The Heir to the House of Prince | Traducción

xxiii. La defensa de Prongs

Juro solemnemente que mis intenciones no son buenas.

Harry está tumbado en la cama cuando se deja sentir de verdad. Mañana tiene que ir al Ministerio de Magia y luchar por su lugar en Hogwarts, y tiene que hacerlo solo. Respira hondo y tembloroso.

"Vamos a repasar el plan de nuevo".

Theo suspira a su lado en la oscuridad, los ronquidos bajos y traqueteantes de Kreacher resuenan en la pequeña casa de campo. Han repasado el plan veinte veces esa noche y ahora son las dos de la mañana y Harry no puede dormir. Así que Theo tampoco puede. Kreacher no está tan afectado.

"Kreacher te llevará a la entrada muggle del Ministerio y luego irá a Gringotts para entregar tus cartas y asegurarse de que tus pertenencias están protegidas", murmura Theo con sueño. "Irás al despacho de Arthur Weasley para que le asegure al director que has llegado".

"Te quedarás aquí en lugar de ir a casa de tu tía por si tengo que hacer una salida rápida", traga Harry. No quiere pensar en las circunstancias que podrían precipitar eso. Estar en la punta de la varita de Lucius Malfoy lo haría. "Enviaré a Kreacher para que te cuente lo que ocurre, de una forma u otra".

Expulsado o no.

"Si te mandan de nuevo con tus parientes, te iré a buscar y vendremos los dos aquí hasta Hogwarts", continúa Theo, mascullando entre dientes y sonando como si se alejara. "Si te ponen al cuidado de tu padrino o de la familia Weasley, enviarás a Kreacher y yo me quedaré en casa de mi tía hasta Hogwarts".

"Y si me expulsan..."

Harry no puede terminar la frase. Si es expulsado es carne muerta. A su lado, en la oscuridad, puede sentir que Theo se ha despertado en realidad. Después de muchas noches compartiendo la cama, Harry puede sentir cuando Theo está despierto. Es sutil, no se despierta bruscamente como lo hace Harry, empujado por las pesadillas. A menudo se despierta y finge estar dormido, pero Harry puede oír su respiración. Theo está prestando atención.

"No serás expulsado". La voz de Theo no es confiada ni apaciguadora, sólo es un hecho. "Si las facciones oscura y gris votan como creo que lo harán, como Lord Slytherin les ha pedido, no hay forma de que te condenen".

"Pero no lo hacen", insiste Harry, "Porque las cosas que no deberían pasar son mi maldita normalidad -,"

"Si te expulsan puedes volver aquí", Theo se gira para mirarle, con la cara sumergida en un rayo de luz de luna. No han decidido esto. Harry se siente como si se hubiera soltado, ahogándose en la inseguridad.

"Dumbledore me encontraría", susurró Harry. "También lo haría Voldemort. Después de un tiempo".

Si me encuentran a mí, te encontrarán a ti.

"El director probablemente tiene en mente algún tipo de casa segura", bosteza Theo, "pero como su idea de casa segura son tus parientes..."

"Exactamente".

Harry mira fijamente las hierbas que cuelgan sobre él, intenta nombrarlas: Romero. Tomillo. Valeriana. Artemisa. Harry piensa en su futuro si no tiene una varita. Si no puede ir a Hogwarts y aprender magia. Será vulnerable a Voldemort. Incapaz de proteger a la gente. Pero también incapaz de ponerlos en peligro, si él ya no está.