarme toda la atención del mundo.

-Mira, no sé cómo empezar.....- miré para el suelo.

En ese momento se abrió la puerta del baño, ambas miramos asustadas.

Me di cuenta de que no podía seguir, no quería que nadie me escuchase.

Diana y yo nos miramos y ella comprendió de que se trataba de algo serio como para que nos escuchasen.

Diana y yo decidimos salir del baño y sentarnos en alguna mesa donde hubiesen dos asientos libres.

Ella me agarraba de la mano, era algo extraño, todo era muy tóxico con ella chica.

Encontramos una mesa libre y nos sentamos, los presentadores no paraban de hablar, yo intentaba buscar a mi manager, necesitaba irme a casa, seguía mareada, necesitaba descansar.

Noté que alguien me tocaba el hombro, pensé que sería mi manager, pero era alguien mucho peor, Chloe, la periodista.

Me puse pálida al ver que era ella.

-Buenas noches chicas- me ofreció la mano para que se la besara.

No tuve más remedio que hacerlo, la mujer estaba impresionante.

-Buenas noches, cuanto tiempo- Diana la abrazó.

-¿Qué tal la noche?- intentó socializar.

Yo no podía hablar, me había quedado de piedra, la periodista llevaba un vestido negro ajustado con un corte en el lado izquierdo, nada mal para una mujer de 37 años.

Diana y ella hablaron un poco hasta que ambas se dieron cuenta de que a mi me pasaba algo.

-Espero recibir noticias tuyas- Chloe me miró fijamente a los ojos.

Me intimidaba completamente.

Asentí, como cualquier niño con miedo.

Ella se contoneó de más al irse ¿querrá que la siga?

Diana pasó su mano por mi cara, estaba bastante preocupada.

-¿Estás bien? Cariño- preguntó.

Asentí desganada.