•Barbara Palvin y tú• Famous in love•

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Me desperté sobresaltada, debido al fuerte dolor de cabeza que tenía.

Abrí los ojos con mucha dificultad y vi una mano que no era mía ¿de quién coño sería esa mano?

Escondí la cabeza entre las sábanas cuando reconocí a Diana, estaba desnuda al igual que yo.

Estábamos en su cama.

Sentía un profundo sentimiento de culpa, como si hubiera cometido un pecado terrible.

No recordaba mucho lo que había pasado pero algo me imaginaba.

Intenté quitarle la mano con cuidado, me tenía que vestir e irme de ahí, no quería estar delante cuando se despertase.

Diana se despertó debido al movimiento del colchón.

-¿Qué haces?- refunfuñó.

-Voy al baño, tú sigue durmiendo- susurré.

Ella volvió a dormir a los pocos segundos.

Intenté buscar mi móvil pero no lo encontré por ningún lado, me tocó agacharme para recoger mi ropa y volverme a vestir.

Lo de anoche había sido un error.

Mi móvil estaba en el escritorio de Diana, lo intenté encender pero estaba sin batería.

Maldición.

Tenía muchas preguntas, pero no quería saber las respuestas.

Me dirigí al baño a lavarme la cara, el agua fría me despertó por completo, la cabeza me pesaba, la culpa la tuvo el alcohol.

Sólo de pensar en el alcohol me comenzaron a dar arcadas, esas arcadas terminaron siendo vomitos.

-¿Necesitas ayuda?- gritaba Diana.

Mierda, se había despertado.

Yo seguí vomitando un buen rato más, llevaba con las ganas desde anoche.

Me comencé a lavar y oí como la puerta se abría.

-¿Estás bien? ¿Cuánto bebiste anoche?- me acarició la espalda.

-Sí, no te preocupes- me enjuagé.

Me intenté arreglar un poco, me tenía que ir pero Diana ya se había despertado y no podía irme así como así.

Decidí robarle el cargador del iPhone y esperé a que mi móvil encendiese por completo.

Tenía varías llamadas perdidas y muchos mensajes, mi manager parecía bastante preocupado, decidí escribirle para decirle lo que había pasado anoche.

Seguí vistiéndome hasta que vi la llamada de mi manager.

Me quedé mirando la puerta de la habitación de Diana, estaba entreabierta.

Cerré la puerta y me dirigí hacía el baño.

-¿Pasaste la noche con Diana?- preguntó mi manager sin rodeos.

-Buenos días a ti también y sí ¿no es lo que querías?- susurré.

-Te voy a pedir un favor con Diana.

-Soy todo oídos- Me miré en el espejo mientras ponía los ojos en blanco.

-Dile a Diana que estas sintiendo cosas por ella y que es la más bonita de todas.

-¿Por qué debería decirle eso?

-Se te va a caer una buena, necesitas un gran apoyo y Diana lo es, así que deberías decirle esas cosas para que se sienta bien.