The Heir to the House of Prince | Traducción

xvii. Pelo de Unicornio

Juro solemnemente que mis intenciones no son buenas.

Theodore Nott es un sanador, no un guerrero. Los anillos Nott pueden tener poderes curativos, pero es sólo por razones defensivas.

Sólo para poder sanar rápidamente en la batalla, Theodore.

Son guerreros, como siempre le dice Apollonius. A Theo no le interesa ser un guerrero. Mamá, que está muerta, era una curandera. Proviene de un linaje de antiguos sanadores que se remonta a Fabiola, a quien los muggles consideran una especie de santa. Cuando Theo utiliza el anillo del heredero Nott para curar a Harry, es en su madre en quien piensa.

"¿Harry? ¿Harry?"

Pero esta vez no funciona. Tampoco los múltiples reponedores de sangre y las pociones de coagulación que le ha metido.

"¿Qué le pasa al Amo?" gruñe Kreacher mientras Theo se esfuerza por levantar a Harry para verter otra poción en su garganta. Harry ha sido como un peso muerto desde que Sahara lo mordió. Lo ha mordido, joder. Theo no ha tenido tiempo de procesar eso adecuadamente porque ha tenido que aprender a conducir un maldito coche (más complicado y estimulante de lo que pensaba) y luego buscar entre las provisiones de pociones de mamá en la casa de campo algo, cualquier cosa que pudiera devolverle el pulso a Harry hasta algo parecido a un ser humano vivo.

Porque si el puto Harry Potter muere en la casa de Theo, entonces Theo tiene problemas aún mayores con los que lidiar.

"El Amo es un tonto, eso es lo que pasa", murmura Theo, arrancando su chaqueta de la espalda de Harry. Conducir la última hora, ver a Harry tendido como un puto cadáver en el asiento trasero con una serpiente de aspecto malvado sentada en su pecho no ha sido bueno para la presión arterial de Theo. O su autocontrol. Hibernación, había dicho Harry. El maldito Harry Potter, rey del eufemismo. El tipo llama al Señor Más Oscuro desde Mordred Niño Tommy cuando cree que Theo no está escuchando. Es un imbécil imprudente y no debe morir en absoluto. "El maestro dejó que una maldita boomslang lo mordiera -,"

Sahara sisea a Theo desde donde está tumbada al lado de Harry, fría y larga, brillando con magia. Theo no puede pensar en eso ahora. La mira fijamente.

"Sí, estoy hablando de ti, traidora, ¡teníamos un maldito trato! Ninguno de nosotros iba a matarlo, ¿recuerdas?"

Sacude la cabeza. Había sido un trato unilateral, hecho antes de que Sahara mordiera la llave del puerto antes de que viajaran a Surrey la primera vez. Cuando Harry era sólo Potter, una diversión interesante en un verano lleno de dolor.

"Eres una mala serpiente", le dijo Theo, si las miradas mataran, Sahara estaría muerta. "Si crees que voy a ir por ahí encontrando tarántulas bonitas para que las muerdas después de esto, te espera otra jodida cosa".

Sahara sisea con lo que parece ser indignación. Theo pone los ojos en blanco imitando a Harry, que parece creer que poner los ojos en blanco es el mejor gesto para mostrar su descontento. Theo sabe que Sáhara no pretendía poner a Harry en lo que parece ser, a todos los efectos, una especie de puto coma, pero no puede evitar su fastidio. Está molesto. Ha pasado la mayor parte de diez horas manteniendo a Harry con vida. Si muere, Theo estará molesto.

También asesinará al despreciable tío de Harry. Y a su primo. Y a ese flaco malvado que Theo sabe que dio la idea del látigo de púas. También cazará e imperará a Sirius Black, lo llevará al Ministerio de Magia y hará que lo vuelvan a meter en Azkaban por su maldita inutilidad aparente. Quemará los libros de Dumbledore, tendrá la cabeza de Lucius Malfoy en una bandeja, Theo podría incluso llevar su rabia al Señor Tenebroso, ya que, si alguien era capaz de enviar Dementores a Surrey, parece ser él. Mucha gente morirá si Harry Potter muere y Theo no lo verá como una venganza adecuada. No lo verá como una venganza adecuada hasta que el mundo haya ardido.