The Heir to the House of Prince | Traducción

xxxi. El efecto Bill Weasley

Juro solemnemente que mis intenciones no son buenas.

Harry ha decidido que todo es mejor cuando los duendes están al mando. Bill está obligado a presentarse cada mañana después del desayuno a Griphook a través de la llamada de fuego, el estoico duende siempre requiere que Harry muestre su cara como prueba de vida.

"Estás bajo nuestra protección, Heredero Potter-Black", dijo Griphook con desprecio a través de las llamas. "Verás que somos mucho más... atentos que tus anteriores protectores".

Pero Griphook no sólo está ahí para controlar a Bill, asustar a Sirius y criticar a Dumbledore. Incluso ha proporcionado un singular amuleto de duende para el retrato de la señora Black, de modo que ahora sólo puede hablar en jerigonza, un idioma que le resulta tan ofensivo que ha hecho un voto de silencio. Otros cambios se producen rápidamente. En primer lugar, Remus traslada su dormitorio y el de Sirius al cuarto piso con Buckbeak y Bill se traslada al dormitorio opuesto al de Harry y Ron y no se permite a Sirius acercarse a ellos.

"De todos modos, lo he mandado al infierno", murmura Bill a Harry el día después de lo que se conoce como La Discusión.

Lo segundo que cambia es que la señora Weasley echa todo el alcohol de la casa.

"Los niños y los alcohólicos no se mezclan", dice, mientras vierte lo que Harry supone que es algo muy caro en el retrete, mientras Remus, Fred y George la observan afligidos.

También surgen otros ritmos diarios. Kingsley Shacklebolt 'acompaña' a Padfoot a San Mungo todas las mañanas para su curación mental y toda la casa respira mejor cuando él está fuera. Su sanador mental ha decretado hasta ahora que sería 'imprudente' que le dieran acceso al Grimorio, lo cual es bueno porque Harry no está seguro de que los duendes vuelvan a dejar que Sirius se acerque a menos de seis metros de él. Cuando Sirius regresa de la curación mental, se encierra con Buckbeak y no abre la puerta ni siquiera a Remus. Sin embargo, parece estar desarrollando una tolerancia hacia Kinglsey. Hasta ahora, ha dejado que Kingsley lo convenza de hacer ejercicios de auror en el jardín. Harry observa desde la ventana del piso de arriba, ve a Sirius agacharse y rodar con ojos ansiosos como un maldito profesional, y se pregunta si vale la pena que Sirius lo odie por el resto de su vida si su padrino consigue tener más días como estos. Sin embargo, el mejor ritmo diario, con diferencia, es volar.

"Bonito collar, Harry", dice Bill, pasándole a Harry una cerveza de mantequilla.

Harry está sentado en el jardín trasero de Grimmauld Place observando a Ron mientras hace ejercicios con su Saeta de Fuego. Mañana van a Kings Cross. Harry toma su cerveza de mantequilla fría y bebe a sorbos el líquido fresco y piensa: Todo es mejor cuando Bill está cerca.

Bill Weasley no es sólo un Anzar para Harry, es un puto soplo de aire fresco para todos. Remus se alegra de tener a alguien con quien hablar de runas antiguas y Hermione se alegra mucho cuando Bill le revela que tiene una colección de textos coptos del Antiguo Egipto para que ella los analice. Los gemelos, Ron, Ginny y Harry están en el cielo porque Bill es excelente con los pabellones y ha ampliado el pabellón del espacio aéreo en el jardín trasero de Grimmauld. No es suficiente para un partido, pero sí para dos jugadores. Ron y George están en el aire mientras Harry, Fred y Bill observan desde el patio. Sahara está cazando en la hierba larga. Harry oye de vez en cuando siseos de "te devoraré" susurrando en el viento.

"Gracias, fue un regalo". Harry juguetea con la runa de Theo, apoyando su espalda desnuda en la polvorienta mampostería detrás de él. El sol ha vuelto a salir y sudorosos por el esfuerzo, todos los chicos están en topless. Harry hizo que Hermione le echara un excelente glamour en la espalda para ocultar sus cicatrices y sus runas, y ahora está tumbada en la hierba seca leyendo con Ginny, ambas con la camiseta y los vaqueros remangados para exponer la mayor cantidad de piel posible a los últimos posos del verano. Harry se distrae brevemente con el suave y pálido hueco del estómago de Ginny, pero no se distrae tanto como con las pecas de los anchos hombros de Fred.