68

2.4K 188 44
                                    

Mi manager no paraba de repetirme mis errores mientras daba vueltas por su despacho, no me importaba en absoluto lo que decía, había tomado demasiadas pastillas como para ponerme tensa ante la demanda del maldito paparazzi, mi desmayo o la foto del club del streptease.

-¿Por qué no me contaste antes?- golpeó la mesa.

-¿Te voy a contar que me fui a un club de streptease?- solté una carcajada.

-Dime que por lo menos no vas drogada, manejo a muchos niñatos como tú, como para no saber en que andas metida- me tiró el periódico donde salía en portada a la cara.

Noté como mi cara se calentaba, el golpe me había dolido pero no iba a darle el placer de que me viese adolorida.

-Mira, una inmobiliaria te ha visto un loft, te vas a quedar ahí y sólo vas a salir para grabar o para lo que yo te deje ¿entendido?

Asentí.

-Debemos estar con los cuatro ojos vigilando a la periodista, va a querer algo.

-Si me dejas yo puedo hacer algo.

-¿Te la vas a llevar a un club de streptease?

-Es muy buena idea- solté una carcajada

Mi manager se sentó en su sillón malhumorado.

Resopló mientras escuchaba mis carcajadas.

-Sé como me miraba en aquella entrevista creo que le puedo interesar.

-¿Qué le vas a interesar tú, a una mujer de 37 años?

-Te sorprendería las cosas que se aprenden en la universidad.

-Te juro que si fueses mi hija ya te hubiese cruzado la cara.

Mis ojos se abrieron al escuchar esas amenazas, benditas pastillas.

-Mira yo me voy ahora a darme una vuelta y a pensar en todo lo malo que he hecho ¿contento?

-No ¿de verdad te crees que te voy a dejar sola?

Le miré.

-Vas a tener un guardia el cual me dirá todo lo que haces, vas a tener una rueda de prensa de aquí a una hora, pedirás perdón y dirás que estás pasando un mal momento.

-¿Con eso se calmarán las cosas?

-Funciona más de lo que te crees.

Resoplé mientras daba vueltas en aquella silla.

Mi manager planificó todo en media hora, no era posible que se pudiese hacer una rueda de prensa tan pronto.

Mi manager no me dejó libre ni un segundo, sólo me daba libertad para ir al baño a seguir tomándome pastillas.

Me sacaron de su oficina con un guardaespaldas y me llevaron en un coche hasta el lugar de la rueda de prensa ¿de verdad esto estaba pasando? ¿Tanto había hecho con mi golpe?

Me sentía agobiada en aquel coche, no podía respirar, no sabía cómo coño me iba a ir la rueda de prensa, no me habían dejado prepararme nada.

-Tu jefa de prensa te ha preparado lo que tienes que decir- dijo mi manager.

Me sentí aliviada ante esa noticia, si digo algo mal no será culpa mía.

Me hicieron entrar por la puerta trasera de aquel hotel, empecé a sudar al escuchar las voces de los periodistas, estaba tan arrepentida de haberle pegado a ese maldito paparazzi.

El guardaespaldas abrió la cortina que nos separaba de los malditos periodistas, mi corazón se paró cuando vi a esas veinte cámaras apuntándome a mi.

•Barbara Palvin y tú• Famous in love•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora